Yunes Linares: ocho cadáveres de Nogales

* Siguen las ejecuciones * Policías infiltradas por el crimen organizado * 400 Pueblos: fueron más de 40 millones * El abogado de Tony Macías, “aviador” * Ramón Ortiz y Víctor Rodríguez, en Piquitos * Jesús Moreno y la deslealtad de su aliado * Por WhatsApp se entera que se va

Así, brutal, estridente, inició el duartismo: con cadáveres apilados en Boca del Río y cuerpos encajuelados, desmembrados o a medio cocinar, el choque de los cárteles y el mensaje de lo que está por venir.
Más que la quiebra financiera, los medicamentos clonados, la infinita corrupción de Javier Duarte y su pandilla, el saqueo a las arcas, aqueja a Veracruz su otro mal, su mal mayor: el amago del crimen organizado, la violencia sin freno, la guerra por las rutas y los territorios y el desafío al poder. Y eso es muerte.
Hoy son los ocho de Nogales. Los hallaron en una camioneta de lujo, uno con uniforme policial, zambullidos en sangre, detectada su presencia por padres que acudían a dejar a sus hijos, muy temprano, a la escuela.
Suman tres escándalos ya: tres policías de Las Choapas, “levantados”, aparecieron en Huimanguillo, Tabasco, decapitados; tres marinos en Veracruz fueron “levantados” y nada se sabe de ellos, y los ocho cuerpos de Nogales, en los límites con Puebla.
Ahí, en esta violencia creciente, se mide a Miguel Ángel Yunes Linares, en el terreno de la seguridad, en el combate a las bandas delincuenciales a las que dijo que habría de atajar.
Presumía el gobernador en su eterna campaña por el poder, a medio duartismo, que la violencia llegó por complicidad de Javier Duarte y su secretario de Seguridad, Arturo Bermúdez Zurita, el general de cero estrellas, sin formación policíaca o militar. Y que antes, el que sentó las bases del cogobierno con el narco fue Fidel Herrera Beltrán.
Y así fue. Hoy la violencia vuelve, se potencia, golpea a la sociedad y provoca pánico. Se recicla el escenario del duartismo, la muerte como moneda da cambio entre grupos que operan fuera de la ley.
Es Nogales una prueba al yunismo, a merced de cárteles que operan en Veracruz con total impunidad.
Ocho cuerpos, en un auto de lujo, traídos de Puebla, dejados ahí, en Nogales, en el poniente de Veracruz, zona serrana, es la nueva afrenta de los violentos al gober azul.
Refiere los hechos los medios de comunicación. Dicen así:
“Los fiscales lograron saber que durante la madrugada del jueves, de un hotel del vecino municipio de La Esperanza, en Puebla, habían reportado la irrupción de hombres fuertemente armados que sacaron por la fuerza ocho personas que ya se encontraban descansando en distintas habitaciones.
“En ese sitio, informaron medios de comunicación de Puebla, supuestamente se habían llevado con destino a Veracruz a un grupo de policías que se encontraban hospedados en el negocio, aunque ello fue desmentido para mediodía por el titular de la SSP de Puebla, Jesús Morales Rodriguez, quien destacó que los raptados ‘no pertenecen a ninguna corporación policiaca de la entidad’.
