400 Pueblos, Duarte, Fidel: asunto de cómplices

* Caso Maryjose: que intervenga la CNDH  * Se parte el cabildo de Coatza  * Las intrigas de Diego  * Keren y Lu-pilla, “son pareja”  * El puente Coatza I para Tony Macías  * Inminente relevo generacional en Diario del Istmo  * Coatzacoalcos, entre los 25 más endeudados del país  * Paseíto en Brasil

Denigrados por su líder, el vetusto y decrépito César del Ángel Fuentes, los 400 Pueblos sirven por igual como ariete de agresiones políticas, espectáculo nudista, hazmerreír de todos —las ancianas en cueros— y, por si algo faltara, como grupo porril para embestir a la periodista Claudia Guerrero Martínez. Es la mano de Javier Duarte. Es la sombra de Fidel Herrera Beltrán.

Sitian ahora el hogar de la autora de Entre lo Utópico y lo Verdadero, dueña del periódico Veraz, y suscitan lo único que contiene su agenda: violencia. Lanzan objetos, proyectiles hechizos, latas de frijol con piedras en su interior, botes de refresco; profieren gritos ininteligibles y entre ellos la voz “réplica”.

Raya el mediodía del martes 29 de julio. A eso de las 11:30 se observa a un grupo de mujeres en el parque Enrique Camarillo. Comienzan a gritar. Reclaman su derecho de réplica a un comentario vertido en la columna de Claudia Guerrero y a informaciones aparecidas en el sitio electrónico Veraz.com, propiedad de la periodista.

Gritan e intimidan. Nada se hace sin la venia de su líder, César del Ángel Fuentes.

Comienza el show. Las mujeres bailan. Suenan las bocinas llevadas exprofeso para el ataque. Danzan sin ton ni son. Aquello no es un baile; es el caos, una masa amorfa que en su brincoteo  espera atraer miradas y comentarios. Y lo logran: todos en contra, el repudio general.

“Más de 80 mujeres bailando al son de la música de enormes bocinas de audio, propiedad del mismo Movimiento 400 Pueblos y además, hombres con sombrero y morral tomando Coca Cola y uno de ellos y presunto líder, con su “pachita” de aguardiente y portando extrañamente un llavero de la Torre Eifell, de esos que son vendidos en París en cada visita turística, los cuales, lo reconocimos por tener uno igual, traído de regalo por una hermana que visitó esta ciudad de Francia…”, refiere Claudia Guerrero en su columna política.

Volaban los proyectiles. Alcanzaban los bienes de la periodista. Paredes, puertas, ventanas recibiendo metralla. Un parabrisas del auto familiar, roto. Y en el interior, su familia, valiente, dispuesta a defender lo suyo.

Esa mañana, Claudia Guerrero alertó al gremio y a la opinión pública. Usó las redes sociales. Advertía de un nuevo ataque a sus bienes, a su hogar, una vez más a manos de las hordas de César del Ángel, caricatura de líder que si no es con violencia simplemente no existe.

Sabríase del silencio y la omisión del secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, la máscara de Fidel Herrera Beltrán, tan dado a esas truculencias y a embestir a sus enemigos desde la cobardía de las sombras; la del Cisne, Alberto Silva Ramos, vocero del duartismo, que sólo sirve para enfrascarse en reyertas en Twitter donde siempre sale vapuleado y a desatar su sospechoso egocentrismo con selfies que terminan en memes donde lo que queda en duda es su hombría; la de Arturo Bermúdez Zurita, titular de Seguridad Pública, cuya policía sirve para el escándalo, para la extorsión, para el levantón o para testimoniar la agresión, verlos ahí, violentos, y solapar a los 400 delincuentes; o la del procurador Luis Ángel Bravo Contreras, que teniendo en sus manos la denuncia de Claudia Guerrero por el ataque en enero de 2012, nada hace para aplicar justicia. Nadie mueve un dedo. Es el código de la pandilla duartista.

Van dos ataques sobre Claudia Guerrero. Decíanse ofendidos los 400 rufianes, el 30 de enero de 2012, discriminados, agraviados y así “justificaron” su embestida a las antiguas instalaciones de veraz.com, danza de por medio, orinadas a media calle, lluvia de proyectiles, piedras, huevo, ante la mirada de su líder, César del Ángel Fuentes, evidenciado en fotografías, testigo de su fechoría.

