* Subdirectora de Inspección y Notarías * Liz Yunes, la notaría 8, Amadeo, el procu de Javier Duarte * Mónica Robles ya succiona al candidato * Kalimba, al acecho del pupilo de Marcelo * Morena o UCISVVER segunda temporada * Revientan perredistas elección en Cosolea * Un Tapia para candidato
Liliana Yunes Yunes —Liz Yunes— es un hilo sensible, el más fino, entre Héctor Yunes Landa, su padre, y Javier Duarte. Sirve al grupo en el poder y con un cargo de alto nivel exhibe, evidencia, que el precandidato del PRI duartista sí es.
Pregona Héctor Yunes que al gobernador de Veracruz lo habrá de pasar por la ley, que hable y explique el destino de los 35 mil 400 millones de pesos de origen federal, que de la cero tolerancia se pasará a la cero impunidad. Y Liz Yunes es pieza del duartismo.
Dice que las obsesiones están en su primo Miguel Ángel Yunes Linares, precandidato del PAN-PRD al microgobierno de dos años, y en el mismo Javier Duarte, y que él le dará cauce a Veracruz. Y Liz Yunes incrustada en el gobierno duartista.
Si por querer un Veracruz más seguro es ser incómodo, expresa Héctor Yunes en su balconeo en redes sociales, sí, es incómodo. Y Liz Yunes en la nómina duartista.
Proclama Héctor Yunes que como diputado local y senador ha sido crítico del gobierno de Veracruz y eso lo ha vuelto incómodo. Y Liz Yunes apretando notarios en toda la entidad por orden de la pandilla duartista.
Si querer un Veracruz sin corrupción y pelear por los veracruzanos es ser incómodo, se ufana Héctor Yunes, sí, es incómodo. Y Liz Yunes en la cúspide del poder, en la órbita de Javier Duarte.
Nada incómoda, en cambio, la hija del precandidato del PRI es funcionaria de alto rango en la cueva de Javier Duarte y los 40 ladrones, subdirectora de Inspección y Archivo General de Notarías en la Secretaría de Gobierno, ahí por donde han pasado ilustres duartistas como Sor Buganza, alias Gerardo Buganza Salmerón, el cordobés errante desterrado a la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, devuelto a la Segob y echado a una candidatura independiente a gobernador que fue una trampa para deshacerse de él.
Pasó por la Segob Erick el Z, alias Erick Lagos Hernández, el hijo político de Fidel Herrera, tapadera del ex gobernador cuando presidió la Comisión de Hacienda en el Congreso de Veracruz, en los días en que Héctor Yunes era líder cameral y el atraco a las arcas trasponía esa aduana porque entre los fidelistas la complicidad es virtud.
Algo mueve a Erick Lagos. Fidelista como es, muta a hectoryunista pues en el fondo, como proclama Yunes azul, Héctor y Fidel y Duarte son los mismos y son lo mismo. Salada la Secretaría de Gobierno, hoy tiene a su peor ejemplar —y eso que superar a Erick el Z es toda una proeza—: Flavino El Oaxaco, alias Flavino Ríos Alvarado, detractor de Javier Duarte en los albores del sexenio, el que mostraba a quien fuera que las cifras del gran peculado fidelista yacían en el Plan Veracruzano de Desarrollo, de la autoría del gordobés, y ahí constaba que no eran 3 mil 500 millones como decía Fidel sino 34 mil millones.
Ya se ve que la formación académica no exime de caer en el fango. Liliana Yunes —Liz Yunes— es abogada por la Universidad Anáhuac —no es UV— con maestría en Asesoría de Imagen y Consultoría Política por la Universidad Pontificia de Salamanca. Rediez.
Tiene en el duartismo próspero su hábitat. Con los hijos políticos del gobernador convive y a ellos sirve.
Provoca risa, pues, escuchar al precandidato del PRI al microgobierno de Veracruz, Héctor Yunes, en su proclama de cárcel a Javier Duarte, que nadie se va liso e impune, que el gordobés aclare dónde están los 35 mil 400 millones que la Federación envió a Veracruz. Sería tanto como enjuiciar de paso a su retoño.
Y suelta: “Tengo la solución para los problemas de Veracruz, incluida la corrupción. Veracruz necesita un gobernador, no un celador; el odio no es un buen consejero. Después de la justicia, daremos tranquilidad a los hogares y bienestar a los veracruzanos”. Ajá. Y Liz Yunes formando parte de la pandilla duartista.
Cuenta su currículum que Liliana Yunes fue abogada auxiliar en la notaría número 8 de Xalapa, otro reducto duartista. Y resulta que esa notaría es la del hoy líder ilegítimo del PRI en Veracruz, Felipe Amadeo Flores Espinoza, titular de ella por 24 años, amigo y socio político de Héctor Yunes, ambos en la tercera edad priista.
