El H: de los Chagra al general Bermúdez

* Su vínculo con el jet-set  * El encubrimiento del duartismo  * Áreas verdes para el H  * La policía lo cuidaba  * Pepe Chagra amaga a Sayda Chiñas  * La amenaza  * Periodistas son informantes del crimen organizado: Yunes  * Claudia González renuncia a Morena  * Describe la violación a estatutos  * Secuestran a nieto de Wade

Temido y poderoso, Hernán Martínez Zavaleta, alias El H, usó a los Chagra para ingresar al jet-set, y al falso general Arturo Bermúdez Zurita, el capo del Cártel de Duarte, para operar sin reserva, traficando o secuestrando, con el aparato de seguridad bajo su control.

“Cómo negarse a que sea tu inquilino”, se excusaban los Chagra —Roberto y José Antonio— al saberse que en el edificio de Lázaro Cárdenas, cerca del malecón de Coatzacoalcos, ya ocupaba el H dos pisos en que instaló su gimnasio VIP, Golden Bull.

“Cómo decirle no”, acusaban para justificar su docilidad al jefe regional de Los Zetas en el sur de Veracruz y más allá.

Y tampoco le replicaron cuando la convivencia se volvió fraternidad, lo mismo en el Once Once, el antro que sólo duró dos meses pues otro miembro de Los Zetas, Julio César Rodríguez Briones, alias El Caballero o El Moto, se emancipó, desató una oleada de secuestros, asesinó, dejando en el cuerpo de una de sus víctimas, Luis Lazcano, un mensaje, sentenciando a muerte al Comandante H y a sus amigos los Chagra.

Corrieron todos. Unos Chagra volaron a la Ciudad de México, otros a Puebla, mientras el poderoso Hernán Martínez se perdía en la penumbra de la ley.

Volvieron una vez que El Caballero fue ejecutado, reiniciando los Chagra su romance con el narco más solapado del duartismo y del gobierno federal.

Visible el nexo, las fotografías en que El H y Roberto Chagra muestran el puño, la gráfica en que arranca Golden Bull; la estampa que engloba a Mariana “La Barbie” Juárez, campeona mundial de boxeo y sex simbol; con el marcelista Víctor Rodríguez a su lado; con el transportista PAN-PRD, Ramón Ortiz Cisneros; con la empresaria Lucy Ruiz Novelo; con el empresario restaurantero David Arreola Sam, que en plena crisis económica levanta el nuevo edificio de cuatro plantas, a todo lujo.

Días después, el recato se volvió impudicia. A los Chagra se les veía a sus anchas en la órbita del Comandante H, en partidos de futbol de los Delfines, filial de los Tiburones Rojos que preside Roberto Chagra Nacif. Y con ellos el candidato del PAN-PRD a la alcaldía de Coatzacoalcos.

Sabríase entonces que la mancuerna Chagra-El H marchaba en dos sentidos: el narco conquistando al jet-set y a quienes no lo son pero les sobra el dinero, los viejos y los nuevos ricos, los que en sus charlas remataban con el rasposo “arre” y adoptaban acento norteño, y se pavoneaban proclamando que había click con el matón, y los Chagra imaginando que con el delincuente a su lado sería menos difícil asaltar el poder.

Inexplorada, hay otra vertiente que marca la relación Chagra-H. No es la de los antros y los gimnasios, la comida y la bebida, el primo y la prima.

Hay un punto clave: los terrenos municipales, áreas verdes que el regidor José Antonio Chagra Nacif —Tony Chana— debía preservar. Su comisión es la tenencia de la tierra y su obligación es mantenerlas intocables o recuperarlas.

Pero no lo supo hacer.

En los límites de las colonias Petrolera y Puerto México, una fracción del área verde es ya propiedad del H y su familia, sin que el ayuntamiento de Coatzacoalcos hiciera el intento por reclamarla o revertirla. ¿Qué ediles favorecieron al narco? Y si no hay acuerdo de cabildo, ¿quién violó la ley por omisión al no reclamar los predios a favor del municipio?

Data del trienio de Iván Hillman Chapoy la extinción de áreas verdes, vendidas al mejor postor, con acuerdos de cabildo amañados, sin que hubiera justificación.

En trienio theurelista fue igual. Ahí el ejecutor fue Federico Lagunes Peña, que arrancara su gestión proclamando la recuperación de las áreas verdes y callando una vez que le fue recordado que su antiguo patrón, Iván Hillman, fue el iniciador del despojo.

Hoy Federico Lagunes Peña, alias Pulgoso, es consejero y asesor de Roberto y José Antonio Chagra Nacif, de Beba Chagra, la prima a quien el H tiene en el mejor ánimo.