Aquello nada tenía que ver con la discriminación ni con ofensa alguna. La ofensa la profieren César del Ángel y sus 400 empleados a Xalapa y a los xalapeños cuando usan la vía pública como letrina, como sanitario al aire libre, cuando desquician la ciudad, cuando se encueran a la vista de todos, de niños, de mujeres, y todo para mostrar sus miserias.

Aquello fue un distractor cuando estaba en el Congreso la aprobación de la cuenta pública del último año de Fidel Herrera Beltrán, su gobierno cuestionado, su descomunal deuda, la corrupción, el desvío de recursos, las obras fantasma, los puentes imaginarios, el dinero federal que debió ser devuelto porque no se aplicó conforme a la normatividad. Era mejor que los medios de comunicación se ocuparan de una agresión a una periodista crítica, que de las sinvergüenzadas de la fidelidad.

Ahora el pretexto es el derecho de réplica. Dice Claudia Guerrero que ahí gritaban las mujeres de los 400 Pueblos que se les negaba su derecho de réplica. ¿Sabrán qué es eso?

Ese mismo martes 29, en un oficio, los agresores fijaban postura respecto a una entrevista realizada por Claudia Guerrero a “un grupo de campesinos que acusan al Movimiento de los 400 pueblos de haberlos despojado de tierras y de amenazas de muerte”.

Tildan la entrevista de “inducida” y ventilan su conflicto con el dirigente campesino Balfrén González Montalvo, líder del Comité Regional Campesino CNC en el municipio de Álamo-Temapache, a quien acusan de un ataque armado contra el grupo de César del Ángel, según la denuncia 89/2008, integrada entonces por el subprocurador en la Zona Norte de Veracruz, Tomás Cristóbal Cruz.

El punto cuarto del oficio, es, por decir lo menos, demencial: “Los despojos y amenazas de muerte que Usted indujo de que nos acusaran en su entrevista, deben ser presentadas ante la Procuraduría de Justicia del Estado y no sólo ante los medios, como usted y otros periodistas acostumbran amparados en la impunidad, como cuando Usted nos acusó que le robamos 20 computadoras”.

Fuera como fuera, con derecho de réplica o sin él, la consigna era agredir. Crítica, valiente, documentada, Claudia Guerrero recibe la embestida no porque le duela el juanete a César del Ángel cuando ella escribe sino por los múltiples casos de corrupción que denuncia, que involucran al círculo más allegado al gobernador Javier Duarte, las rémoras de la fidelidad, las pillerías de Edgar Spinozo, Gabriel Deantes, Adolfo Mota, Erick Lagos, Jorge Carvallo, Alberto Silva, Antonio Ferrari, Fernando Charleston, Raúl Zarrabal y el hermano incómodo, Cecil Duarte, el de los contratos millonarios, el de los prestanombres, el de los secuestros.

De la mano de Javier Duarte, los 400 Pueblos fueron su grupo agresor en la campaña al gobierno de Veracruz en 2010. Con la sombra de Fidel Herrera, la asesoría legal de Reynaldo Escobar —recuérdesele cuando criminalizó a los 35 ejecutados de Boca del Río, falseando datos de Plataforma México— y con la impunidad de su lado, atacan de nuevo a quien ejerce la libertad de expresión y documenta el lodazal en que se maneja la política en Veracruz.

Hoy los 400 Pueblos siguen arremetiendo contra los enemigos de Duarte y Fidel, contra la prensa crítica. Son el brazo ejecutor de los depredadores de Veracruz, los que provocaron la quiebra del estado, la miseria, el abandono, el olvido.

Trivializada su protesta, César del Ángel no vale nada. Un payaso de circo resulta más serio, más respetable. Los 400 Pueblos, con su desnudez no ganan adeptos.

Sigue Javier Duarte en su condición de enemigo de la prensa. Así es su nivel. Serpentea el gobernador. Usa a sus aliados para amedrentar a sus críticos, ausente la hombría, ausente la moral, ausente la dignidad.

Sólo les faltó que el gober bailara desnudo. Habría sido de escándalo.

