Rocío Nahle simula no ver lo ‘jijo’ que es el gobernador

La matrona y el rufián son tal para cual. Nahle cierra los ojos al abuso y las tropelías, a los inocentes en las cárceles, a los muertos en prisión, y al desacato a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Cuitláhuac —dice la insensata— “es hombre solidario y justo”.

Puede crecer el repudio al gobernador, asquearse la sociedad, calar el miedo a la policía criminal, a los ministeriales que torturan, asfixian y patean, y la encubridora no se inmuta ante el dolor que sacude a Veracruz.

Puede confinar tras las rejas a los enemigos políticos, reos por ser antiMorena, y la partera política de Cuitláhuac García vocifera que “tenemos la fortuna de contar con un buen gobernador”.

Sólo la secretaria de Energía no quiere admitir lo “jijo” que es Cuitláhuac ni el daño que le hace a Veracruz.

La matrona y el rufián se bañan en el mismo lodazal.

Se pudre el Palacio de Gobierno. Emana tufo a corrupción, los desechos descompuestos de un régimen que lo mismo se roba un centavo que saquea millones con contratos sucios y obras sin licitación, con contratos de obra a amigos y cómplices, con contratos a empresas fachada, o que pacta, o que transa, o que se mimetiza con el Cártel de Sinaloa, y doña Rocío Nahle le tira una flor al gobernador. “Es solidario y es justo”… el rufián.

Se gozan los abusivos, los protegidos de Cuitláhuac y del secretario de Gobierno, Eric Cisneros, acosando mujeres, asediándolas en los espacios de trabajo, siguiéndolas a sus hogares, condicionándoles el empleo, y la secretaria Nahle le ve justicia y solidaridad al gobernador. Y eso que es mujer.

Llega Cuitláhuac al culmen, al clímax, al punto máximo del aquelarre cuando desafía a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, rechazando con improperios, primero, con silencio y omisión, después, la sentencia que tumbó la parte medular del delito ultrajes a la autoridad, el que le sirve para encarcelar inocentes vía la fabricación de agravios.

Y un mes más tarde, el Congreso de Veracruz sigue rebelde. Se resiste a publicar en la Gaceta del Estado la sentencia de la SCJN que deroga las causales clave del delito ultraje a la autoridad, el arma del gobernador, de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Fiscalía estatal para llevar a miles de veracruzanos a prisión.

Su Congreso incurre en desacato. Su líder, Juan Javier Gómez Cazarín, ese guiñapo político de malas mañas, encargado de acaudillar a la mafia morenista, olímpicamente arguye que no hay necesidad de adecuar el Código Penal de Veracruz en atención a la sentencia de la SCJN porque ya se notificó al máximo tribunal su acatamiento.

El desacato es flagrante. En Veracruz los jueces se resisten a liberar a procesados por el delito ultrajes a la autoridad mientras el Congreso estatal no derogue la agravante. Oficialmente, el delito sigue existiendo. Oficialmente, los reos no pueden ser liberados. Y así el juego y rejuego que le permite al sátrapa de palacio mantener el clima de terror.

Pero “tenemos la fortuna de contar con un buen gobernador”, vocifera Nahle.

La matrona habla por su engendro. Así inició 2022, destilando complicidad. El 2 de enero, Rocío Nahle emitió un mensaje en la red social Twitter en que salía al paso del escándalo por la aprehensión del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, José Manuel del Río Virgen, el nuevo preso político del gobernador.

Antes, en diciembre, había colmado de elogios a Cuitláhuac. “Reconocimiento a tu trabajo y entrega —expresaba sin sorna— para salvaguardar la seguridad en todo el territorio de Veracruz. Una gran tarea y responsabilidad, @CuitlahuacGJ”.

Esa gran tarea no existe.

Una deplorable tarea ha sido la fabricación de culpables, la mentira para acusar, el arresto ilegal, el arresto sin flagrancia, sin orden de un juez, la privación de la libertad atropellando derechos, la siembra de armas y drogas, la tortura infame al inocente para admitir delitos que no cometió.

Una defensa infame bulle en las neuronas de Rocío Nahle, exaltando la entrega de Cuitláhuac “para salvaguardar la seguridad en todo el territorio de Veracruz”. Qué carajos come esta señora.

Algo no procesa Rocío Nahle. No carburan la mente. No hay demagogia que pueda ocultar los caminos de sangre, el rojo criminal, el miedo en el ambiente, el régimen de terror, la continua violación a la ley, el desgobierno morenista en Veracruz. Nahle sólo simula no ver la realidad.

