PRD en Veracruz

PRD: si no está muerto, lo parece

2007 fue el año de Fidel Herrera Beltrán. Le torció la mano a la democracia, cooptó a la oposición, inundó de despensas Veracruz, derrochó millones y más millones del erario público, compró a los pobres con unas migajas, hizo operar a la burocracia de alto nivel en zonas electorales y recuperó el Congreso estatal.
Fidel Herrera Beltrán se robó la elección y comenzó a disfrutar de la “plenitud del pinche poder”.
¿Dónde quedó el PRD?
Secuestrado por Nueva Izquierda —los Chuchos—, por Izquierda Democrática Nacional —los bejaranistas—, por Foro Nuevo Sol —los Amalios— y un cúmulo de tribus que no arreglan el escenario pero que son diestros para descomponerlo, que destruyen en vez de construir, el PRD en Veracruz terminó postrado ante el régimen de la fidelidad

Pepe Yunes y Héctor Yunes

Javier Duarte: minigobierno para reventar a los Yunes rojos

Veracruz es un infierno político con Javier Duarte. Su pandilla, el fidelismo del cual procede, sigue operando desde las instituciones, acumula dos sexenios —la docena trágica— y ahora se allega dos años más, el minigobierno articulado con doble fin: encubrir sus corruptelas y boicotear a los Yunes rojos.
Pobre tipo. Encabeza una asonada legaloide, pasada su reforma de ley por la inmoralidad de un Congreso estatal títere, de nivel ínfimo, que le aprueba todo así sea una barbaridad, que no lee sus iniciativas, que no las modifica, que avala un período de gobierno recortado.

Javier Duarte se burla de Veracruz. El Congreso aprueba la gubernatura de dos años.

Javier Duarte: minigobierno para delinquir

Vestido de lo que es, un infractor de la ley, Javier Duarte se burla de Veracruz. Modifica la Constitución. Consuma un atraco político. Y sienta las bases para imponer un sucesor de dos años que encubra su desgobierno y maquille su corrupción.
Le acompaña en la aventura el Congreso estatal, 45 infames que avalaron la propuesta de minigobierno, dándole al fidelato una extensión de poder para terminar de bordar el episodio más oscuro en la vida institucional de Veracruz.

Karime Macías y Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz

Javier Duarte: engaño al Congreso federal

Casi todo le sale mal a Javier Duarte. Casi todo. Lo que sí supo fue engañar al Congreso federal, arrancarle 500 millones de pesos, prometer un hospital de especialidades en Coatzacoalcos y no decirles que el terreno donde se edificará no es propiedad del gobierno de Veracruz. Eso es audacia perversa.
Su nueva hazaña tiene que ver con el hospital de especialidades, una obra a realizar de mil millones de pesos, enclavada en el poniente de Coatzacoalcos, pomposamente llamado el “Hospital de Karime” por supuestas gestiones de su esposa, Karime Macías Tubilla, un proyecto cuyos cimentos no se hallan bajo tierra sino en una nube de la ilusión.

Javier Duarte de Ochoa solo recibe críticas y rechiflas por parte de los asistentes a los juegos Centroamericanos y del Caribe 2014

Javier Duarte: los juegos de la rechifla

Apuesta fallida, la de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 ha sido una pesadilla para no recordar. Javier Duarte, gobernador de Veracruz, se ha empeñado en demostrar que es tan ineficiente para enfrentar la brutal violencia que sacude a Veracruz, los ejecutados, los secuestrados, los mutilados, como para construir las villas olímpicas que, entre otras cosas, le hubieran dado seguridad a los atletas y evitarles robos, asaltos y golpes.