Yunes refuta al gobernador Duarte; Veracruz, en pleno retroceso

Xalapa, Ver.- Veracruz no avanza, está en pleno retroceso y el gobernador Javier Duarte miente para justificar su pésimo desempeño, acusó el ex candidato panista a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares.

Torvo, como suele ser, reseña las cifras mágicas, inverosímiles del tercer informe duartista. Las refuta, las confronta, las desnuda. Dice, sencillamente, que quizá Javier Duarte mintió por amabilidad, parafraseando a Dostoievsky, pero sus datos faltan a la verdad.

Yunes Linares hacía su contrainforme, justo el 1 de diciembre, al cumplir tres años del duartismo en el poder. Lo reprobó en seguridad, en finanzas, en salud, en educación, en transparencia.

Lo hace corresponsable del crecimiento del crimen organizado en Veracruz, pues Javier Duarte perteneció a aquel gobierno de Fidel Herrera Beltrán que dejó que la policía estatal se convirtiera en cómplice de las bandas del narcotráfico.

Exhibe al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, a partir de un video en que el funcionario relata a un grupo de alcaldes electos cómo la policía veracruzana custodio un convoy del crimen organizado, y no hizo nada, no denunció a nadie, encubrió a los delincuentes.

Duda también Yunes del rompimiento entre Javier Duarte y Fidel Herrera. Señala que Duarte fue quien suscribió los créditos multimillonarios y la bursatilización que disparó la deuda pública de Veracruz, sin que a la fecha se sepa en que se gastó el dinero o dónde fue a parar.

En ocho cuartillas, con el título Veracruz… ¿las cosas bien hechas?, el panista acribilla al gobernador Duarte, lo confronta y lo pulveriza.

A continuación, la intervención de Yunes Linares:

Gracias a todos por estar presentes.

Hablo a nombre propio; yo respondo por mis palabras, nadie más.

Lo hago cierto de que merecemos un mejor Veracruz y de que no lo lograremos con el silencio y la complacencia.

Doy mi opinión, porque al igual que millones de veracruzanos quiero que las cosas cambien para bien, y porque creo que no debemos esperar a que la situación empeore aún más y a que concluya este gobierno y hablemos entonces de todo lo malo que hizo el ya para entonces ausente.

Hablo porque creo que una voz puede sumar muchas otras, y todas las voces juntas pueden hacerse escuchar para demandar, para exigir, para reclamar.

Sería más cómodo no hacerlo, no correría riesgos, pero no soy cobarde, no soy de los que usan las manos sólo para aplaudir y la voz sólo para elogiar.

Hay que ver sólo el pasado reciente cuando en forma reiterada levanté mi voz contra el jefe de la banda que llevó a Veracruz al desastre en que hoy se encuentra. Por cierto, que no se olvide, Duarte estaba entre ellos.

Entonces se dijo de todo en mi contra, pero hoy la ciudadanía reconoce que tuve razón en hacerlo.

Por eso estoy aquí, porque hay que actuar con responsabilidad, con valor civil y en su momento, no después.

Duarte rindió su tercer informe de gobierno.

Hoy se cumplen tres años de que asumió el cargo.

Es tiempo ya de evaluar, de analizar y de contribuir así a que Veracruz cambie para bien.

Dediqué muchas horas a leer el texto de su discurso y varios de los anexos que presentó al Congreso del Estado.

Me referiré a los temas que considero más relevantes.

Respaldaré mi dicho con información oficial, de su propio gobierno y del gobierno federal.

Evitaré calificativos hasta donde sea posible, aunque créanme que no es fácil, porque el propio texto que he analizado es un compendio de adjetivos.

Empiezo por agradecerle a Duarte el párrafo que me dedicó en su discurso.

Dijo textualmente: “Respetaremos la voz de quien sólo busca la descalificación, aunque sepamos que siempre es en su propio beneficio”.

Habló en singular, dijo “la voz de quien”… no de quienes.

