* Regatean candidaturas * PRD rechazó a Velasco Chedraui * Coatza: sigue la bronca * AMLO: los militares son criminales * “Desequilibrado”, le llama MAYL * Morena: elección anulada en Coatza * Cayó candidatura de Norberto en Mina * Más corrupción en Fiscalía * Jueces ponen cuota * Vasconcelos y morenistas
Etéreos son los pactos de Yunes con el PAN. Se quiebran y se esfuman. Volátil el de 2010 que lo llevó a las puertas del poder y luego a los golpes con el panismo ingrato, y tan fugaz como el de 2016 que le dio la gubernatura, aterrizando acuerdos parciales, desencantando y entrando en una pugna feroz.
Hoy el golpeteo es frenético, acusado el gobernador de favorecer al priismo, de traicionar y ser traicionado, de encubrir al duartismo y pretender un estado de complicidad con los gobiernos y las bandas a las que decía combatir, que le haría pagar por la quiebra de Veracruz y por los niveles de violencia, muerte, sangre y dolor.
Desgastado, vulnerado, Miguel Ángel Yunes Linares se confronta con el panismo de abajo y con la cúpula nacional. Un caso, el de Ricardo García Guzmán, lo evidencia proclive a compartir el poder con el PRI, a pactar, a enlodar la justicia, generar un estado de impunidad, haciendo suyos a los que llevaron al caos a Veracruz.
Impresentable, García Guzmán sintetiza la corrupción de dos sexenios, el de Miguel Alemán Velasco y el de Javier Duarte, contralor en ambos, maquillando la evidencia del saqueo, callando ante el hurto de los dineros públicos.
De ahí que en campaña Yunes azul lo tildara de “tapadera de Javier Duarte”. Y ya en el poder se placeara con el ex contralor y familia —la esposa y los hijos—, en un cálculo fatal, suponiendo que sólo por ser gobernador los pecados se habían extinguido y la indulgencia alcanzaba a García Guzmán.
De no ser por la decisión del comité ejecutivo nacional del PAN, Ricardo García Guzmán, el ex contralor de Javier Duarte, sería ya virtual candidato a la alcaldía de Pánuco. Un centralazo lo vetó. Un centralazo desfondó a Yunes.
Y así el resto de Veracruz, donde las corrientes y los grupos lo increpan, lo exhiben y denuncian, evidenciando que el pacto que los llevó al poder está fracturado.
Donde Yunes se impone hay reacción, diatriba y reclamo, sea porque se llevó el carro completo o cedió migajas del poder, sindicaturas, regidurías o la promesa de que una vez en los ayuntamientos entregará espacios, sea porque los grupos panistas lo dejaron sin nada.
Una de las voces inconformes es la de Francisco Gutiérrez de Velasco Urtaza, diputado federal, frustrado aspirante a candidato a la alcaldía de Veracruz, quien dice al portal gobernantes.com y otros medios estatales que “entre los grupos de Miguel Ángel Yunes, Enrique Cambranis Torres y José de Jesús Mancha se repartieron las 142 alcaldías, sindicaturas y regidurías que forman la alianza Contigo el Cambio Sigue, y eso dejó a gente muy dolida e inconforme porque no fueron las mejores decisiones sino los intereses propios de esos tres grupos”.
Gutiérrez de Velasco, quien pactara en su momento y causara fricciones entre el yunismo azul, acusa al gobernador de imponer a su hijo, Fernando Yunes Márquez, como el candidato a la alcaldía del puerto de Veracruz en una muestra más clara de la injerencia del ejecutivo estatal en este proceso de selección de candidatos, “y recuerda que su padre Alfonso Gutiérrez de Velasco, que fue un personaje de Acción Nacional en Veracruz, en ningún momento respaldó a sus hijos, sobrinos, o nietos” como ahora lo hace Yunes Linares con su vástago.
Refiere que “ahora el PAN está cayendo en las prácticas que como oposición le criticó al PRI cuando eran gobierno”.
Así en el norte como en el centro y el sur.
No estalló Pánuco pero la burla se consumó. Maniobró García Guzmán, maniobró Yunes y el candidato fue un títere del “contralor tapadera”, Fernando Molina Hernández, operador suyo y miembro de la Sección 32 del sindicato de maestros.
Más desaseado, el caso de David Velasco Chedraui, ex alcalde de Xalapa, ex diputado loca priista, servil a Javier Duarte, a quien Yunes Linares insertó en el PRD, a sugerencia del PAN, para ser candidato a presidir la capital veracruzana.
Nunca renunció al PRI, o cuando menos no exhibió el documento que lo acreditara, requisito exigido en al convocatoria del PRD para inscribirse en la contienda interna. Aún así, el consejo estatal perredista lo avaló en una sesión, el sábado 25, que terminó a los golpes. Impuesto el empresario, miembro de una de las familias más acaudaladas de Veracruz, parecía inminente su candidatura.