Cuitláhuac se sostiene oculto en las enaguas de la secretaria de Energía, cobijado de la ira de Andrés Manuel, del reproche por la estridencia de sus abusos y el escándalo de sus infamias, el desgobierno, las masacres, el ir y venir de la violencia, el maquillaje a la estadística del feminicidio, el constante agravio a la sociedad.

Nahle lo cobija cuando el tema de los presos políticos en Veracruz estalla. Le llama justo y solidario al tiempo que José Manuel del Río yace en prisión, acusado de un homicidio, sin pruebas, con sospechas y conjeturas, como refiere el juez federal que le concedió el amparo.

Lo mete a su regazo cuando el senador Ricardo Monreal aprieta, dimensiona el uso arbitrario del delito de ultrajes a la autoridad, exhibiendo el encarcelamiento de inocentes, el sometimiento del aparato judicial, los jueces al servicio del sátrapa de palacio.

Nahle lo encubre porque son de la misma ralea: bajos e inmundos, arbitrarios e intolerantes, soberbios, falaces, insensibles al dolor.

A Nahle se le encargó operar el relevo de Cuitláhuac García en la crisis de 2019 y 2020, tras la masacre del Viernes Santo, en Minatitlán, con saldo de 13 muertos; los ataques del Cártel Jalisco Nueva Generación; el asesinato de cuatro policías en Córdoba, y el recrudecimiento de la extorsión, quema de negocios, fachadas baleadas, el señorío del crimen organizado.

Y Nahle sólo lo acalambró. A punto de las lágrimas, Cuitláhuac García ofreció una redención que nunca llegó. No se aplicó. Se intensificó el desgobierno, la corrupción, la persecución a los enemigos, la cárcel como amago, el estado de terror y un nuevo escándalo: el video en que delincuentes ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación evidenciaban al secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, como protector del Cártel de Sinaloa.

Rocío Nahle fue su partera política. Es su madrina en Morena. Con Nahle en el gobierno de Veracruz, en 2024, si se modifica la Constitución local allanándole el camino a la zacatecana, todo seguirá igual. O peor.

Nahle será una extensión de Cuitláhuac. Seis años de caos, seguidos de otros seis años de caos.

Rocío Nahle es superlativamente más arbitraria, intolerante, impositiva, arrebatada, impolítica, ambiciosa. Y en torno a la química de Río Grande se teje una intrincada red de corrupción.

De ser la recaudadora de López Obrador, enlace con empresarios que sirvieron al prianismo, como quedó a la luz con el caso Eva Cadena, pasa ser clon de Cuitláhuac García.

Y cuando todo mundo ve el desastre, Nahle simula no ver lo “jijo” que Cuitláhuac es.

La matrona y el rufián son tal para cual.