“Dijo que ‘tras las primeras indagatorias, realizadas en coordinación con la fiscalía general del estado, se determinó que presuntamente son originarios del estado de Veracruz’.
“En el lugar cercano al hotel de donde se los llevaron, también se localizó un vehículo con placas del estado de Veracruz, presuntamente propiedad de los plagiados.
“Otros informes de la Fiscalía estatal, indican que podría tratarse de un problema entre grupos de la delincuencia organizada distintos.
“La región donde se dieron los hechos, está en disputa entre distintas facciones del grupo delincuencial Los Zetas y el Cártel de Jalisco Nueva Generación por el control de las rutas del robo de hidrocarburo a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“El 19 de enero pasado, tres elementos de la Policía Municipal del vecino municipio de Mariano Escobedo, fueron reportados como desaparecidos en medio de un supuesto enfrentamiento con civiles armados”.
Se sabe hoy que los muertos no eran poblanos sino de Veracruz. Fueron levantados en Esperanza, Puebla. Portaba uno de ellos ropa falsa, uniforme policíaco apócrifo. Se sabe que en realidad no pertenecen a ninguna corporación.
Es la guerra entre los cárteles, esa que ya no se iba a dar, los zetas contra las chivas en zona centro de Veracruz.
Y gobierna Yunes Linares con el enemigo en casa, su policía, que es la policía duartista, peca de duartista, infiltrada, coludida y operando para los que transgreden la ley.
Opera Yunes con la misma policía del duartismo, sus vínculos evidentes con las mafias, la policía criminal de Arturo Bermúdez, la que una y otra vez estuvo implicada en actos violentos, en violaciones a la ley.
No todas, dice el gober azul, están implicadas, coludidas con el crimen organizado. Pero algunas sí.
Es el caso de Ciudad Mendoza, quizá Las Choapas, donde ya hay investigación.
“Hay una creciente ola delictiva en la zona de Córdoba. Hemos detectado que hay policías municipales en esa zona infiltradas por la delincuencia. En el caso de Ciudad Mendoza tomamos la decisión de desarticular la Policía Municipal, de sustituirla por Policía Estatal. Se está haciendo una investigación a fondo y vamos a actuar en otro municipio en los próximos infiltrados (…). No se tiene sospechas, se tienen elementos”, expresó.
Infiltran los cárteles a la policía y esa colusión provoca el repunte de la delincuencia.
“Hay algunos elementos —agrega— que nos indican que en otros municipios de esa zona podría haber filtración de la delincuencia organizada en la actividad policiaca. A eso se debe que haya crecido la delincuencia en las últimas semanas”.
En Las Choapas ya se investiga la “posible colusión con la delincuencia organizada”.
Gobierna Yunes Linares con una policía que sirve a los cárteles y cuando no lo hace o cambia de bando, le ajustan las cuentas, levantan a sus efectivos, aparecen con huellas de tortura o mutilados.
Es su escenario, desafiado por los cárteles, sin respuesta inmediata, sin nada que no se haya visto ya en el duartismo y antes en la fidelidad.
Hoy son los ocho cadáveres de Nogales. Habrá más.

