Lady Buitre vs. los carroñeros

* Cuando la hoguera se apaga, Rocío Nahle le arroja gasolina  * Ahora rehuye la revocación de mandato  * La tragedia del norte la derrumba  * “Buitres, carroñeros, mezquinos, miserables”  * Mauricio Rosaldo a la FGR  * Ya se parecen a Titán, Don Ramón y El Loco Valdés  * Abusivo cateo a la familia Williams

Lo que provoca un tornillo zafado. Suelta la lengua Rocío Nahle denostando, fustigando –”buitres, carroñeros, mezquinos, miserables ”– y exigiendo respeto, y precipita una vorágine de epítetos, sorna y mentadas, y una crisis de imagen brutal.

Les llama “buitres” a los críticos y a los que promueven la revocación de mandato, iracunda por la paliza mediática por tantos y tantos yerros, omisiones en las alertas a la población del norte, la negligencia criminal que ha costado 35 vidas por las inundaciones en la huasteca de Veracruz.

Respeto a Veracruz, dice la química Nahle. “Este pueblo merece respeto y su gobernante –o sea, ella– también”, insiste.

Y siguió:

“Veracruz no es carne para la carroña. ¿Cómo es posible que en plena emergencia, en plena contingencia, aflore lo peor de un sector? Por eso hay un sistema democrático y vamos a las urnas; no estoy para darle contentillo a carroñeros”.

Visceral, Lady Buitre no sabe lo que dice y menos lo que hace.

Fuera de sí, la violencia verbal de la gobernadora morenista la lleva a un callejón sin salida, extraviada en un laberinto de desplantes y disparates, la huella mental de alguien que flota y no aterriza, una sátrapa que maltrata a los súbditos en público y en privado.

La frase y el fraseo retratan a una gobernadora que sueña con el poder y ejerce mal el poder.

“A Veracruz se le res-p-eta. Este pueblo me-re-ce res-pe-to y su gobernante tam-bién. Veracruz no es carne para la carroña. Así se los dejo”.

No, Rocío Nahle no es Veracruz.

Veracruz no es un monigote político que llega, atropella la Constitución local, barre con el requisito de ser nativo de la entidad y se postula para gobernador. Ese monigote es un usurpador.

Veracruz es mucho más . Y merece respeto. Merecía que en 2024 Rocío Nahle respetara la Constitución y no lo hizo. Nahle no respeto a Veracruz.

Desquiciada por sus gazapos verbales, la gobernadora es la estampa viva de aquello que se describe como un chivo loco en cristalería. O como la barbaraza de la Santanera: arrasa con todo.

Lo peor es exigir respeto y no ganárselo, dolerse de la crítica y del reclamo social, ser soez cuando las víctimas de la tragedia fustigan a un gobierno que no aplicó un plan de prevención.

Nahle sólo tiene una prioridad: salvar a Nahle. En su enredada mente, las víctimas no son los damnificados; la víctima es ella, Rocío Nahle. Y sí, Nahle es víctima pero de su lengua locuaz y de su ego inflamado.

Poza Rica, Álamo, Ilamatlán, el norte inundado, son su Waterloo. Y ha salido trompicada, denostada, insultada, acusada de no cumplir, señalada por rehuir el lodo y desfogando la ira, la impotencia, acribillada por no renovar el seguro de daños por desastres naturales y por el invento de fideicomiso fantasma que en términos reales no tiene un peso para enfrentar la tragedia.

El control de daños es de risa. Su aparato mediático es precario y limitado. No pasa de crear diseños con la imagen de la gobernadora morenista con un lema hilarante: Fuerza Rocío.

Y las masas, que poco quieren, la vuelven a surtir.

En las cuentas Facebook, incluso las de la prensa morenista, los “carroñeros” también responden. Un diseño, la imagen caricaturizada de la gobernadora Nahle con la leyenda “A Veracruz se le respeta, a su gobernadora también”, atizó la hoguera. Y la respuesta de los “carroñeros” fue contundente:

“Somos muchos los veracruzanos que no te queremos por corrupta y ratera. Por algo te corrieron de Pemex junto al rata de Peña Peña (su marido)”.

“La carroñera eres tú, zacatecana, que te estás sirviendo del pueblo y claro (que) no te vas a ir si aún hay mucho por robar”.

“Señora, quien merece respeto es la población afectada a quien usted minimizó. ¿Cuántos fallecidos? ¿Cuántas pérdidas materiales? Y la ayuda ha sido nula. Qué hipocresía y cinismo, en vez de reconocer errores”.

“Lo que la gobernadora no entiende es que nadie la culpa por la lluvia ni por los daños materiales, sino por las vidas perdidas que sí pudieron evitarse con prevención”.

“Aflora su verdadero yo… déspota, soberbia y autoritaria; la zacatecana tratando de gobernar a un Veracruz en el que no nació ni mucho menos conoce”.

