Fernández Olivares, poder tras el trono en la Fiscalía, ya huele a cárcel

* Versión de que van por él la DEA y la FGR; cinco órdenes de aprehensión por nexos con organizaciones criminales; señalado en declaraciones de jefes zetas

MUSSIO CÁRDENAS

Xalapa, Ver.— Manuel Fernández Olivares, “El Pámpano”, actual secretario técnico de la Fiscalía de Veracruz, ya huele a cárcel.

Su nombre encabeza la lista de expedientes que comienzan a reactivarse ante la posible salida de Verónica Hernández Giadáns de la Fiscalía, una sacudida interna que ha destapado investigaciones que la FGE mantuvo paralizadas durante años.

Habría por lo menos cinco órdenes de aprehensión contra “El Pámpano”, a partir de las denuncias derivadas de investigaciones judiciales.

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía estatal, la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y la Fiscalía General de la República mantienen indagatorias abiertas contra Fernández Olivares. El avance de ambas líneas de investigación apunta a que el funcionario podría ser detenido en las próximas semanas, antes de que termine el año.

A Fernández Olivares se le ubica como operador y “oreja” de diversos grupos del crimen organizado que tienen actividad en amplias regiones de Veracruz, señalado en declaraciones ministeriales de integrantes del grupo delincuencial “Los Zetas” y episodios de uso ilegal del cargo como juez durante la administración de Miguel Alemán Velasco.

En por lo menos 20 publicaciones se le atribuye calidad de “sapo” –infiltrado– dentro de la Fiscalía de Veracruz y en una de ellas se acredita que un juez protegido suyo liberó un rancho, fuera de todo procedimiento, en el que fue hallado un ciudadano secuestrado.

EDEL ÁLVAREZ, EL PADRINO

“El Pámpano” tiene un padrino al que le debe todo: Edel Álvarez Peña, ex alcalde de Coatzacoalcos, magistrado en tiempos de Fidel Herrera Beltrán, ex presidente del Poder Judicial de Veracruz en el bienio yunista y propietario de un consorcio de medios de comunicación de corte oficialista entre ellos Liberal del Sur, Crónica de Xalapa, Diario de Acayucan y Novedades de Tabasco.

Fernández Olivares fue pieza clave en el Poder Judicial de Veracruz y cuando concluyó la presidencia de Edel Álvarez Peña fue incrustado en la Fiscalía de Veracruz, enclave donde atesoró más poder que la propia fiscal, Verónica Hernández Giadáns.

En múltiples publicaciones, columnas periodísticas, análisis de expertos en seguridad y reportajes difundidos en medios estatales y nacionales, El Pámpano Fernández Olivares es señalado como el operador de grupos delincuenciales. Fue catalogado como “enlace del crimen organizado” con Eric Cisneros Burgos, ex secretario de Gobierno de Veracruz en la gestión del morenista Cuitláhuac García Jiménez.

SOBORNOS DE LOS ZETAS

Los antecedentes de El Pámpano se remontan a cuando era Oficial Mayor del Tribunal. Informes federales lo ubicaron entonces como un operador que facilitaba información y gestiones para el cártel de Los Zetas, lo que se reforzó tras la captura de Luis Hernández Lechuga, “El Lucky”, jefe de plaza en Veracruz.

Meses después, las detenciones de tres lugartenientes de “El Lucky” —Cristopher Fuentes Letelier, “El Chuletón”; Ignacio Valdez Ramírez, “El Chilango”; y Genaro Trejo— dieron forma a la averiguación 947/2012/VER-FIEAFTVS, donde los tres señalaron a Fernández Olivares como aliado del grupo criminal y beneficiario de 100 mil pesos mensuales por sus servicios desde el Poder Judicial, de acuerdo con el semanario Proceso.

El historial que lo rodea se extiende todavía más. En 2002, siendo juez del fuero común, se le vinculó con la liberación de Ubaldo Gamboa Tapia, “El Uba”, operador del cártel de Juárez, asesinado dos años más tarde por una célula ligada a Albino Quintero Meraz, “Don Beto”, uno de los enlaces del cártel del Golfo en Veracruz. Estos vínculos fueron documentados por el periodista y escritor Ricardo Ravelo.

EL RANCHO LIBERADO PESE A QUE HALLÓ A UN SECUESTRADO

En 2023, la mano del “Pámpano” volvió a sentirse en el Poder Judicial de Veracruz.

Un operativo policíaco permitió la liberación del periodista Richard Villa, secuestrado por un grupo delincuencial y mantenido oculto en el rancho La Muralla, propiedad de Ganadería Pastejé, en el municipio de Poza Rica.

Richard Villa es hijo de Jesús Villanueva, director del portal Presente Veracruz. Su captura, siendo Veracruz el estado donde más violencia se ejerce contra la prensa desde los tiempos de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, encendió las alarmas.

Una vez rescatado Richard Villa y pese a existir indagaciones vigentes, el rancho fue liberado de toda acción judicial.

Entonces se estableció la conexión con Manuel Fernández Olivares.

El juez de Gregorio Esteban Noriega Velasco, juez de Control Adscrito al Juzgado de Proceso y Procedimiento Penal Oral del VII Distrito Judicial en Poza Rica, fue subalterno de “El Pámpano”.

Fernández Olivares era juez primero de Primera Instancia en Coatzacoalcos y Noriega Velasco era proyectista.

Años después ascendió a juez y fue enviado a Poza Rica donde la delincuencia organizada goza de total impunidad.

¿Qué movió a liberar en tiempo récord el rancho La Muralla? El propietario de Ganadería Pastejé es Carlos Peralta, dueño de Iusacel, magnate en la industria eléctrica e hijo de Alejo Peralta, uno de los hombres más adinerados de México en el siglo XXI, amigo de presidentes e impulsor del beisbol, el deporte favorito del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

TAN PODEROSO COMO LA FISCAL VERÓNICA HERNÁNDEZ GIADÁNS

Pese a esos señalamientos, Fernández Olivares no perdió presencia en el aparato estatal. Tenía la sombra de la delincuencia organizada y aún así participaba en reuniones de seguridad junto al exfiscal Jorge Winckler y mandos militares, y más tarde ingresó a la FGE, donde se convirtió en una de las figuras más cercanas a Verónica Hernández, ya en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, de Morena.

Toda la información clasificada, nombres, alias, áreas de operación, tipo de delitos, complicidades, sobornos a funcionarios, policías, ministeriales y jueces, revelada en esas reuniones para la Construcción de la Paz y hoy “El Pámpano” se encuentra en la mira de la DEA y la Fiscalía General de la República y presuntamente con cinco órdenes de aprehensión.

La reactivación de expedientes y la tensión interna por la inminente salida de la fiscal exhiben una vez más la vulnerabilidad institucional en Veracruz.

En el estado la duda ya no es si la Fiscalía aloja funcionarios cuestionados, sino hasta dónde han penetrado las redes criminales en la estructura encargada de impartir justicia.

Por lo pronto, “El Pámpano” Fernández Olivares huele a cárcel.

 

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