Frente al domicilio de Delia Martínez Zavaleta, hermana del H, y su esposo Osiris, se construyó una cafetería, un local comercial y hay obra en curso. Y es área verde.

Otros datos de la ficha técnica emitida por la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco, revelan que El Comandante H gozaba de redes de complicidad y de información entre las estructuras policíacas, incluso federales.

Refiere un hecho ocurrido cuando Los Zetas eran aún el brazo armado del Cártel del Golfo, bajo la directriz de Osiel Cárdenas Guillén.

“El 11 de agosto de 2006, un juez federal decretó una sentencia de más de 28 años de prisión contra el ex agente de la Policía Federal preventiva (PFP), José Ángel Torres Uscanga, quien fue detenido en diciembre de 2001, en Coatzacoalcos, Veracruz, también fue acusado de pertenecer a una red de servidores públicos que operaba para el narcotraficante Osiel Cárdenas Guillén, ya que entregaba al cartel información sobre los operativos que alistaba la PFP contra el grupo delictivo, para evitar la detención de sus integrantes.

“De acuerdo con la PGR, el ex Policía Federal pertenecía a una célula de narcotráfico que operaba en Veracruz, liderada por Andrés Alberto Rangel Sánchez, alias ‘El Chilango’, quien se dedicaba al tráfico de cocaína para el Cártel del Golfo; también se le imputa el haber fungido incluso como secretario particular del también narcotraficante Hernán Martínez Zavaleta”.

Sin elementos policíacos a su lado, un capo no es efectivo. De ahí que Hernán Martínez reclutara a Juan Adiel “N”, ex comandante ministerial que realizara funciones para el gobierno duartista en la región de San Andrés Tuxtla.

Tercero en la cadena de mando, Juan Adiel “N” fue aprehendido junto con el Comandante H, el 29 de junio, en Tabasco, a manos de agentes de la Policía Federal.

Juan Adiel es la conexión entre el Comandante H y los mandos policíacos, en primer lugar el ex secretario de Seguridad Pública del Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita. Y ahí la impunidad en que se movía el jefe regional de Los Zetas.

Su nombre es Juan Adiel García Lezama y le apodan “El Primo” o “El Brother” y es el hilo conductor hacia el aparato judicial duartista, implicado en crímenes y levantones, según versiones que circulan en fiscalías y tribunales.

De Adiel y El H, dice un texto que circula en redes sociales, dirigido al gobernador Miguel Ángel Yunes:

“Aquí están los causantes de toda la violencia que se ha desatado en Coatzacoalcos. Este par son el cerebro que manda a sus pendejos a realizar secuestros, levantones, extorsiones y toda la violencia vivida día a día.

“Se codean con políticos, empresarios, reporteros y hasta Seguridad Pública les brinda seguridad privada a ellos. Si no cree en esto, puede revisar las cámaras de C4 o las cámaras de seguridad de sus casas para que vea cómo se pasea la policía cuidándolos. ellos son los que dieron la orden de la ejecución de la familia, así como muchos otros inocentes”.

Temido, poderoso, intocable, El H fue dueño del sur, un socialité que se paseaba por la ciudad, que acudía a antros y restaurantes, que viajaba en avión comercial, delinquiendo y violando la ley sin miedo a ser llevado ante la justicia.

Su aventura fue única y para los bronces. Tuvo aliados en la sociedad y en las esferas de poder.

Los Chagra lo vincularon al jet-set.

Bermúdez le dio impunidad.