Ahí laboró Liz Yunes, en el feudo de Amadreo, que luego fue a parar como procurador de Veracruz, quizá la peor etapa de su vida política intentando maquillar el desastre del aparato judicial de Javier Duarte, quemándose las manos con los crímenes de periodistas, imputándole a unos ligas con los narcos y malosos, a quienes, según su versión, no respaldada por la PGR, les pedían el favor de ejecutar a otros colegas.
¿Algún otro Flores con rasgos duartistas en la notaría 8? Sí, Felipe Amadeo Flores Villalba, hijo de Flores Espinoza, primero notario adscrito, titular desde el 18 de febrero de 2010 hasta que Javier Duarte lo nombró director jurídico de la oficina del gobernador.
Son duartistas los Amadeos, encubiertos y cobijados por Javier Duarte, que hizo al vástago de Flores Espinoza magistrado en el Tribunal Superior de Justicia, sin méritos, sin trayectoria judicial, sin prestigio, irritando a muchos, provocando el repudio de juristas y del sector más íntegro del Poder Judicial.
Trapecistas del poder, los hectoryunistas vienen pujando por el poder, simulando que entre ellos y el duartismo no hay química y que ahí se aplica la ley física de que el agua y el aceite no se mezclan.
Incómodo dice ser el precandidato el PRI, luego que Javier Duarte lo instara a criticarlo para simular un deslinde. “Yo mismo le recomendé que empezara a criticarme”, reveló el gordobés a Imagen de Veracruz, periódico del Clan de la Succión, los Robles, José Pablo e hijos, y Mariú y los otros hijos.
Incómodo es, alardea Héctor Yunes en su spot en Facebook, pero muy cómoda se siente su hija duartista, Liliana Yunes, en el seno del gobierno de Javier Duarte, en la subdirección que le sirve para reventar notarios rebeldes, con faltas administrativas, con quejas reales o inventadas, a quienes la investigación los deja al aire.
A la otra mafia, los notarios afines, la Secretaría de Gobierno ni los toca. Flavino Ríos es notario 9 en Minatitlán. Iván Hillman, ex alcalde de Coatzacoalcos, es notario 5 en Coatzacoalcos. Juan Hillman Jiménez, su padre, y Yohan Hillman Chapoy, su hermano, son notarios 4 y 2 luego de una permuta por aquello de que el más joven tiene la misión de cubrir el lodo acumulado del papá. Yossy Juventina Félix Porras, notaria 29 en Minatitlán es hija de la ex alcaldesa Guadalupe Porras David.
Liliana Yunes fue llevada al baile cuando acudió con la representación de su padre, el entonces senador en funciones Héctor Yunes Landa, a un evento en Nuevo Atoyac, el 13 de junio de 2015, donde había un presunto zeta.
Circuló la fotografía en internet, en la cuenta de Alfredo Gutiérrez en Facebook, con alertas hacia el hoy precandidato del PRI y su hija Liz, quien aparece junto al líder sindical cañero, Modesto Trujillo Herrera, cacique de la Sección 23, con sede en El Potrero.
El enlace con los zetas, según Alfredo Gutiérrez, es José Francisco Camacho León, alias Pepe Gallina, y es chofer del líder cañero. Presuntamente en el evento había dos zetas más. Días antes una acción policíaca los puso en la cárcel, pero horas después abandonaron la prisión.
Liz Yunes se excusó. Dijo no saber quién es Pepe Gallina. “Fui en representación de Hector Yunes Senador de la República, a darles un saludo a todos los obreros cañeros que celebran el fin de la zafra”, señaló.
Luego la frase con que se exime:
“Desconozco quien sea Pepe Gallina y desconocemos sus cartas de buena conducta”. (Ver https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=120330454965955&id=100009670026449&pnref=story).
Duartista, Héctor Yunes recluta a lo más granado de la fidelidad y las infanterías ligadas a Javier Duarte. Una de ellas, Mónica Robles Barajas de Hillman, diputada local y embajadora del Clan de la Succión, que le debe su arribo al Congreso de Veracruz al gobernador.
Succiona a placer Mónica Robles, pues le viene de estirpe, parafraseando a Fidel Herrera, pillado desde “la plenitud del pinche poder”, en la campaña de 2010, su voz en audios que retrataban el quién es quién en el uso de los recursos públicos para arrebatar elecciones, el quién es José Pablo Robles Martínez, que lo mismo mamaba de Javier Duarte que mamaba de Yunes Linares, vía publicidad y chayote.
Asume la señora de Hillman la coordinación de Agenda Política y Social de las Mujeres, quizá confiado Héctor Yunes en el poder de convocatoria de Mónica Robles, que es igual a nada, repudiada por todas las corrientes del PRI, sobre todo el marcelismo al que el precandidato le apuesta para que le genere votos en el sur de Veracruz; en su liderazgo en el Partido Verde en Coatzacoalcos con sus 84 militantes reales, hasta que le fue arrebatada la afiliación para evitar una debacle mayor, y puesta en manos de Tony Macías, el suegro incómodo del gobernador Javier Duarte.
