* Detenida, la “novia” de Duarte * Le imputan enriquecimiento ilícito * Otra rehén de Yunes * Intentan desvirtuar labor de Rubén Espinosa * Era periodista, no activista * Güereja dio préstamo, no donación a Deantes * Acusan a Felícitas con Miyuli * Sedesol: más corrupción que en el duartismo * Jueces y magistrados, en el caso Janet
Por una Land Rover y un depa, sus pecados de carne y un amorío con Javier Duarte, y una traición al yunismo azul, Xóchitl Tress va a prisión, imputándole enriquecimiento ilícito y algo más. Y a Karime, más rica y más sucia, la dejaron ir.
Tras las rejas, la “viuda alegre” ha de contar las horas para enfrentar a la justicia yunista, que a falta de peces gordos bajo proceso penal —Tarek, Silva, Spinozo, Carvallo, Mota, Nemi, Ferrari— ataca los hilos más frágiles y morbosos del duartismo.
Bronceando el cuero, se hallaba en Puerto Vallarta —entre los límites de Nayarit y Jalisco—, cuando elementos de la Fiscalía de Veracruz ejercitaron acción legal contra la ex directora de Espacios Educativos del gobierno estatal.
Hacia la tarde, este lunes 31, en aquel sitio turístico, Xóchitl Tress fue interceptada. Se le enteró de los cargos en su contra y de su traslado a Veracruz.
Apareció minutos después en el portal de El Universal. Una foto sin necesidad de photoshop: el teléfono en su mano, la mirada con un dejo de nervio, los miedos que no se pueden ocultar. Está perdida.
Es ya otra rehén del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, consumando la venganza y cobrando una vieja deuda. En 2013, luego de perder la elección a la alcaldía de San Juan Evangelista, Xóchitl Dominga Tress Rodríguez pateó al yunismo azul y entró en el harem de Javier Duarte.
Es rehén de Yunes. Es la rehén a quien la Fiscalía General de Jorge Winckler ha de destrozar, evidenciando que los millones desviados servían para el placer.
Sobre Xóchitl pesan los decibeles de escándalos históricos y de nuevos escándalos, los de sus carnes al aire y los senos desnudos, y los obsequios de Javier Duarte con cargo al erario, revelados por uno de los cómplices y prestanombre del ex gobernador de Veracruz.
Saltó a la fama cuando un lote de fotografías íntimas inundó las redes sociales, retomadas por el periódico Excélsior y viralizadas en plena campaña por la diputación federal por el distrito de Acayucan, en 2012, entonces candidata del Partido Acción Nacional.
Frente al espejo, Xóchitl Tress se mostraba sin nada en el torso, sus pechos de frente, menos lonjas de las que siempre contó, el cabello platinado, como si la magia de un estilista la hubiera podido transformar. Y se tomó la selfie.
Otras gráficas escandalizaron igual. Era Xóchitl en lencería, en un apasionado beso con su amante, el ex diputado federal priista, Rafael Rodríguez, esposo de la alcaldesa de Rodríguez Clara, Amanda Gasperín Burbarela, a quien le imputaban el levantón y crimen del esposo de Xóchitl, el ex presidente municipal electo, Gregorio Barradas Miravete.
Aquello mermó su camino a la diputación federal. Falló en la elección. Perdió votos o generó el rechazo de quienes la vieron como una extensión de Goyo Barradas, quien enfrentó a la fidelidad en su tierra y en el Congreso federal, desde donde dijo, en la más alta tribuna del país, en 2007, que la única fidelidad en Veracruz era al narco.
Enredada con un priista, sin una lágrima que volviera a engañar, Xóchitl Tress perdió la elección y fracturó un proyecto panista de control en la región ganadera y piñera.
Volvió a escena en 2013. El PAN y los Yunes azules —Miguel Ángel y su hijo Fernando— le dieron un voto de confianza. Contendió entonces por la alcaldía de San Juan Evangelista.
Más madura, con mejor discurso, dueña del escenario, quiso sumar los apoyos del panismo, y enfrentó al Clan de los Vázquez, siendo Abel Vázquez Lagunes, medio hermano del extinto cacique Cirilo Vázquez Lagunes, el candidato del PRI-Verde a la presidencia municipal de San Juan.
