Rocío Nahle volvió a embarcar a López Obrador; los automóviles no andan con nafta

La gasolina que debe refinar Dos Bocas sigue en veremos; el retraso ya es de casi 15 meses

Feliz, muy feliz, Rocío Nahle luce su litro de nafta. Simula que Dos Bocas ya comenzó a producir la gasolina que México requiere. Le llama “gasolina primaria”. Hay quienes la definen como gasolina ligera o nafta, que no es más que un componente de la gasolina.

El jolgorio de Nahle es, consecuentemente, de risa. Le hace decir al presidente que el 1 de septiembre ya se está produciendo gasolina primaria y Andrés Manuel, que de eso sabe nada, muerde el anzuelo.

Porque el punto no es si la gasolina es primaria o secundaria, o si se llama nafta o gasolina ligera, o si es de bajo octanaje y si sólo es un componente de lo que todos conocemos como gasolina, el alimento de los vehículos.

El punto es que la zacatecana tuvo la osadía de comprometer su prestigio —no se rían— aduciendo que ella, y no las empresas especialistas— podría construir la refinería Olmeca en tiempo récord, tres años, con un costo, también récord, de 8 mil millones de dólares.

El punto es que falló. El retraso es de 14 meses —un año, dos meses— más allá de lo prometido.

Aún no produce la gasolina que requiere en país. Y el costo va por los 20 mil millones de dólares, algo así como 340 mil millones de pesos, el doble de lo ofrecido.

Producir nafta es lo de menos. Pero los vehículos no se mueven con nafta. Nahle le volvió a ver la cara a López Obrador, y peor, lo hace decir que ya se está refinando gasolina.

El punto crucial es alcanzar la meta de 340 mil barriles diarios y lograr la autosuficiencia, dejar de importar.

Lo otro es que Andrés Manuel no termine cayendo en lo que los especialistas vienen advirtiendo: con los costos de Pemex, refinar es un negocio que sólo arroja pérdidas.

Mientras, la señora Nahle está feliz. Ya tiene su primer litro de nafta en las manos.

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