Yunes Linares: el discurso, la justicia, el odio

* Barcelona no, Pacho Viejo sí  * Promete cárcel a Fidel, Duarte y la pandilla  * Campa y los cinco desaparecidos  * No a todos escuchó el subsecretario  * OPLE 30: consejero con pasado priista  * Fue agente del MP en Las Choapas  * OPLE 29: Bolaños, Keren Prot y el fraude en Allende  * Lodo para Víctor Rodríguez

Real o no, por justicia o por odio, el discurso de Miguel Ángel Yunes vende. Agita a los marginados, irrita por el desastre financiero, indigna por las víctimas de la violencia, la impunidad de los narcos, la sangre de los inocentes. Le dice a los veracruzanos lo que los veracruzanos quieren oír. Sea un embuste o no, electoralmente vende.

Ya casi es candidato de la alianza PAN-PRD, registrada como “Unidos para Rescatar a Veracruz”, y el tono de sus palabras es más acre, lacerantes sus juicios, la promesa de cárcel que enciende a los enemigos de la fidelidad, a los que desdeñan a Javier Duarte.

¿Se le puede creer a Yunes Linares? Morena dice que no. Uno de los hijos políticos de Andrés Manuel López Obrador, su líder estatal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, dice que PAN y PRI son más de lo mismo, trenzados en un engaño, amafiados para retener el poder, movidos por el saqueo, por el agravio a la sociedad, por lo que representa Veracruz, la segunda reserva electoral del PRI, la que podría definir el rumbo de la sucesión presidencial en 2018.

Ya no son PRI-AN. Ahora son PRI-AN-PRD, dicen los pejistas, manchados los tres partidos con el Pacto por México que impulsó las desastrosas reformas estructurales de Peña Nieto y que no le dieron al país ni estabilidad ni desarrollo.

Otra es la visión de Yunes Linares. Para rescatar a Veracruz, deben pasar por la justicia las mafias priistas, Fidel Herrera Beltrán, el ex gobernador; Javier Duarte, el títere actual, y sus respectivas pandillas, los Silva, los Deantes, los Spinozo, los Erick, los Mota, los Tarek.

Les augura cárcel y que lo robado retorne a las arcas públicas. Les llama corruptos y se resiste a ser cómplice por omisión. Los veracruzanos “somos los otros”, dice el diputado federal panista ahora con licencia. Y los otros “no fuimos cómplices” del desastre.

¿Se le puede creer? Morena dice que no. El panismo y los perredistas aseguran que sí.

Su discurso se nutre de la furia social. Sus palabras llegan a oídos que quieren oír. Habla Yunes azul de lo que la gente quiere, de lo que la irrita, de lo que la hiere, de lo que la frustra.

Og Mandino tendría a Yunes Linares en un pedestal. Es el vendedor más grande del mundo. Y lo que vende son palabras.

Habla Yunes Linares cuando se registra para ser postulado por el PAN, el domingo 31 de enero, en Xalapa. Semanas atrás el PRD venció la tentación duartista de no ir con el PAN a la contienda por Veracruz. Regatearon, presionaron, fueron amagadas las tribus con la renuncia de su líder nacional, Agustín Basave Benítez, y cedieron casi por unanimidad.

En el PAN no hubo mayor traba. Salvo Juan Bueno Torio, el ex senador, ex diputado, ex amigo de Fox, ex cuestionado director de Pemex Refinación, que terminó renunciando a su militancia para convertirse en candidato independiente, las otrora corrientes enemigas de Yunes Linares lo secundan, obvio después que les conceden candidaturas y espacios en el gobierno de Veracruz si es que Yunes azul se puede imponer al fraude priista que está por venir. Los mercenarios no tienen color.

Habla Yunes Linares como si odiara a Fidel Herrera, como si despreciara a Javier Duarte, como si la sed de venganza fuera obsesión.

Y eso, quiérase o no, vende.

“El PRI —dice— quiere una campaña sin debate, en la que no esté presente el desastre que vive Veracruz, en la que no les recordemos que ellos son los culpables del desastre. Ellos son los que llevaron a Veracruz al desastre y lo tienen que asumir.

“Nosotros somos los otros, los que desde la oposición advertimos, señalamos, denunciamos; nosotros, los otros, el resto de los veracruzanos, los que no fuimos cómplices, dijimos una y otra vez que el gobierno priista llevaba a Veracruz al precipicio y así fue. Que cada quien asuma hoy su responsabilidad en esta historia y enfrente el juicio ciudadano. La nuestra será una campaña de contraste, y lo hacemos desde hoy, desde este mismo evento”.

No perdona ni su sangre. A Héctor Yunes Landa, su primo, tácitamente candidato del PRI al gobierno de Veracruz, lo exhibe.

“Junto a Miguel Alemán —sostiene—, aval del candidato del PRI, debieron marchar también con él Fidel Herrera y Javier Duarte, a quienes sirvió con lealtad y quienes desean continuar la cadena de encubrimiento y corrupción que iniciaron hace ya casi 18 años. Que no quieran sorprendernos: son los mismos, son lo mismo”.