Se vino abajo a la medianoche del domingo 26. El CEN del PRD determinó por 11 votos que la candidata debía ser Ana Cristina Ferráez Centeno, cuya familia es propietaria de la estación radiofónica Ava Radio, quien dominaba la encuesta que influyó en la decisión, ademas que sí cubrió los requisitos establecidos en el sol azteca.
Otro caos es el sur. Describía INFORME ROJO, el viernes 23, el nivel de confrontación entre el panismo de Coatzacoalcos:
“Nunca un caos tan devastador como el que hoy vive el PAN. Y peor la vapuleada que se lleva el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que sólo pudo amarrar la candidatura de su hijo Fernando para la alcaldía de Veracruz, la de Ernesto Torruco Vera en Agua Dulce, Zoyla Balderas por Nanchital, y algunos otros espacios.
“Versiones internas del PAN aseguran que de ser nominado Jesús Moreno (como finalmente se confirmó), habría quiebre, que muchos se irán. No estaría mal, pues para poco han servido. Arbedina Teresa King Cancino no aceptaría ser candidata a síndica; su lugar se le asignará a Buli Ruiz (la propuesta quedó en Maritza Fernández Ambrosio).
“Tentativamente los candidatos a regidores serían: Martín Juvenal Patiño, primero (pieza del ex alcalde priista Marcelo Montiel Montiel); Blanca Cuevas, segunda; Aldo De Jacobis, tercero, y Rosy Guzmán Sol, cuarta. Ninguno es de la línea del gobernador Yunes. Patiño viene por Germán Yescas; Blanca Cuevas y Rosy Guzmán son del líder estatal del PAN, Jesús Mancha Alarcón, y Aldo De Jacobis opera en la línea de Julen Rementería del Puerto.
“Ni un solo yunista, ni los recomendados de los aspirantes a la candidatura a alcalde, Juan Manuel Rodríguez Caamaño, Tere King y Alfredo Phinder Villalón.
“Por Las Choapas, teniendo 11 precandidatos, todo indica que irá Carolina López Aguirre de Pouchoulén (también se confirmó), con dos derrotas en procesos anteriores. De los municipios enclavados en los distritos Minatitlán y Cosoleacaque, ni un sólo candidato es de corte yunista. En Pajapan, el ex alcalde Vidal Hernández tenía todas las preferencias y lo bajaron. En Hidalgotitlán y Uxpanapa, fueron postuladas dos damas a quienes ni en su casa las conocen.
“Tiene un punto flaco el yunismo: Carlos Valenzuela, secretario general del comité estatal, cuya incapacidad para negociar dio al traste al proceso de selección de candidatos.
“Yunes azul está pasmado, atado de manos, menospreciado. Le crecieron los enanos al dueño del circo, los grupos liderados por Julen Rementería, Enrique Cambranis, Germán Yescas, el mismo Ricardo Anaya, dirigente nacional, que pasaron de aliados a caníbales, sin advertir que la guerra interna, el festín de las pirañas, terminará siendo el escenario ideal para Morena y su dueño, Andrés Manuel López Obrador, que se frota las manos observando la Torre de Babel del panismo, despedazándose por candidaturas sin futuro, reventando las escasas posibilidades que tenían de medio componer un desastre de antología.
“Una megaderrota del PAN, la resurrección del PRI o el despegue de Morena en Veracruz, será, sin duda, la señal de que Andrés Manuel López Obrador habrá allanado el camino a la Presidencia de México en la tercera reserva electoral del país. Obvio, la miopía del panismo de arriba y abajo no ve algo que está a vista de todos”.
Hoy el panorama es peor. En Coatzacoalcos persiste el enfrentamiento derivado de la imposición del ex priista Jesús Moreno Delgado. Sirve la pugna a grupos panistas sin trabajo ni relevancia, pero que exigen las primeras regidurías de la planilla que contenderá por la alcaldía.
Uno de ellos, quien se inscribió como aspirante a la alcaldía y luego declinó, José Luis Sosa Franco, encabeza la revuelta. Sus vínculos con priistas son innegables. Lo mismo se mueve en la órbita del ex secretario de gobierno en el segundo ayuntamiento de Marcelo Montiel, Víctor Rodríguez Gallegos, como a las órdenes del constructor Rolando Fernández, del equipo del senador José Francisco Yunes Zorrilla. Y en sus ratos libres, le da like en Facebook a todo lo que tenga que ver con Morena.
Caótico el escenario panista. Se comen los grupos al gobernador, lo combaten, lo exhiben, enfrentados quienes en la coyuntura electoral se aliaron y al probar las mieles del poder se confrontaron.
Tres meses después, el pacto Yunes-PAN se quebró.
