Regina Vázquez: tan priísta como antipriísta

* “Renuncio”, dijo en 2013… y se quedó  * Diputada federal del PAN, en 2003  * Mapache compravotos  * Un caso de evasión de reos  * El primo que mató al tío  * Y ahora secretaria general del PRI estatal  * ¿Cómo andan Héctor y sus padrinos?  * El Cisne recluta minialcaldes del PAN   * Despertaron tarde los regidores

Según amanezca, Regina Vázquez Saut se asume panista, priísta, antipriísta, mapache del AVE, renegada y altanera, retadora y soberbia, capaz incluso de ejecutar una evasión de reos con tal de salvar a una compradora de votos. Así logró ser la nueva secretaria general del PRI en Veracruz.

Hechura de su padre, el cacique del sur, Cirilo Vázquez Lagunes, ultimado por un comando armado, al estilo del narco, Regina tiene altibajos emocionales que definen qué tan loco anda el PRI.

No se sabe que sea bipolar, pero Regina Vázquez Saut un día ama al PRI y otro lo desdeña.

En 2003, por ejemplo, lo odiaba. Lo derrotó en el feudo de su padre, Acayucan, cuando contendió por la diputación federal, en un episodio político que evidenció que al PRI se le gana a distancia, a control remoto, con sólo activar el pago de favores entre la gente del campo.

Cirilo Vázquez estaba preso. Confinado en el penal de Pacho Viejo, acusado de cuatro crímenes, distribuía su tiempo entre su defensa legal y la operación política con que habría de apabullar al PRI en sus dominios. Y así lo hizo. Todo desde una celda.

Decidió el cacique que su primogénita fuera candidata del PAN. Regina Vázquez se vistió de azul, combatió al PRI, sus prácticas de compra de votos, el control de los órganos electorales y el silencio de los medios de comunicación, el fraude en toda su expresión.

Y ganó de calle. Asumía la diputación federal por Acayucan, mientras su tío José Jesús Vázquez Gonzalez, medio hermano de su padre, derrotaba al PRI en Cosoleacaque. Iban dos parientes al Congreso, los dos del PAN, barriendo al PRI.

Aquello fue una mascarada cirilista. Una vez que probaron las mieles del poder, fue como un adicción que tiempo después les fomentó el PRI. El consumidor y el proveedor. El éxtasis total.

Andaba en esas, vestida de panista, votando contra el PRI, cuando Cirilo Vázquez ya traía  otros proyectos. A Fabiola, la intratable hermana de Regina, la convirtió en alcaldesa de Acayucan. Ni las conocían en el feudo del cacique, pero bastaba que él acudiera a los ganaderos y campesinos, a los empresarios y a los peones, para que el voto se derramara en su favor.

Miles de créditos tramitó —y coyoteó— el caudillo ante Banrural, y de ahí consiguió la respuesta de su gente el día de la elección.

Mientras Cirilo vivió, era de risa ver a Fabiola ostentarse como alcaldesa. Andaba con una mega libreta en la mano mientras el jefe del clan decidía qué hacer, a qué petición darle curso y que temas enviar al olvido. Era su secre.

Y cuando ocurrió el atentado, el 20 de noviembre de 2006, Fidel Herrera las cachó.

Del funeral salieron más priistas que los priistas. Y partir de ahí, han sido fidelistas y duartistas.

Regina Vázquez regresó al Congreso federal, en 2012, vía un megafraude a Xóchitl Tress, la viuda de Gregorio Barradas Miravete, aquel cirilista que en 2007, siendo diputado del PAN, luego de la elección local en Veracruz, con la maquinaria fidelista llevándose todo, lanzó un incendiario discurso que remató con una frase que caló: “En Veracruz, la única fidelidad que existe es al narco”.

Goyo Barradas fue asesinado en 2010, a unos días de que asumiera la alcaldía de Rodríguez Clara, sacudida la región, convulsionado el PRI, en ascuas todos pues no se sabía si el asunto venía de Fidel Herrera o del narcotráfico.

Su viuda, Xóchitl Tress, aludió al encono con la alcaldesa saliente, Amanda Gasperín Burbarela, y ahí dejó la sentencia. Luego, cuando buscó ser diputada federal por el distrito de Acayucan, fue exhibida en fotos donde se revelaba un tórrido romance con el marido de Amanda, el diputado priista Rafael Rodríguez. Qué triángulo: azul-tricolor.

Regina Vázquez no fue ajena a esa bajeza, exhibida Xóchitl Tress con los senos al aire, en selfies, en besuqueos y escenas de amor. Excélsior difundió las fotografías y la candidata del PAN se desplomó, repudiada por la familia y los amigos del marido fallecido al que le juró, como diría Juan Gabriel, amor eterno.