Así lo registro y le reconozco que me haya tenido presente en un día tan importante para él.

Pero también le recuerdo que el respeto a mi voz y a la de todos los que disentimos, no es una gracia que un dictador nos conceda, sino una garantía individual que consagra la Constitución General de la República.

A la crítica, Duarte le denomina “descalificación”.

Él ama el elogio y la adulación.

Duarte seguramente desconoce lo que hace varios siglos escribió Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro.

En referencia a los aduladores Feijoo dijo: “Para quien ama la lisonja, es enemigo el que no es adulador”.

O la frase de Vicente Rivapalacio, quien afirmó que “la adulación es el veneno más activo y el que los hombres toman con más facilidad”.

Duarte ya tomó ese veneno, pero no se lo di yo, se lo dieron otros.

No soy adulador, no va conmigo.

No descalifico, analizo y propongo.

Sí, busco un beneficio: cambiar a Veracruz.

Un gobernador inteligente reconocería la crítica como un elemento útil para la reflexión.

No creo que en este caso suceda así.

EVALUACIÓN DEL III INFORME

Paso al análisis del tercer informe de gobierno.

Si no fuera porque la situación es trágica diría que el informe de Duarte es cómico.

29 veces en el texto de su discurso dice “hicimos bien las cosas”.

Seguro no conoce la frase del Rey Salomón: “la boca de otro, no la tuya, sea la que te alabe”.

Mueve a risa alguien que convierte lo que debiera ser una ceremonia democrática y republicana en un evento de complacencia y autoelogio en el que se califica a sí mismo y dice que todo lo ha “hecho bien”, frase que –por cierto- necesariamente conduce al slogan: “vamos bien y viene lo mejor” usado en las postrimerías de su gobierno por el antecesor y jefe de Duarte.

Alguien le aconsejó que repitiera hasta el cansancio que está haciendo las cosas bien, que así, basándose en la vieja estrategia de repetir mil veces la mentira hasta que se convierta en verdad, convencerá a los veracruzanos de los grandes logros de su gobierno.

Lo que sus asesores no le explicaron, es que esa estrategia, aplicada por los nazis hace casi 80 años, fue eficiente cuando sólo existían periódicos y la radio controlados por el Estado, pero que no funciona hoy cuando la sociedad se comunica y se informa sin intermediarios y -a pesar del propio Duarte- existen medios de comunicación y periodistas que ejercen a plenitud sus libertades constitucionales.

Exento total y absolutamente de crítica y autocrítica, el documento aporta datos que riñen totalmente con la realidad, datos que evidentemente -y Duarte lo sabe- son mentiras.

Es probable que alguna vez en su vida haya leído a Dostoievsky quien señalaba con malicia que: “en la enorme mayoría de los casos se miente por amabilidad. Se desea producir en el oyente una impresión estética agradable, entonces se miente, incluso sacrificándose”.

Si es así entonces habría que agradecerle a Duarte que mienta, que no nos haya hablado del Veracruz real, dramáticamente pobre, terriblemente inseguro,  sino del Veracruz que sólo él y los suyos viven, ese Veracruz que como él lo dice en su informe “es incomparable”. Pensemos que mintió “por amabilidad”.

Es grave que se mienta, pero tengo la impresión de que Duarte empieza a creer sus propias mentiras y eso puede llevar a Veracruz a una situación todavía peor.

FINANZAS Y DEUDA PÚBLICA

Dice por ejemplo lo siguiente: “tomamos duras medidas correctivas en las finanzas”.

“Mantenemos un equilibrio entre ingresos y egresos”.

Esto a todas luces no es verdad.

Su gobierno ha continuado el desorden financiero y aceleró el endeudamiento hasta ahogar a Veracruz al grado de que no sólo no se paga a los proveedores, sino incluso los pensionados no pueden cobrar sus quincenas.

Aunque Duarte haya dicho que “hay transparencia en el gobierno”, el monto real de la deuda es un secreto de estado.