Y de ahí la letanía:

“El creciente rechazo social lo tienen bien ganado. Se tienen que ir porque llevaron a Veracruz a una tragedia social de enormes dimensiones: casi 5 millones de veracruzanos en situación de pobreza, de los cuales 2 millones tendrán problemas para comer hoy mismo.

“Se tienen que ir porque llevaron a Veracruz a vivir con miedo, con pánico. Porque hoy ocupamos el primer lugar en desaparecidos, porque aumentó exponencialmente el número de secuestros y homicidios, porque hace unos días la propia policía estatal desapareció a cinco jóvenes, porque antier en el municipio de La Perla asesinaron a un niño de 11 años cuando defendía a su madre del ataque de una banda y el mismo día secuestraron en Poza Rica a dos niñas, de seis y siete años, a quienes arrancaron de las manos de su propio padre, y mientras tanto Duarte está en Houston de vacaciones disfrutando del dinero que le ha robado a los veracruzanos.

“Se tienen que ir porque abrieron las puertas de Veracruz a la delincuencia organizada y se volvieron sus principales aliados.

“Se tienen que ir porque saquearon las arcas públicas y hoy los veracruzanos debemos más de 100 mil millones de pesos.

“Se tienen que ir porque llevaron la corrupción a niveles inconmensurables y hoy frente a un pueblo empobrecido se exhibe con impudicia la riqueza de un grupo de maleantes magnates, con riqueza originada en el gobierno.

“Se tienen que ir porque desaparecieron el Estado de Derecho para establecer el abuso y la represión como método de gobierno.

“Se tienen que ir porque no respetaron los derechos humanos, las libertades sociales, las libertades individuales.

“Se tienen que ir porque llevaron a Veracruz también a la quiebra de la moral pública, porque sometieron  a los poderes legislativo y judicial, porque violentaron la vida democrática”.

Se mofa de Yunes Landa, su sangre. Se burla de la operación limpieza que anuncia el priista en la casa llamada Veracruz:

“Y yo le digo que la casa ya la limpiaron, se llevaron todo. Él trae una escoba, yo traigo la Constitución General de la República y la Constitución Política de Veracruz. Yo voy a aplicar el Estado de Derecho, voy a aplicar la ley. Sí se tienen que ir, pero a presentarse ante los jueces y a devolver lo que se robaron. No se irán a Barcelona a refugiarse, irán a Pacho Viejo a responder frente los jueces por todas las pillerías que hicieron en Veracruz”.

¿Se le puede creer a Yunes Linares? Su discurso beligerante no da tregua. Golpea a sus adversarios, sus enemigos, los truhanes de la fidelidad que iniciaron el desastre y los pillos del duartismo que terminaron de hundir a Veracruz.

Promete y puede que no aplique la ley. Amenaza y puede que no haga justicia. Pero lo que dice, el discurso carcelario, electoralmente vende.

Morena dice que es una farsa. PAN-PRD dicen que no. Pero nadie, ni Pepe Yunes ni Héctor Yunes, ni Juan Bueno, ni Moreno Brizuela, que decir de Buganza, nadie logró insertar en la sociedad la promesa de cárcel para Fidel y Duarte como lo hizo Yunes azul. Y eso vende.

Quizá sea rollo. Quizá los lleve a prisión.