Archivo muerto

Abandonada a su suerte, negada la atención médica, Maryjose Gamboa Torales vive la inquina de Javier Duarte, sus maledicencias, el odio sin reserva. Afectadas sus vértebras, la periodista de Notiver comienza a experimentar los estragos del accidente en que atropellara a José Luis Burela López, muerto por el impacto, y por el que el gobierno de Veracruz falseara pruebas, imputara estado de ebriedad y exceso de velocidad al conducir para negarle el derecho a la libertad bajo fianza. A Maryjose, autora de la columna Al Aire y ahora Desde el Penal, que redacta en el interior del Penalito de Playa Linda, le han conculcado su derecho a ser revisada, valorada y diagnosticada por un médico especialista sobre las lesiones y sus consecuencias. Javier Duarte se lo ha impedido en tres ocasiones. Su caso va a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no como el ardid emprendido por el abogadazo de la parte contraria, Jorge Reyes Peralta, que usa a la familia del muerto para picotear a todo lo que se identifique con el panista Miguel Ángel Yunes Linares, a cuyo grupo pertenece Maryjose Gamboa. Ahí, en la CNDH, se dará cuenta de cuántas violaciones a la ley viene cometiendo la pandilla duartista. Y habrá culpas, pues además de la falsedad de la acusación en un caso de homicidio imprudencial, sin agravantes, hay severas violaciones al debido proceso… Ocho ediles caminan ya por la libre, irritados por verse reducidos a convidados de piedra, meros testigos de lo que ocurre en el ayuntamiento de Coatzacoalcos. Son, así, sin más, una simple mayoría que puede cambiar el curso político y el andar de la administración joaquinista. Su voto en el cabildo es clave. Ahí se atoran las obras, las inversiones, las acciones, los estados financieros mensuales, la cuenta pública anual. Es la primera crisis que enfrenta el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol. Ser ediles y no tener voz ni voto, rebasados por los directores de área, por secretarios, por asesores, por achichincles, por emisarios del marcelismo, genera pasiones, rencores y resabios. Ocho ediles son mayoría, pero si alguno fuera planchado, el cambio es mínimo. El cabildo está dividido, fuera de control, como ovejas en contra del pastor. Y por si algo faltara, un expediente de denuncias está por abrirse. Esto le pasó a Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”—, pero cuando llegó al primer año. No a la mitad… Se fue OCACSA y dejó el cobro de peaje del puente Coatzacoalcos I en manos de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas de Veracruz. O eso parece. Lo toma en realidad Pedro Luis de Guadalupe Trujillo Rosaldo, ex director de Obras Públicas en Coatza y Acayucan, constructor y encargado de Plaza Sendero, que se erige en el Parque Tecnológico Puerto México. Revive, pues, Pedro Luis Trujillo de la mano de su ahora protector y padrino, Jesús Antonio Macías Yazegey, mejor conocido como el suegro del gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. O sea, nuevo negocio para Tony. De nada… Sobradamente imprudente, en sus días en el DIF de Coatzacoalcos solía Diego Fernández vociferar que Lupita Félix de Theurel y Keren Prot Vázquez, hoy agente municipal de Allende, “son pareja”. Pareja política, por supuesto; parejos sus objetivos, pero pareja al fin. Mordaz, al entonces director del DIF no se le veía en el ánimo de Keren Prot, y menos con esos exabruptos. La vida lo llevaría por donde no imaginaba. Keren ganó la agencia municipal y lo tiene con él. Hoy Diego Fernández es director de Atención Ciudadana. Voluble su carácter, lenguaraz, imprudente, inaguantable, ya se cuida de andar diciendo que Lu-pilla y Keren “son pareja”. ¿O todavía lo dice?… Se avecina una crisis en Diario del Istmo y sus filiales. Negados para el periodismo, hábiles para succión, los vástagos de José Pablo Robles Martínez ven cerca ya el relevo generacional. La vida así es. A nadie se le dio escribir. Garabatean letras pero eso no es transmitir ideas ni formar opinión. Son periodistas sin serlo. No pesan ni sacuden a nadie. Días difíciles están ahí nomás… Coatzacoalcos en el grupo selecto. Forma parte de los 25 más. Sí, de los 25 municipios más endeudados de México. En esos 25 se concentra una deuda de 23 mil 482.3 millones de pesos, el 50.4 por ciento del total nacional. Según la página aregional.com, Coatzacoalcos enfrenta una deuda de 510 millones de pesos; ocupa el lugar 19 de los 25 con mayores pasivos; es el más endeudado de Veracruz. Y mientras, Marcos Theurel hasta avión propio tiene… ¿Quién es ese personaje que así, sin mucho ruido, sin darle aviso a nadie, se fue a disfrutar del Mundial de Futbol a Brasil porque mas vale pedir perdón que pedir permiso y que hoy, por esa escapada, está más frío que un pingüino?…

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