Lo ocultan porque no pueden justificar el destino de los recursos y reiteradamente mienten y se contradicen en lo relativo a la cuantía.

No coincido con lo que expresan los documentos oficiales, la deuda es mucho mayor a la reconocida por el gobierno,  tal y como lo han revelado apoyados en datos duros investigadores universitarios veracruzanos como Hilario Barcelata  Chávez y Rafael Arias Hernández, y en coincidencia con ellos lo confirmó con gran valentía el diputado local del PRI Ricardo Ahued Bardahuil; ellos calculan la deuda en casi 90 mil millones de pesos.

Sin embargo, para analizar la deuda del Estado tomo como base los documentos publicados por la SEFIPLAN, aunque –insisto- sé que su contenido no corresponde a la realidad.

Al iniciar hace tres años ésta administración, el total de obligaciones financieras del Gobierno del Estado de Veracruz era de 21,500 millones de pesos, como se indica en el “Informe de deuda 2010”correspondiente al cuarto trimestre de ese año, mismo que tienen a la vista.

Al 30 de junio de 2013, cuando apenas habían transcurrido 31 meses de gobierno, la deuda ascendía ya a43,900 millones de pesos, tal y como se reporta en el “Estado de situación financiera consolidado”

Duarte en menos de tres años incrementó la deuda de Veracruz en 22,400 millones de pesos, duplicando así la que le dejó su antecesor.

Sólo en abril de este año Duarte contrató una nueva deuda por 1,300 millones de pesos, con vencimiento en 2028, pagadera con cargo a las participaciones federales.

Este endeudamiento se entiende mejor si se analiza más a detalle.

En 31 meses de gobierno Duarte endeudó a Veracruz en 22,400 millones de pesos.

Cada mes la deuda subió 722.5 millones de pesos.

Cada día 24 millones de pesos.

Cada hora 1 millón de pesos.

Cada minuto 16,666 pesos

Cada segundo 277.7 pesos.

Si mantiene ese ritmo de endeudamiento, en los 1095 días que le restan en el gobierno, Duarte contratará deuda por 26,280 millones de pesos más, misma que sumada a la que se reconoce de 43,900 millones de pesos, ascendería a un total de 70,180 millones de pesos en el año 2016, con lo que llegaríamos a ser la entidad más endeudada del país; hoy estamos en tercer lugar.

Esto que en una empresa se llama quiebra, en el gobierno de Duarte se denomina “finanzas sanas”.

Comparto con ustedes estos datos de la Secretaría de Hacienda que sirven para una evaluación histórica, se refieren al total de la deuda al concluir cada período de gobierno.

Dante Delgado 348.4 millones de pesos.

Patricio Chirinos 23.3 millones de pesos.

Miguel Alemán 3,528 millones de pesos.

Fidel Herrera 21,500 millones de pesos.

Javier Duarte 43,900 millones de pesos hasta el 31 de junio de este año.

¿Está haciendo bien las cosas?

¿Dónde están los más de 22 mil millones de pesos de nuevo endeudamiento?

¿Cuáles son las obras o acciones relevantes de este gobierno en las que se aplicaron estos recursos?

¿Han mejorado los servicios de seguridad, educación, salud?

¿Hay más y mejor infraestructura?

¿Hay nuevas carreteras y autopistas?

OBRA PÚBLICA

Duarte en su informe dice que entre las obras importantes de su gobierno destacan ¡la “modernización” de una carretera de 13 kilómetros entre Coatzintla y El Tajín y un Boulevard en Xalapa!.

¡Es broma o humorismo involuntario!

El avance de las grandes obras iniciadas durante el gobierno de Duarte se presenta a ustedes con fotografías tomadas el pasado viernes.

Esta es la primera: autopista Tuxpan-Tampico. Se dio el banderazo el 1 de diciembre de 2010, hace tres años. Esta foto refleja el avance a la fecha.

Distribuidor Vial de la Boticaria. Se dio el banderazo el 10 de noviembre de 2012 Esta foto refleja el avance a la fecha.