Volvió a fallar. Y a partir de ahí se alejó del yunismo azul. Azuzada por el diputado federal Erick Lagos, mano derecha de Fidel Herrera Beltrán, operador de Javier Duarte, hoy haciendo amarres con Yunes, no dudó en pasar a las filas del duartismo, sin hacer pública su renuncia al PAN.
Llegó a Espacios Educativos, alarmando a todos, prendiendo focos de alerta, pues a Xóchitl Tress no se le sabían méritos ni capacidades, compromiso con la educación, manejo de recursos vastos como los que concentra esa dependencia.
Recordada por el escándalo de las fotografías sin ropa, o en lencería, pronto viralizó las redes sociales y los medios de comunicación.
Su ignorancia era patética. Cuestionada sobre el número de escuelas construidas, sólo respondía: “muchas, muchas”.
Dejó Espacios Educativos sin estridencias ni ceremonias aspavientos. Sólo se fue.
Su relación con Javier Duarte era obvia. Se confirmó cuando el cómplice del ex gobernador en el saqueo a Veracruz, en el robo a las arcas públicas, en la creación de una red de prestanombres para encubrir el destinos de miles de millones, José Juan Janeiro, cantó.
A la Procuraduría General de la República le dijo Janeiro que en 2014 Javier Duarte ordenó se adquiriera una camioneta Land Rover y un departamento de lujo en la Ciudad de México para Xóchitl Tress.
Sólo el vehículo tiene un costo entre 935 mil pesos y 2 millones 400 mil. El depa está situado en Santa Fe, la zona más exclusiva del Distrito Federal.
De lo señalado quedó constancia cuando a Javier Duarte le fueron leídos los cargos, se detalló la imputación y se le vinculó a proceso, el sábado 22 de julio.
Tenía Xóchitl Tress 26 años cuando Javier Duarte la cortejó con un cargo de alto nivel en su gobierno, arrancada al yunismo azul, asestando el golpe en el orgullo del hoy gobernador de Veracruz.
Y Yunes le cobra la traición.
Peores son los pecados de Karime Macías Tubilla, la evidencia de su corrupción. Sobre la esposa de Javier Duarte pesan señalamientos graves, la operación del saqueo, los miles de millones robados a las finanzas del gobierno de Veracruz, las instrucciones a tres cómplices —Moisés Mansur, José Juan Janeiro y Alfonso Ortega— para crear empresas de papel, empresas fantasma, para canalizar el dinero robado y realizar inversiones en inmobiliarias dentro y fuera de México.
Ordenó adquirir ranchos, casas, edificios, hoteles. Enviaba o llevaba millones de pesos en efectivo y los lavaba en sus empresas de papel, según refieren Janeiro y Ortega, a las órdenes de la primera dama.
Más implicada, más sucia, Karime Macías fue clave en el robo de los dineros, en el saqueo y en el fraude, en el engaño.
Su pecado no fue tener una Land Rover o un depa en Santa Fe.
Su pecado fue extraer miles de millones del erario público de Veracruz y hacerlos suyos, como un mariscal de campo que ordena a sus infanterías cómo moverse, qué hacer, cómo canalizar lo robado al sistema financiero, a las tuberías bancarias de las que habla con precisión Alfonso Ortega, cómplice suyo, cómplice de Javier Duarte, que terminaría negociando su libertad, cancelando una orden de aprehensión una vez que pactó con la PGR.
Si la justicia existiera, por el monto de sus delitos, Karime Macías iría a la cárcel.
Pero es intocable, inalcanzable para Miguel Ángel Yunes, protegida del secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, su padrino, encubierta por la PGR, por el gobierno de Enrique Peña Nieto
Xóchitl Tress no. Xóchitl sólo recibió una Land Rover, un depa y traicionó a Yunes azul.
Y por eso va a prisión.
