César Camacho, líder de los diputados priístas evade el conflicto político en Veracruz. Deja solo, como muchos otros, al gobernador Javier Duarte de Ochoa. “Yo soy un testigo distante de la gestión de los gobernadores”, afirma. Sucede así con los muertos políticos. Nadie los quiere cerca, nadie se quiere contaminar.