No se arredró Xóchitl Tres. Quiso ser alcaldesa de San Juan Evangelista, en 2013, y otro Vázquez, Abel, hermano del cacique ultimado, la derrotó. Dejó entonces su máscara de yunista azul y terminó estableciendo otro romance, esta vez político, con Javier Duarte.

Qué importaron las sexifotos, qué importó el escándalo, qué importó que hubiera sido del establo de Yunes Linares. El gobernador le confirió un cargo justo a la medida de la super amiga de Los Tigres del Norte: la Dirección de Espacios Educativos, del que la echó meses después, dicen que luego de un pleito de alcoba en Casa Veracruz.

Y Regina volvió a ser diputada federal, “haiga sido como haga sido”, con lodo o con tretas pues de lo que se trataba era de aportarle al PRI mayor presencia en San Lázaro. Y en esos casos el lodo es lo suyo.

No contendió por la alcaldía en 2013. Apoyó a Marcos Martínez, candidato de Alternativa Veracruzana (AVE). O sea, gobernar desde la oposición.

Ahí protagonizó un episodio ilegal cuando acudió al rescate de una mapache compravotos, regidora del ayuntamiento de Acayucan, Agustina Domínguez Pascual, pescada en plena faena.

Así lo reseñó el portal Imagen del Golfo:

“De acuerdo con la información, el percance de la edil quien viajaba con dos auxiliares, fue interceptada por priistas en la comunidad de Pitalillo, dónde ofrecía mil pesos por la credencial de elector; más tarde a las 22:12 horas del mismo viernes; fue sorprendida en la calle Lerdo con la citada cantidad, de los que 7 mil pesos estaban prensados a propaganda el AVE, informaron priistas, quienes solicitaron la presencia de la SSPE para denunciar a la funcionaria; momentos en que se dio el altercado entre ambos grupos, al llegar los uniformados, procedieron a la retención de los participantes en la gresca.

“Tiempo después, al filo de la medianoche; arribó a la sede policiaca, Regina Vázquez Saut, quien luego de los ultrajes a la autoridad declaró: ‘Jamás había sucedido esto hace mucho tiempo en Acayucan a cualquier ciudadano y colaborar del ayuntamiento; Acayucan ha tenido elecciones en paz y te lo hablo como representante popular y como ciudadana que he participado en diferentes ocasiones en elecciones, siempre las elecciones han estado lo más tranquilas’ ”.

Y entonces soltó la amenaza de renuncia al PRI:

“ ‘Esta nunca ha sido la política con la cual nos hemos manejado; nos retiramos totalmente del PRI por este hecho, no compartimos esta política de agresión, cuando Acayucan ha sido presa en estos últimos años de una psicosis de seguridad pública y ha sufrido levantones y hemos visto a doctores secuestrados y hemos visto a gente extorsionada. Me retiro del PRI en este momento, esa es mi postura’ ”.

Regina no se fue. Siguió en el PRI. Impuso funcionarios en el ayuntamiento de Acayucan y cogobernó con Marcos Martínez.

Los Vázquez protagonizan el show de los Vázquez. Regina y Fabiola Vázquez se han confrontado con sus tíos Abel y José Jesús Vázquez González y no han faltado las acusaciones y el ataque.

José Jesús vociferaba que Regina había incurrido en desvío de recursos públicos y que sus actos de corrupción habían quedado en el olvido. Y tiene razón. Siendo alcaldesa de Acayucan, dejó de enviar los estados financieros al Congreso de Veracruz durante un año. La cuenta pública no pasó.

Intervino Fidel Herrera, envió a sus topos financieros, hurgaron, hallaron soporte legal —inventaron facturas o las compraron— y armaron la documentación que Regina Vázquez presentó en forma extemporánea. Maquilló el delito pero el delito ahí está.

De delitos están llenos los Vázquez. Su primo Miguel Ángel Vázquez Bonilla asesinó a otro medio hermano de su padre, Héctor Vázquez Joachín, la noche del 15 de septiembre de 2013.

Se habían confrontado por la disputa de la alcaldía de San Juan Evangelista. Miguel Ángel apoyaba a su hermano Carlos Vázquez Bonilla, candidato de AVE. Un día, su tío Abel y Héctor lo encañonaron. Juró Miguelito que no lo dejaría pasar. Y mató a Héctor. Huyó a Argentina, donde había residido por cinco años, y allá fue aprehendido y extraditado a México, donde fue recluido hasta que ganó un amparo. Impunidad, divino tesoro.

Regina Vázquez no traga a sus tíos ni a sus medios hermanos, Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi, pero es bien correspondida. Pero cuando el PRI los convoca, todos se suman.

Fuera de la alcaldía y dos diputaciones federales —la primera ganada con fraude y las otras también—, Regina Vázquez no tiene mayor carrocería política. Sabe denostar, sabe lanzar lodo, sabe someter a los adversarios del PRI, pero políticamente no pesa un gramo.

Supuestamente había renunciado PRI porque le encarcelaron a su mapache de ocasión, pero se mantuvo ahí, agazapada, sin alcanzar mayor proyección, acarreadora de votos y nada más.