Horas antes del nombramiento hectoryunista, el portal Plumas Libres daba santo y seña, documentos en mano, de la cuota de publicidad para Diario del Istmo, otro medio del Clan de la Succión, del que Mónica Robles fue presidenta del Consejo de Administración, poco más de 136 mil pesos al mes pagados por el ayuntamiento de Minatitlán.
Pago por callar, acusa Plumas Libres, mientras a Minatitlán lo devora la inseguridad y el mal gobierno, los secuestros, el levantón, los muertos ejecutados por el crimen organizado. Y Diario del Istmo, la voz sin libertad, calla.
Escadalazo, pues, para la diputada Mónica Robles, la misma que tras hablar en tribuna del Congreso de Veracruz soltó un “creo que estoy un poco cruda”, ahora exhibida por el lucro con la información, el silencio ante el desvío de recursos, el engaño del tesorero municipal, Saúl Wade León, el alcalde real de Minatitlán, a la Auditoría Superior de la Federación, simulando que hace obra, desapareciendo 147 millones de pesos de origen federal.
Fidelista y duartista, Mónica de Hillman llegó al Congreso de Veracruz con la bendición de Javier Duarte, pactando con el ex delegado de Sedesol federal, Marcelo Montiel Montiel, y luego rompiendo alianzas y vapuleando al marcelismo.
¿Y la diputación? Esa puede esperar. Se une Mónica Succión al clan duartista con el que Héctor Yunes como precandidato intenta retener el poder en Veracruz y proseguir la quiebra financiera y el baño de sangre.
Lo que es el arte de la maroma. Del regazo de Pepe Yunes salta Mónica Robles al pesebre de Héctor Yunes. Y el senador originario de Perote finalmente se la sacudió.
Y Marcelo Montiel pepenado votos para que la alcaldía se la entregue Yunes Landa a los Robles. Lo que es la decadencia.
Hilo sensible entre Héctor Yunes y Javier Duarte. Hilo fino el que representa Liliana Yunes Yunes, mejor conocida como Liz Yunes.
¿Alguna duda? Héctor Yunes y su hija duartista.
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Archivo muerto
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Se sacude el OPLE, su depuesto secretario ejecutivo, Víctor Hugo Moctezuma Lobato, toda la estructura electoral por el ahogamiento económico y sus ejecutivos mañosos y tramposos, algunos sin experiencia alguna, borregazos del gobernador Javier Duarte, y aquí, en el distrito 29, Kalimba ni se inmuta. Víctor Cruz Romero sigue su labor de enlace administrativo, el que lleva la marcha del órgano electoral, el que controla los recursos —los pocos que aterrizan— y de paso atesora toda la información interna de la elección y la entrega a su grupo político, el ivanista. A diario acude Kalimba, alias Víctor Cruz, al edificio Mohill, centro de operaciones de la corriente priista jefaturada por el ex alcalde Iván Hillman Chapoy, que esta vez tiene todo para reventar al cuasi candidato marcelista, Víctor Rodríguez Gallegos, y cobrar así viejas afrentas, entre ellas una derrota electoral en 2009, cuando Iván El Terrible fue obligado primero a reconocer a Marcelo Montiel como el mejor alcalde de Coatzacoalcos en los últimos tiempos y luego a morder el polvo y ver frustrado su sueño de ser diputado federal, aplastado en las urnas con el voto de castigo del marcelismo. Kalimba no es un enlace neutral. Es priista. Es ivanista. Es el que va a sepultar a Víctor Rodríguez… ¿Morena o UCISVVER segunda temporada? Se unen a Manuel Huerta Ladrón de Guevara, líder estatal del partido del Pejemesías López Obrador, Fidel Robles Guadarrama, diputado local; Rafael Carvajal Rosado, representante del PT hasta hace unos días ante los órganos electorales —antes, en 2000, lo fue del PAN— y Benito Soriano Aguilera, tres veces regidor en Coatzacoalcos y operador de la campaña de la hoy diputada federal, Rocío Nahle García. Huerta, Robles, Carvajal y Soriano proceden de la Unión de Colonos Inquilinos Solicitantes de Vivienda en Veracruz, a la que también perteneció Gloria Rasgado Corsi, y que sirviera de plataforma para luego irrumpir en el Partido de la Revolución Democrática. Así pues, el Movimiento de Regeneración Nacional viene a ser UCISVVER segunda temporada… De vuelta a lo suyo, roban urnas los perredistas en Cosoleacaque, se confrontan y así invalidan la elección interna en el distrito 27. Nadie de los contendientes por la candidatura a diputado local figura en el tablero electoral de Rogelio Franco, ni del PRD nacional. Seguro habrá consenso en el seno de la alianza “Unidos para Rescatar a Veracruz” y el candidato será un externo, un no militante del PRD. De plácemes, pues, en la familia Tapia…
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Foto: Entorno Veracruz