Autopista Xalapa-Córdoba. Se dio el banderazo el 4 de febrero de 2013. Esta foto refleja el avance a la fecha.

Autopista Veracruz-San Andrés Tuxtla. Se dio el banderazo el 13 de febrero de 2013. Esta foto refleja el avance a la fecha.

SEGURIDAD PÚBLICA

Al inicio de mi intervención decía que la situación es trágica, y cada día la realidad desafortunadamente me da la razón.

Cito textualmente lo dicho por Duarte en lo relativo a seguridad pública:

Dijo: “Concluye una etapa, en la que el flagelo del crimen organizado se apoderaba de nuestra tranquilidad”.

“En Veracruz los datos de inseguridad se extendían de manera alarmante”.

“Hoy Veracruz es otro. Logramos reducir el delito y retorna un sentido de tranquilidad en las familias”.

¿Quién se lo cree?

¿Alguno de los aquí presentes coincide con él?

¿Lo creerá acaso la familia de José Luis Valdez, ex presidente municipal de Tamiahua que permanece secuestrado desde hace varios días?

¿O los familiares de los sacerdotes asesinados?

¿O los familiares de los periodistas asesinados o desaparecidos?

¿O las mujeres víctimas de la violencia y la delincuencia?

¿Le creen los cientos de miles que han sido víctimas de la extorsión o del robo en la calle o en sus domicilios?

¿O los comensales asaltados esta semana en distintos restaurantes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Rio?

Nadie lo cree, el problema es que lo crea Duarte, o peor aún, que sin creerlo lo diga y deliberadamente engañe a los veracruzanos.

Pero también las cifras oficiales lo desmienten.

El INEGI reporta que entre los años 2012 y 2013 la percepción de inseguridad en Veracruz se incrementó un 7.7% al pasar de 70% a 75.4% el porcentaje de la población mayor de 18 años que se siente insegura.

El propio INEGI en un estudio que abarca los homicidios por entidad federativa a partir del año 2006 y hasta el cierre de 2012 reporta un crecimiento exponencial durante los dos primeros años de gobierno de Duarte, al pasar de 461 homicidios en 2010 a 1,000 en 2011 y 1025 en 2012.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública ubica a Veracruz en sexto lugar en secuestros, con 93 denunciados en lo que va del año.

Debemos tener presente que de acuerdo a datos oficiales del INEGI se denuncian menos del 10% de los delitos, es decir que el total de secuestros en 2013 puede ser superior a  mil.

¿Ha hecho bien las cosas?

¿Cómo puede Duarte afirmar que “logramos reducir el delito y retorna un sentido de tranquilidad en las familias”?

¿En serio lo cree?

Es una afirmación que ofende el sentido común y agravia a las víctimas que se cuentan por cientos de miles.

Duarte pretende tirar la piedra para atrás al señalar que hace tres años “Veracruz estaba inmerso en una situación económica complicada, políticamente confrontada y con un grave problema de inseguridad. Había incertidumbre y gran preocupación”.

Se atreve a decir que: “no era posible seguir pretendiendo que aquí no pasaba nada, que aquí todo iba bien”.

Lo que no dice es que él formó parte central de esa estructura corrupta que llevó a Veracruz a ese desastre que bien describe.

Que fue Subsecretario y Secretario de Finanzas y que llegó a Gobernador de la mano del delincuente que gobernaba entonces Veracruz y usando los recursos públicos de todos los veracruzanos.

Pero tirar la piedra para atrás no basta.

¿Qué hizo o qué hará para fincar responsabilidades a los responsables del desfalco a los veracruzanos?

¿Exigió o exigirá que devuelvan los recursos que se robaron?

¿Denunció las complicidades de su antecesor con la delincuencia organizada, mismas que hoy brotan incluso en voz de sus funcionarios?

No lo hizo ni lo hará, por una razón simple y vergonzosa: él formó parte de esa estructura delincuencial, él firmó los créditos, las bursatilizaciones, él recibió los recursos desviados para su campaña, él sabía de los vínculos de su jefe con las bandas delincuenciales, pero calló entonces y encubre hoy.