“No es un pequeño sector. Es la mayoría que votaron por ti. No ameees Rosy”

“Lo que esta señora no entiende ni entenderá es que por su desconocimiento o negligencia hubieron tantos muertos y desaparecidos. El desastre hubiera sido menor si ellos hubieran hecho su trabajo, el plan de contingencia, haber pagado el seguro. Quisieron hacer otra lavadora de dinero con la dizque aseguradora que no cuenta con ningún permiso y nada de capital. Esta señora de Zacatecas no entiende o no quiere entender que ella y parte de su gabinete son totalmente culpables de todo lo que sucedió en el estado”.

Hay otros comentarios más procaces, insultantes, impublicables. 

El jueves 30, volvió la refriega. Otro diseño institucional mostrando a Rocío Nahle disfrazada de jarocha y exaltando la cultura y las costumbres, provocó otra andanada de los “carroñeros” en la cuenta oficial del gobierno de Veracruz.

“La mera verdad que sí, Veracruz tiene gente muy chingona. Qué bueno que usted no es de aquí”.

“Veracruz destaca por su gente y Rocío no es de Veracruz. Que le llegue”.

“Todo lo que dice de Veracruz es verdad. Lo único que no tenemos es una gobernadora a la altura de los veracruzanos”.

“Revocación de mandato”.

“Los veracruzanos somos gente trabajadora y amigable, queridos en muchos lugares. Lo único malo son sus gobernantes. Esta gobernadora es más odiada que Javier Duarte”.

“Nosotros los veracruzanos sí somos muy afortunados por nuestra cultura y tradiciones. Lo que nos da en la madre es el gobierno que tenemos ahorita. Pura porquería”.

“Rocío Nahle lo único que tiene en Veracruz es el odio por su mal gobierno y créame, soy morenista, no traidor. No merecemos ese gobierno sin sentimientos al pueblo, al igual que el gobierno municipal indolente antes de la tragedia”.

Y así, Lady Buitre tira una y los “carroñeros” le responden mil.

METADATO

A falta de pan, tortilla. Y Mauricio Rosaldo va a la delegación de la FGR en Veracruz. Se sacude el medio judicial, no porque el hermano del alcalde electo de Coatzacoalcos, Pedro Miguel Rosaldo García, carezca de méritos sino por dos razones de mayor peso: el tamaño de tigre al que va a enfrentar y la carencia de cuadros de la gobernadora Rocío Nahle para ocupar los espacios de alta responsabilidad. Mauricio Rosaldo García fue aspirante a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación aunque tronó en las primeras evaluaciones. Frente a lumbreras –ja– como Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y el presidente de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz, poco podía hacer. Ahora tendrá que lidiar con temas del narco, huachicol, crimen organizado, delitos contra Pemex, CFE y otras instituciones federales. La Fiscalía General de la República es un monstruo que devora a sus alfiles. Mientras están en el cargo, detentan poder; cuando lo dejan, son carne de cañón del crimen organizado. El caso más dramático ocurrió hace un par de meses en Reynosa cuando el delegado de la FGR, Ernesto Vázquez Reyna, fue abatido en plena vía pública, atacado con granadas y finalmente acribillado por el mayor decomiso de huachicol. La otra arista del nombramiento de Mauricio Rosaldo García es político y evidencia la precaria estructura de Rocío “Lady Buitre” Nahle, quien tiene mano en la designación de delegados federales. Si no recicla a los compadres, a las comadres y a los ahijados, no tiene de dónde echar mano. Pedro Miguel va a la alcaldía de Coatzacoalcos; Andrés es oficial mayor de la Secretaría de Seguridad Pública, y ahora Mauricio será delegado de la FGR. Como si fueran Tin Tan, Don Ramón y El Loco Valdés. La familia en el poder vive mejor… Cateo ilegal, agraviante, indignante contra la familia Williams. Por una supuesta denuncia anónima, una partida de elementos de la Guardia Nacional, Ejército y Policía Estatal allanó su domicilio. Nada hallaron. Provocaron, en cambio, una crisis de hipertensión en el jefe de familia, la alarma de su esposa e hijos, la indignación de quienes los conocemos. Son personas de bien, moralmente intachables, de buena madera y con raíces profundas en Coatzacoalcos. Fue un acto arbitrario, alevoso, esgrimiendo una denuncia anónima carente de sustento. Por horas, su hogar se volvió un caos. Los bandoleros con uniforme escudriñaron en cada rincón, revolvieron todo lo que hallaron a su paso, generaron un estado de terror. Y al final se marcharon. Es la bestialidad del estado represor. Si viviera don Arturo, patriarca de esa familia, estaría alzando la voz como lo hizo siempre, valiente, en los días en que mantuvo una línea de conducta inquebrantable desde la disidencia en el seno del sindicato petrolero. Lo haría como siempre actuó desde la lucha política contra el férreo sistema priísta. Seguramente se avergonzaría del estado represor hoy en manos de Morena… 

 

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