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Archivo muerto
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A fuerza de tanto encontronazo el Peje López Obrador y Yunes Linares terminarán cansando a sus fans. Llega AMLO a Veracruz y festina que gracias a sus imputaciones el PAN vetó al duartista Ricardo García Guzmán para la alcaldía de Pánuco y que lo del gobernador en su empeño de imponer al senador con licencia Fernando Yunes Márquez como alcalde de Veracruz, es obsesión monárquica y nepotismo sin pudor. Y cuando lo encajona, le pide explicar qué es eso de que no usara a los militares para combatir “violencia con violencia” ni “fuego con fuego”, AMLO termina por volverla a fregar: “Calderón y Peña —dijo el dueño de Morena— han dado la orden al Ejército y a la Marina de llevar a cabo acciones militares que le quitan la vida a seres humanos”. O sea, no sólo reprimen sino que son criminales. Otro lapsus mentalis del Peje. Tres veces lo tildó el gobernador Miguel Ángel Yunes de “desequilibrado”. López Obrador se dio un frentazo en Fortín de las Flores gracias a la pifia del diputado Cuitláhuac García, quien replicó a los disidentes que protestaban por las imposiciones de candidatos de Morena, atribuyendo a que era acarreados en una camioneta del gobierno de Veracruz, y que tenía la evidencia con los datos de inscripción en el Registro Público de Vehículos. Oso mayúsculo, pues la Sefiplan es el órgano de gobierno que realiza tal inscripción. Obvio el dueño del vehículo lo desmintió mostrando la documentación del auto y acreditando que es militante de Morena. Culminó su gira el Dios Peje con la aseveración de que yunes prometió encarcelar a Javier Duarte pero lo dejó escapar. Y así será la próxima visita a Veracruz… En sus dominios, Rocío Nahle García ve caerse una elección, la de sus regidores, los 10 que integrarían la planilla de Morena para contender por la alcaldía de Coatzacoalcos. Anuló la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia la “asamblea municipal” celebrada el 16 de marzo por violación a los estatutos, por falta de quórum legal —asistieron 603 militantes pero no se sabe si estaba presente el 51 por ciento de los comités seccionales—, por permitir que familiares de Rufino Soriano votaran, por no quedar estampadas las firmas de los elegidos en el acta de la asamblea, por realizar el evento en un salón que no ofrecía las condiciones para la elección y por el desorden que desató Consuelo Valentín, señalando que la presidenta de la asamblea Noemí Verónica Beraud Osorio era “ilegal y amañada”. Este sábado 25 se emitió el resolutivo CNHJ-VER-186/17 que tumba la elección. Deja en manos de la Comisión Nacional de Elecciones la designación directa de los integrantes de la planilla, lo que desatará nuevas impugnaciones, esta vez ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, empantanando al pejepartido que parecía llevarla tranquila en Coatzacoalcos, con una intención de voto del 38 por ciento, según encuesta difundida entre círculos priistas. ¿Qué sucederá si alguno de los electos queda marginado de la lista? ¿Invocará la protección de los derechos políticos de los ciudadanos aunque al Peje no le guste que lo lleven a los tribuales electorales? Algo no funciona en el feudo de Rocío Nahle… Debiera saber el neurólogo Norberto Luna cuando el momento político no va. Pudo dejar la candidatura priista a la alcaldía de Minatitlán al trascender una renuncia que asegura nunca presentó. Pudo hacerlo al conocerse los sondeos que desploman al PRI al tercer lugar en la intención de voto, y prefirió seguir. Hoy, por acuerdo de género, su partido lo tumba y plantea que será síndico. ¿Plato de segunda mesa? Será candidata del PRI a la alcaldía de Minatitlán, Reyna León Cheluja, esposa del líder petrolero de la Sección 10, Jorge Wade González, y madre del ex tesorero y alcalde real, Saúl Wade León, sobre quien pesa una investigación por desvío de 117 millones de pesos de origen federal. Si Norberto Luna conoce bien la mente y sus alcances, es el momento de decir adiós. Qué tal si en un campanazo gana el PRI —se vale reír— y le toca encubrir al tremendo Saúl con todo lo que judicialmente podría provocar a futuro… Peor que nunca el aparato judicial en Veracruz. A 10 mil pesos tasan los fiscales las promociones. A 50 mil pesos cobran los jueces las sentencias. Se escandalizan en el gremio de los abogados, viendo que hoy, en el yunismo, la corrupción es peor que en tiempos de Fidel Herrera y Javier Duarte. Brota pus en la Fiscalía General de Jorge Winckler Ortiz, sus agentes en las subunidades de justicia desatados y sin control, aduciendo que el nuevo fiscal regional en el sur, Ricardo Morales Carrasco, “trae nueva tarifa”. Y así se incrementa la mordida. Ocurre igual entre jueces, secretarios y escribientes, todos aduciendo que desde la llegada de Edel Álvarez Peña a la presidencia del Poder Judicial de Veracruz las sentencias “cuestan más”. O sea que estábamos mejor cuando estábamos peor… ¿Quienes son esos importantes integrantes de Morena que en corto, lejos de la vista de muchos, acudieron el jueves 23 a un salón privado del restaurant Los Piquitos, muy selecto y de precios estratosféricos, donde sostuvieron amena charla con el virtual candidato del PRI a la alcaldía de Coatzacoalcos, Carlos Vasconcelos Guevara?…
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Foto: Proceso, XEU, Ventanaver