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Archivo muerto
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Fue Javier Duarte. Lo acosó Javier Duarte. Lo llevó a la muerte Javier Duarte. Por su labor periodística, no por ser activista, el reportero gráfico Rubén Espinosa Becerril fue asediado, autoexiliado, seguido y ejecutado. Y lo mataron por sus fotos y por su reclamo de justicia a los periodistas ultimados. Es la voz de Norma Trujillo Báez, reportera de La Jornada Veracruz y amiga de Rubén, compañera de lucha, juntos en la exigencia de esclarecer las muertes violentas de los periodistas en Veracruz. Habla este lunes 31, cuando se cumplen dos años del crimen, a nombre del colectivo Voz Alterna. Hay voces —acusa— empeñadas en desvirtuar la imagen de Rubén, presentarlo como activista y anarquista, “a fin de que su asesinato no sea investigado con base en su trabajo en los medios de comunicación”. Recordó que la labor de Rubén Espinosa, free-lance, colaborador de Proceso, Cuartoscuro y AVC, se centró en la cobertura de movimientos sociales, la protesta de los inconformes, el grito de los reprimidos, “pero con una mirada profesional y no la de un activista”, y por ello se debe investigar a los ex funcionarios del gobierno duartista como posibles responsables de su crimen”… Fue préstamo, no donación de María Elena Saldaña a la esposa de Gabriel Deantes Ramos. Lo aclara y puntualiza el ex operador de Javier Duarte cuando la bola de nieve ya toma forma y amaga con arrastrar a la popular “Güereja” de la televisión, que resultó ser su cuñada. Es préstamo, dice el ex secretario del Trabajo y encargado de comprar a la oposición para enfrentar a Miguel Ángel Yunes Linares e impedirle ser gobernador de Veracruz, como finalmente ocurrió. Es préstamo de “La Güereja”, pero no precisa Gabriel Deantes cuándo lo liquidó o si aún lo debe. Y algo que no cuadra: María Elena Saldaña, la del préstamo, fue tema de comentarios y notas en revistas de la farándula al revelarse que atravesaba por una situación económica crítica por falta de contratos en las televisoras nacionales. Y se dio el lujo de prestarle a su cuñado duartista 2.5 millones que hoy le sirven a Gabriel Deantes para enfrentar la denuncia por enriquecimiento ilícito por 58 millones de pesos… A nombre de Yunes, doña Felícitas Alcántara manda y abusa, explota al trabajador, viola la ley. Hace de cuenta que los excesos del duartismo son ahora de color azul. Una carta, dirigida al gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, retrata a la subdelegada de Sedesol estatal en el sur, con base en Minatitlán. Un grupo de trabajadores describe de qué está hecha Felícitas Alcántara, su trato déspota y soberbio; atropello a las condiciones de trabajo; uso de vehículos para que sus allegados duerman con el sistema de aire acondicionado encendido; personal dado de baja pero que continúa cobrando salario y viáticos, y al proceder a devolverlo, que se deposite en la cuenta 4152 3132 3990 XXXX de Bancomer a su nombre, bajo la vigilancia de su sobrina Rosa Margarita Ramírez Alcántara, con categoría de Promotora de Bienestar, aunque encargada de la nómina y viáticos; firmas falsificadas de agentes municipales, y cobro de 1.20 pesos por cada caja de apoyo alimentario. Nada, sin embargo, inquieta a Felícitas. Su madrina es Isabel Wong Chang, concuña de el gobernador Yunes, lo que les da un halo de impunidad, muy al estilo Fidel o Duarte… Un juez y tres magistrados federales, por lo menos, otorgaron amparos a Janet Sánchez Orozco. Le dieron pasaporte de impunidad, acusada la señora de defraudar y retener dineros ajenos, y de otros señalamientos y acusaciones que están por llegar a los tribunales para incrementar la acción judicial en su contra. Un juez y tres magistrados determinaron que no hubo fraude ni engaño, pese a las evidencias, y le concedieron el amparo. Son jueces y magistrados federales con los que primero se cabildeó. Uno de los abogados señalados por la parte agraviada de operar con ellos, se apellida Gagstatter, el mismo que defendió a los inculpados en el crimen del pastor Claudio Martínez Morales. Janet Sánchez, del Clan Andrade, la familia dueña del sindicato de electricistas, enfrenta denuncias por 767 mil pesos más daños, intereses y gastos jurídicos. Y vienen más…
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Foto: Diario de Colima, Libertad Bajo Palabra