Archivo muerto

Aclarando, no amanece; a veces se empina, se incrimina. Admiten los Del Ángel, César y su hijo Marco Antonio, que los 40 millones recibidos por el gobierno de Javier Duarte son reales. Y que fue más, mucho más. Dicen que fue producto de un acuerdo con el entonces presidente Vicente Fox Quesada, que así concluyó el conflicto que los 400 Pueblos llaman el despojo de Patricio Chirinos Calero y Miguel Ángel Yunes Linares por un predio de 2 mil hectáreas en el norte de Veracruz. Marco Antonio del Ángel Arroyo, el ex diputado duartista, sostiene que “Javier Duarte ya estaba en el poder y Gobernación interviene”, que hubo convenio, que de los 40 millones otorgados por Fox una parte se usó para adquirir mil hectáreas de terreno —le llama ranchos—, que se acordó que el gobierno de Veracruz contribuyera con otros 40 millones de pesos. Categórico, Del Ángel Arroyo afirma que la Federación debe a los 400 Pueblos 14 millones y el gobierno de Veracruz 17 millones. Hay convenios y está la firma del entonces secretario de Gobierno, hoy diputado independiente, Gerardo Buganza Salmerón. Refuta el joven Del Ángel Arroyo al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares: no fue un pago de Javier Duarte de 40 millones anuales. Horas después, su padre, Cesar del Ángel Fuentes confirma y agrega: hubo otros 20 millones de pesos en efectivo por parte del gobierno federal. Ahí fue cuando se determinó que el gobierno veracruzano aportara los 40 millones de pesos. Otro personaje que suscribió los convenios fue Reynaldo Escobar Pérez, ex secretario de gobierno fidelista y procurador de Javier Duarte. A la postre, Reynaldo terminó siendo el abogado de los 400 Pueblos. A la par, en Poza Rica, este jueves 2 un grupo de personas que se ostentó como ex integrantes de los 400 Pueblos se manifestó para denunciar que eran obligados a protestar desnudos, algunas de ellas menores edad, con la promesa de que recibirían un terreno —es corrupción de menores—. Sigue el show de los 400 Puercos y sus ¿100 millones? Y a todo eso, ¿sabían algo de esos 100 millones los encuerados a los que hacían bailar, o agredir, o apedrear? ¿sabían algo las ancianas que botean sin ropa en las calles, entre los autos, las que portaban las cartulinas cuando en Naolinco asediaron a Yunes Linares?… Entre los 90 aviadores de CMAS, destaca uno: el abogado de Tony Macías. Detalla el reportaje de Ignacio Carvajal en Liberal del Sur y Blog Expediente MX nombres, puesto y salario, y hace énfasis en los “aviadores” de Jesús Antonio Macías Yazegey, el suegro incómodo de Javier Duarte, el prófugo ex gobernador de Veracruz. Se lee el nombre de un tal Cristian Gabriel Mateo Paz, el insigne abogadazo de Tony Macías, el que lo representa legalmente y cuya redacción es digna de un psiquiatra, quizá de un especialista en lenguas. Escribe con las patas pero bien que cobraba sus 20 mil pesos al mes, adscrito a la nómina de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatzacoalcos. O sea, dinero del pueblo. Mínimo se hubiera inscrito en primeras letras. María Elena Ramón Ochoa cobraba —o cobra— 83 mil 375 pesos. La dama, según versión de empleados de CMAS, está ligada al ex director, Eduardo García Luna. Hay salarios de escándalo, algunos de 100 mil por mes. Y los guaruras, las cocineras, el empleado de Frutas y Verduras y el de Blue Lobster, todos al servicio de Tony el incómodo. Hay maridos de señoras, y ex maridos, que todo el tiempo lloraban por no tener un centavo en la bolsa. Hasta los de Tatahuicapan de apellido Bautista ahí están. Diario del Istmo, en cambio, le pegó al Clan Ramón con otro fin: el negocio de la publicidad en los recibos de pago, que inició el joven Munguía, sobrino de la esposa del director del rotativo, y que por su ausencia forzada se lo quedó la parentela. O sea, denunciando un abuso para cometer otro abuso… En corto, casi en las sombras, Ramón Ortiz Cisneros y Víctor Rodríguez Gallegos construyen su futuro. A eso de las 15:20 de este jueves 2, se les vio en el restaurant Piquitos, en la zona céntrica de Coatzacoalcos, en un privado. Ortiz Cisneros, que lo mismo pica aquí que pica allá, que es del PRD o del PAN, ahora busca amarres en el PRI. No hay foto en que no salga con Jesús Moreno Delgado, ex priista, dizque peleado con Marcelo Montiel. Y si se trata de posar junto al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, mejor. Eso mismo hacía con Alejandro Wong Ramos, ex regidor, perredista, cuando suponía que por ahí entraría a un cabildo o lograría una diputación, o ya de perdida un contrato de obra. Gusta ahora de los cartuchos quemados, de un Víctor Rodríguez que viene de una derrota electoral, frustrado su sueño de ser diputado local, menos el federal. A todo le tira el líder del Grupo Ortiz, queriendo abarcar todo. Lo cierto es que no tiene con qué. Y Jesús Moreno creyendo que su aliado era fiel… Por Whatsapp se enteró Leonardo Lozada Parra que su tiempo en el Registro Civil concluyó. Mínimo le hubieran corrido la cortesía de formalizarle la renuncia, que preparara la entrega-recepción. Pero no. Por una red social le llega el aviso y se pone a la disposición de lo que superioridad determine, o sea el gobierno yunista. Lo releva Nori Torruco Vera, esposa del neopanista Juan Manuel Rodríguez Caamaño, al que así le quitan la posibilidad de ser candidato a la presidencia municipal de Coatzacoalcos. Son tretas sabidas en política. Si ya le dieron una posición, no se le puede dar más. Sólo un golpe de timón podría evitar que Nori Torruco sea la nueva encargada del Registro Civil…

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