Archivo muerto

Mucho ruido, una promesa, una esperanza y un desaire. Llegó Roberto Campa Cifrián a Tierra Blanca y atendió a los familiares de los cinco jóvenes de Playa Vicente levantados por policías estatales y entregados al crimen organizado, el 11 de enero. Ofreció que la Gendarmería Nacional se queda, que seguirá la búsqueda, que en ocho días habrá resultados, que se establecerá un sistema de comunicación, revelando a los familiares los avances de la investigación. Con Campa iba “Culín”, alias el fiscal, alias Luis Ángel Bravo Contreras, cuyas mentiras y enredos son fuente de repudio e incredulidad, matador y resucitador de narcos a los que seis meses después la policía aprende por golpes de suerte. Campa fue por lo de los cinco jóvenes y nada más. Otros desaparecidos en Tierra Blanca —refieren que son más de 30— no formaban parte de la agenda. A los familiares de los otros levantados los rechazaron, les impidieron el paso, les ofrecieron atención, pero después. A Campa Cifrián lo enviaron a sofocar el escándalo, a diluir el reclamo, a evitar que los padres y hermanos de los cinco jóvenes acudan a la ONU, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al cuerpo diplomático acreditado en México, los embajadores, como ocurrió con el caso Moisés Sánchez Cerezo, el periodista levantado en Medellín, cuyo cadáver reposaba en la morgue y Javier Duarte, el desgobernador, y su fiscal “Culín” se negaban a reconocer que había sido asesinado. Campa llegó y se fue. Fue un show. Lo único rescatable es que en ocho días deberá tener resuelto el caso de los cinco jóvenes de Playa Vicente. Ojalá que sea para bien… Que Amadeo Flores Espinosa llegó al PRI por prelación. Ajá. Sabrán lo que dicen quienes afirman semejante barbaridad. Si se hubiera respetado la prelación, Regina Vázquez Saut  habría aplicado como presidenta del PRI, dada su condición de secretaria general. Y si no ella, el inefable y arbitrario Fidel Kuri Grajales, diputado federal que gusta del escándalo y la agresión, por ser secretario de Organización del tricolor. Y así en orden, según el cargo que ostentaran los integrantes del comité estatal del PRI. Pero Amadreo Flores fue llevado e impuesto como líder estatal violando los estatutos, atropellando el artículo 163 que prohíbe la reelección, pues el ex procurador duartista ya fue presidente de su partido en los tiempos de Patricio Chirinos Calero. No fue asamblea, ni se convocó a consejeros estatales, ni se cubrieron las formas, como bien apunta el periodista Edgar Hernández en su columna Línea Caliente. Se usó el “Encuentro del Priismo de Veracruz” para dar un albazo, un verdadero asalto, típica imposición en quienes detentan el poder y hacen añicos la ley. Prelación, ni soñando. Y todavía hay que ver las falacias de quienes pretendieron desvirtuar los argumentos de Luis Guillermo Franco, priista con voz crítica y sólidos juicios, cuando documentó que la reelección de Amadreo viola los estatutos del PRI. A todos les respondió y a todos los calló. Luego les cuento… A ciegas camina el OPLE en el distrito 30, el Coatzacoalcos Rural. A ciegas porque los consejeros saben de todo, menos de cómo llevar un proceso electoral. Los encabeza Beatriz Adriana Aguilar, presidenta del Órgano Público Local Electoral en el distrito, que de entrada lidia con la bronca del pago de renta del inmueble que sirve de sede. ¿Imparcial el OPLE? Obvio que no. Su vocal de Organización es Adrián Eduardo Gómez Ortega, ex agente del Ministerio Público en Las Choapas, acusado de todo, de proteger abigeos, de pedir dinero, incluso de disponer de terrenos que no eran suyos sino parte de un caso, ventilado judicialmente. Priista, quiso Adrián Eduardo ser candidato suplente de José Luis Sáenz Soto en la contienda por la diputación federal en 2015, en el distrito 14 de Minatitlán, sin lograrlo aunque pujó hasta el último suspiro. O sea que un priista tiene a su cargo la importantísima, crucial, Vocalía de Organización, la que determina dónde se ubican las casillas, la que sabe quién es funcionario de casilla, la que puede cambiar el sentido de la votación. Y a todo esto, ¿qué dicen, denuncian, repudian, los partidos de oposición al PRI, representados en el OPLE del distrito 30? ¿O ya los absorbió el tricolor?… Agustín Bolaños Castillejos no la tiene fácil. Bronqueado con los partidos políticos, el consejero podría salir el OPLE en el distrito 29, el Coatzacoalcos Urbano, entre otras por aquel episodio en que justificó que “por cortesía” se le permitiera a Miguel Romero Valladares acudir a la sesión de instalación sin disponer de acreditación oficial por parte del Partido Verde. Tramitan ya su exclusión y no han faltado quienes recuerden que imparcial no es. Agustín Bolaños fue representante del Partido Nueva Alianza ante el IEV, en Cosoleacaque, en la elección de 2010. Luego cambiaría de camiseta. Terminó siendo auxiliar de la agente municipal de Villa Allende, Keren Prot Vázquez, priista, cargo desde el que validaba cesiones de derechos de terrenos, previo pago de cuatro mil pesos. Según la denuncia de uno de sus “clientes”, el mismo terreno lo validó en la misma fecha a otra persona. Bronca, pues la que le viene. No lo quieren los partidos políticos representados en el OPLE, le actualizan su pasado en el Panal y le recuerdan el fraude en la agencia municipal de Villa Allende. Así no se puede ser consejero electoral y presumir imparcialidad… Avalancha mediática, la que trompicará, arrastrará y sepultará a Víctor Rodríguez Gallegos, que desde ya se siente diputado local por Coatzacoalcos Urbano. Se ventilarán maniobras suyas, guerra sucia, lodo a granel sobre opositores y priistas, sobre enemigos y también amigos, ese paso fugaz de la pobreza al marcelismo, los millones públicos en sus manos, los cabos sueltos en la Sedesol estatal, el uso de los programas sociales para comprar votos, la constructoras, Protección Civil como porra de campaña. Mega pela para el pupilo de Marcelo Montiel Montiel, con el que el ex alcalde y ex delegado de Sedesol federal en Veracruz tendrá que caminar en colonias, ejidos y hasta en el mar, para que los electores no lo despedacen. Dicen que de esta ni San Marcelo lo salva…

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Foto: La Gazeta

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