De la mano Fidel, vía El Cisne Alberto Silva, vía Javier Duarte, llegó a la secretaría general del PRI estatal.

Bien por los priístas. Primero, cuando era panista, les arrancó una diputación. Luego renuncia al PRI. Incurre en un acto de evasión de reos. Y la premian con el segundo cargo en relevancia en el PRI de Veracruz.

Eso es saber trepar.

Archivo muerto

¿Por qué calla Pepe Yunes? Deja pasar la polémica, se agazapa, apenas habla, como si la instrucción fuera no meterse en los conflictos del gobernador Javier Duarte. Condena la misoginia de Alberto Silva, alias el Pato de Tuxpan; presiona al gordobés con el millonario adeudo a la Universidad Veracruzana, y desaira la invitación al Quinto Informe de gobierno. Habla lo necesario, ausente de la batalla verbal que lo posicionó por la candidatura del PRI al minigobierno de dos años en 2016. Quien sí se mueve es Héctor Yunes Landa, según una fuente, porque sabe que la denuncia impacta, atrae reflectores, desgasta a los adversarios, sacude al priísmo. Pero, ¿habla Héctor Yunes con el aval de Manlio Fabio Beltrones, con la venia de Alfredo Del Mazo, con el apoyo de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación? ¿O ya lo soltaron? El discurso incendiario suple todo. Atrae la atención, posiciona y sacude a las bases y a los electores potenciales. Lo que está por verse es si Héctor Yunes sube el tono del discurso por línea de sus referentes nacionales o si lo hace porque ya siente su frialdad. Cuentan los insiders que es porque ya no hay señales.  A ver… Bien por El Cisne. Al estilo de Fidel Herrera, su mentor, va cachando alcaldes trapecistas, chaqueteros y oportunistas, para sumarlos a causa de su vilipendiado PRI. De por sí Alberto Silva es un apestado entre los priístas, que lo repudian por su misoginia, porque llegó a la dirigencia estatal con un golpe de estado, impuesto por Javier Duarte a contrapelo de todos —diría el gallego, “sólo por joder”— y ya en funciones ha convertido el respeto a sus bases en un espectáculo de luz y sonido sin dignidad. Su nueva adquisición es la alcaldesa de Aquila y su hijo, quien es líder del PAN municipal. O sea, caciques azules. Sofía Gervasio Salazar y su retoño Luciano Raymundo Suárez Gervasio, son ahora la mega conquista del Pato de Tuxpan. Y ella lo explica: “Mi hijo y yo hemos decidido sumarnos al PRI y platicamos con el presidente Alberto Silva Ramos quien trabaja en la conformación de una gran alianza por Veracruz con partidos progresistas, organizaciones civiles y ciudadanos que desean que a Veracruz le vaya bien”. Eso es política de altura. Aquila seguramente aportará el cúmulo de votos que definirán la elección de 2016. Y seguro la “gran alianza” a que se refiere la ex cacique azul de Aquila es la del PRI con la CNC, uno de sus sectores, y con AVE, Partido Cardenista y Panal, los partidos patito de la fidelidad. Fenomenal… Tan pasivos, tan planchados, por fin despiertan los ediles del PAN. Increpan al alcalde Joaquín Caballero Rosiñol por excluirlos de la Comisión de Desarrollo Social y Humanista, de nueva creación, obligatoria en los 212 municipios de Veracruz. No se oponen —señalan—a la creación de la comisión sino a que la encabecen dos priístas: la síndica Alejandra Theurel Cotero y el regidor José Antonio Chagra Nacif. A juicio de los ediles panistas José Uribe Pozos, Martha Hernández Montalvo, Víctor Esparza Pérez y Luis Rendón Martín, ambos son priistas y representan los intereses del theurelismo y el chagrismo. Suponen que con esa declaración sacuden al alcalde, modifica la asignación y los coloca ahí, vigilantes del uso de los recursos  sociales para los marginados, la que ha sido la llave de cada elección, donde se dispensan favores y se obtiene el voto. Vuelven a la vida cuando van dos años de gobierno municipal y la obra pública es irreal, si acaso la que se disputan el director de Infraestructura, Guillermo Ibarra Macías, y el subdirector de Construcción, Juan Tomás Palma García; o las obras que pasan de noche, tamaleadas las licitaciones; o el control de calidad que no se aplica; o el saqueo de despensas en el DIF a manos de un miembro de la familia real; o el caso de la pseudopsicólogas, Yahana Arizveidy Lozada Parra y Patricia Salcedo Gómez, que usurparon funciones oficiales para separar a un niño de su madre, la maestra Lilia Gema Santiago Ríos. Todo ameritaba un posicionamiento suyo en el cabildo, que nunca llegó. Reaccionan, tarde, pero por algo reaccionan…

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Foto: Analista.mx