Archivo muerto

Sayda Chiñas no imputa culpas; las describe. Cita a Yunes, que punza y provoca, que sostiene que con el líder zeta, Hernán Martínez Zavaleta, El H, se coludieron empresarios de Coatzacoalcos, sus prestanombres. Así lo plantea el gobernador. Y reseña la periodista que a la familia Chagra le clausuran el edificio donde El H instaló su gimnasio VIP, el Golden Bull, y un restaurant, el Port House, propiedad de Roberto Chagra Nacif. De la aprehensión del H y las acciones del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares contra bienes de presuntos prestanombres, Sayda Chiñas simplemente escribió para La Jornada Veracruz y Por Esto, de los que es corresponsal en Coatzacoalcos. Es su oficio y lo hace magistral. Luego formuló comentarios en un grupo de WhatsApp de una estación radiofónica, y minutos después recibió la amenaza del regidor José Antonio Chagra Nacif de emplazarla judicialmente por difundir una “calumnia”. Desfasada, la reacción del edil empeora su situación. Si a alguien debiera reclamarle Tony Chana es a Yunes azul. Él va por los prestanombres del H, y así lo adelantó. Mientras, Sayda Chiñas, quien es integrante de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, ya alertó a la CEAPP y al gremio del que ha sido baluarte en la defensa de la libertad de expresión y defensora de toda forma de intimidación por la vía judicial. Sayda no está sola… Agita el avispero Miguel Ángel Yunes Linares. Al estilo Duarte, acusa que hay periodistas o quienes se llaman periodistas que sirven al crimen organizado y que habrá acción judicial. Son, pues, los narcoperiodistas de los que cada gobernador habla sin tapujo y nadie llega al fondo. “No vamos a permitir de ninguna forma —señala Yunes— que, escudándose en la calidad de periodistas, sigan colaborando algunos individuos con la delincuencia organizada”. Agita el avispero Yunes azul y horas después su fiscal, Jorge Winckler Ortiz, revela que hay carpetas de investigación abiertas en la Procuraduría General de la República contra quienes se ostentan como comunicadores y que sirven a la delincuencia organizada. Le responde un sector del gremio de prensa, acusando que eso es criminalizar periodistas. Le dice el director de Política Pública de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Ricardo Sepúlveda Íguiniz, que Yunes está enviando un mensaje de criminalización al gremio periodístico. Pero reitera que en cualquier caso de periodistas que sirvan de informantes al crimen organizado, se debe proceder a investigar ministerialmente. De nuevo, primero el escándalo y luego la investigación… Habla con filo Claudia González Pardo y se va. Demoledora, su renuncia a Morena es una disección del pejepartido: sus yerros y trompicones, la permanente violación a los estatutos, la imposición de candidatos, la traición a los principios que enarbola el Movimiento de Regeneración Nacional. Con fecha 1 de julio, la maestra universitaria deja Morena, destazando la tesis lopezobradorista de la pureza y la salvación, el proyecto de nación que acabará con la desigualdad, que desterrará la corrupción, que refundará a México como si en Andrés Manuel López Obrador hubiera reencarnado Benito Juárez. Recrimina Claudia González el reclutamiento de priistas, panistas, perredistas, petistas que son el cáncer político de la nación; la desaparición de los comités municipales de Morena; la creación de instancias de dirección al margen del estatuto; el errático manejo del líder estatal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara; la necedad de la diputada federal, Rocío Nahle García; la incongruencia al pregonar la defensa de Pemex y designar un candidato, Víctor Carranza, con litigios por actos de corrupción en la paraestatal. Remata Claudia González Pardo con una embestida brutal: “Me alejo de los malos actos y de la cercanía de gente con fallas morales que me desprestigian; y esto en el partido Morena de quien pensaba yo que era la esperanza de México, que era diferente de los demás y que buscaba el cambio verdadero, por resultar una mentira”. Detalló: “El 20 de noviembre de 2015 en asamblea nacional, yo voté por Andrés Manuel López Obrador para presidente nacional de Morena, creyendo en el como un futuro presidente  de México, y por quien desde 2006 estuve votando; de manera personal, le dije que si quería ganar la presidencia de México en 2018, debía colocar en las 3 dimensiones de gobierno: federal, estatal y municipal, a gente preparada y honesta, que como mexicanos ya estábamos hartos de la corrupción en México”. Y reflexiona: “Por lo que veo quiere perder las próximas elecciones de México, porque ha permitido el ascenso en cargos de elección popular y en la cúpula de las dirigencias nacionales y estatales, a pura gente con desprestigio, antecedentes de corrupción y expriistas sobre todo, tachando de infiltrado militante que defiende sus derechos, cuestiona y no le parecen estas imposiciones y teniendo al sistema PRIAN dentro de sus filas descaradamente”. Por último, Claudia González Pardo sentencia: “No oír la verdad por causa de la soberbia e ignorancia, traerá sus frutos”… De Jorge Hiram Wade Zúñiga nada se sabe. Fue a un antro, el sábado 1, y no volvió. Horas después, el domingo 2, un sujeto llamó a su hogar. Habló de Jorge Hiram. Dijo tenerlo en su poder. Exigió un millón de dólares. Y colgó. Trascendió su secuestro y sacudió a Minatitlán. Sábese que el plagiado es nieto del líder y mandamás de la Sección 10 del sindicato petrolero, Jorge Wade González. Polémico, Jorge Wade vive su dolor y su angustia , quizá sin saber lo que en las redes sociales corre, el escarnio de los “amigos” y de los tuiteros, los que hasta en la tragedia no dejan de destilar insania y perversión. Quiera que Jorge Hiram regrese con bien…

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Foto: Criterio Universal, Youtube, Plumas Libres

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