No rehuyó el debate por estrategia de Morena sino por las corruptelas que ha protagonizado; es otro de los protegidos incómodos de Rocío Nahle
Más inepto que cobarde, Miguel Pintos rehuyó el debate de candidatos a diputados locales, previendo la andanada que le asestaría el emecista Christopher Alan Santos Castillo.
Se valió de un ardid: Morena aconsejó a sus candidatos no asistir a los debates. Sabe que unos corruptos y otros por demás brutos.
Y así, Pintos, candidato de Morena a la diputación local en el distrito 29, el Coatzacoalcos Urbano, el protegido de Rocío Nahle, y más aún, cómplice del “esposo incómodo”, José Luis Peña Peña, y que días antes exaltaba los exabruptos de la candidata zacatecana al gobierno de Veracruz en el debate con Pepe Yunes y Polo Deschamps, salió con la excusa de que si sabían contar, no contaran con él. Coyón, pues.
La huída es de antología. Miguel Pintos Guillén es un un sátrapa de nuevo cuño, un vival que accedió al poder público sin experiencia alguna, importado de la industria, de los complejos petroquímicos, del contratismo rapaz, realizando obras menores o asociado, como rémora de empresas de alto nivel, según le acomodara a su interés. Su contacto, su amigo, siempre fue Pepe Peña de Nahle.
Miguel Pintos fue el operador de una ratería mayor cuando siendo secretario del ayuntamiento de Coatzacoalcos, falsificó un acta de cabildo con la que el alcalde Víctor Manuel Carranza Rosaldo se agenció nueve hectáreas de terreno para crear el Parque Deportivo Miguel Hidalgo.
Pintos fue el ariete de Carranza y también de Rocío Nahle para echar del lugar a las ligas de futbol que por más de 40 años venían ocupando los terrenos, barriendo con el Estadio Revolución, con las canchas para niños y jóvenes y dos de futbol rápido sobre la que existía la concesión a Ember Ballinas García, hoy funcionario de la Comisión Municipal de Deporte.
El acta falsa de cabildo que el morenista Miguel Pintos exhibió como prueba de que Ember Ballinas carecía de concesión, quedó en evidencia, pulverizada, cuando el Congreso de Veracruz corroboró la existencia del acta auténtica, la que emitió el gobierno municipal del priista Joaquín Caballero Rosiñol en favor de Ember. Pese a ello, la trastada se consumó.
El caso va más allá de la mera falsificación del acta de cabildo, hechura de Miguel Pintos. Los fondos invertidos en el Parque Miguel Hidalgo provienen de Petróleos Mexicanos a través del Programa de Apoyo a la Comunidad y el Medio Ambiente, unos 60 millones que fueron pagados al contratista de manera irregular. La obra se dio por concluida pese a que cuatro años después hay espacios que quedaron sin construir y aún existen restos de gradas y vestidores semiderruidos.
Esa y otras más hizo Miguel Pintos, hoy candidato de Morena a la diputación local en el distrito 29.
Por todo ello, tuvo miedo al debate. Le corrió a Christopher Alan Santos, candidato de Movimiento Ciudadano, un experimentado político, deportista, crítico del gobierno morenista, un tipo que sale a las calles, localiza baches y los tapa.
Suplir al ayuntamiento de Coatzacoalcos, realizar sus tareas, exhibe el desgobierno de Morena, el gobierno fallido de Amado Cruz Malpica, otro protegido de Rocío Nahle.
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Foto: Diario del Istmo, Municipio de Coatzacoalcos