Archivo muerto

Tlayudas y anafres, trompo de pastor y el tanque de gas a medio pasillo, y la del tarot. Folclor puro en la central avionera de López Obrador. “Váyanse a la TAPO”, gritó un día Rocío Nahle y resultó profecía. El Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles es la TAPO del aire. No tiene el nivel de un hub, ni compite con Panamá, ni se equipara al Benito Juárez de la Ciudad de México. No le llega al malogrado NAICM, el de Texcoco, que el presidente canceló aduciendo corrupción, sin que hasta la fecha haya un sólo corrupto sujeto a proceso penal. Lo medular no son las tlayudas que los invitados y acarreados consumían —y qué bueno que la señora que los vendía haya hecho su día— sino la osadía del mesías de inaugurar una obra inconclusa, como en los tiempos del PRIAN; la necedad de hacerlo aunque haya deficiencias, techos a medio construir, carencia de agua en baños, accesos aún sin terminar. Déjese la tlayudas que le sirven a Andrés Manuel para hablar de clasismo y racismo, otro ardid para distraer. Lo medular es que el presupuesto se le disparó de 75 mil millones a 116 mil millones de pesos; que la Secretaría de la Defensa Nacional, usufructuaria de la construcción y de las utilidades —el negocio de los generales— no haya solventado aún la aplicación de recursos por 12 mil millones de pesos correspondientes al ejercicio 2020, como señaló la Auditoría Superior de la Federación; que miles de millones se manejaran en las cuentas bancarias personales de los mandones del Ejército. Opera el AIFA sólo 12 vuelos nacionales y ocho de carácter militar al día, contra los 980 vuelos que se realizan en el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México. Y el rasgo hilarante: ver y escuchar al general Gustavo Acevedo, director de la construcción, hablarle a una estatua; presentarse ante la imagen de metal del general Felipe Ángeles y agradecerle que le haya dado su nombre a la terminal avionera. Episodio de orates. Y al segundo día, la realidad: ya sin el acarreo, el AIFA lucía al mínimo de pasajeros. El AIFA es la TAPO del aire, cumpliéndose la profecía de la secretaria de Energía, Rocío Nahle. Es, efectivamente, reflejo, retrato de la Cuarta Transformación. Pero el AIFA es nota efímera. Lo medular sigue siendo la vida de placer de José Ramón López Beltrán, hijo del presidente; el lodazal de corrupción, intrigas, tráfico de influencias, abuso de autoridad, extorsión, espionaje, del que se acusan el fiscal Alejandro Gertz Manero; el ex consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, y la ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y la violencia, la economía en cero, el pésimo manejo de la pandemia, la embestida al INE, la manipulación de la revocación de mandato, la violación de la veda electoral, el ataque a los críticos y la impunidad al círculo más cercano al presidente López Obrador. Ahí es donde Andrés Manuel se entrampa y se empieza a desmoronar… Pactan Amado Cruz Malpica y el ex regidor Noriel Prot Cabrera. Cede la familia Prot y entregará el control de la agencia municipal de Villa Allende, impulsando al candidato Alejandro Trujillo Hernández, alias El Cabezón”. Como reflejo de ese arreglo, el voto de la regidora Renata Prot Vázquez será para las propuestas del presidente municipal morenista y los Prot se quedarán con el manejo del sistema de ferrys que atraviesa el río Coatzacoalcos, que une a la cabecera municipal con Villa Allende. Negocio redondo… Notario Alejandro “N” se le pone al brinco a fiscal y la policía lo retira. El célebre energúmeno pretendía que la fiscal de delitos sexuales judicializara la denuncia que interpuso contra su ex esposa, y lo bateó. El sátrapa alegaba y alegaba, intentado salirse con la suya, y nada. Crecía el reclamo. Pretendía que se le diera la razón, que le entregaran la custodia del hijo. Intentaba que se le diera crédito a la denuncia que, como un ardid mal armado, fraguó, un montaje urdido por una mente paranoica. Esa denuncia la interpuso para contrarrestar la que tiene encima por violencia intrafamiliar, sustentada en diversos episodios en los que la entonces pareja describe sus cambios de personalidad desde que vivían en Vancouver, Canadá, lenguaje violento, agresiones, celotipia, amenazas e, incluso, ya de regreso al país, en la Ciudad de México, un intento de asesinato al llevarla de los cabellos hasta el balcón desde el que, la dama afirma, pudo ser arrojada. Los argumentos contra el troglodita notarial Alejandro “N” pesaron más que su denuncia mamila con la que ha pretendido pasar de victimario a víctima, de verdugo a inocente, de sátrapa a ángel de Dios, sin que impresione a nadie. La fiscal lo bateó. Y por excederse, por intentar presionar, tuvo que ser sacado del lugar con el auxilio de la policía… Deja Xóchitl Arbesú Lago la Secretaría de Turismo. Renuncia “por motivos personales” pero que nadie atina a esclarecer. Que si fue por falta de resultados, que si por el contrato con sobreprecio al regidor electo de Minatitlán para instalar la pista de patinaje en Coatzacoalcos, que si por el desaseo en la contabilidad, que si por el uso de la dependencia para el turismo de su familia. Su relevo es Iván Martínez Olvera y a su lado tendrá a Héctor Aguilera Lira, quien es ya subsecretario de Promoción y Atención Turística… Seis años después, la notaría 14 de Coatzacoalcos vuelve a Enrique Aguilar Urcelay. Por sentencia judicial queda sin efecto la resolución del 19 de enero de 2016, emitida durante el duartismo, que lo marginó del notariado. Aguilar Urcelay fue separado de la notaría, despojado de su patente y sus trámites asignados a otros fedatarios. El notario la peleó con uñas y dientes, tirando la resolución del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, cuando los magistrados integrantes del Tribunal de Justicia Administrativa le dieron la razón, el 8 de marzo de 2018. Cuatro años más tarde, este 16 de marzo, se publicó en la Gaceta Oficial del Estado de Veracruz la resolución acatada por el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, a quien se instruyó comunicar a la Dirección de Notarías y Registro Público de la Propiedad para restituirle los derechos a Aguilar Urcelay. Sólo le queda librar un juicio de carácter penal y volverá a ejercer al frente de la Notaría 14…

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Foto: Presencia

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