Quiero compartir con ustedes una información que está en las redes sociales y que no debe pasar desapercibida, porque es una confesión de complicidad con la delincuencia.

Su discurso circula en las redes sociales, seguramente como parte de la estrategia para desvincularse del pasado.

Vamos a escuchar algunos fragmentos relevantes:

“Cuando empezamos a revisar este video, en el C4, nos damos cuenta que son Zetas, los del coche rojo y los del coche negro, están levantando a una persona, a un empresario que no pudimos rescatarlo, ahorita les voy a enseñar el por qué no pudimos rescatarlo, y por qué estamos haciendo éste trabajo tan empeñados, si quieres córrelo. Aquí están, aquí ya subieron a la persona, en esos dos coches lo llevan, y fíjense ahorita quién los viene escoltando, ahí viene un coche de los Zetas, el segundo es la escolta, éste negro, y miren quién los viene escoltando, nuestra policía los viene escoltando”

“Si no depurábamos ésta policía, ésta policía nos iba a dejar morir solos, ésta policía no salvó a su secretario de un enfrentamiento, mucho menos a un ciudadano, por eso hemos depurado a ésta policía, que muchos tenían vínculos directos con la delincuencia organizada…”

“Eso era Veracruz hace tres años, si quieres dale un poquito más adelante, regresa tantito, ahí, ponle pausa, ahí, fíjense ustedes qué es lo que va aquí adelante, va una patrulla, que antes era policía de Veracruz, Intermunicipal de Veracruz, ésta captura que hizo, que hicieron las fuerzas federales fue de un líder del narcotráfico en Veracruz y todos los demás no sabían quién los había detenido, si había sido la Marina, el Ejército, la contra, la policía, entonces desarrollaron un operativo, que ahorita van a ver ustedes la fortaleza que tenían ellos aquí, va la patrulla y están buscando a su líder, después damos, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez… aquí van otra vez, va la Hummer adelante, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, y la cola, once camionetas con gente armada. Así tomamos Veracruz, ese fue el reto para la Marina, Ejército, Policía Federal y nosotros, por supuesto acompañados del CISEN, y por supuesto con la voluntad de la PGR, hemos logrado cambiar esto, regrésale un poquitito nada más, vean lo que hace nuestra patrulla cuando oye el llamado de que van 11 camiones armados, vean qué hace la patrulla prende su torreta, va a ayudarnos o mejor se mete a un estacionamiento a hacerse buey, esa es la policía que teníamos”.

“Creamos un edificio nuevo de la policía donde dos pisos de ésta policía, tenemos más de 120 personas preparadas haciendo la información de inteligencia policial”.

“Tenemos el caso de presidentes municipales, éste es el ejemplo de una ficha, tenemos 35 MILLONES DE FICHAS DE VERACRUZANOS, SABEMOS DÓNDE ESTÁN, QUÉ ESTÁN HACIENDO, CUÁLES SUS VÍNCULOS”.

“ESTAS FICHAS NO SÓLO SON DELINCUENCIALES, TAMBIÉN LAS TENEMOS DESDE EL PUNTO DE VISTA SOCIAL, SI USTEDES QUIEREN HACER UN AMARRE POLíTICO, si ustedes quieren hacer y decidir algo dentro de su municipio, y van a platicar mañana con una persona, podrían tener acceso a estas fichas siempre y cuando nos la pidan y se las podemos otorgar”.

“Tenemos esta información y las fichas delictivas, bastante información de cómo fueron financiadas las campañas”.

Y después de escuchar al Secretario de Seguridad Pública surgen varias preguntas:

¿Ya denunció ante la Procuraduría General de la República a los responsables esta complicidad  que sin duda fue el germen de la gravísima inseguridad que hoy vivimos, a pesar del extraordinario trabajo de la Marina, el Ejército y la Policía Federal?

¿Cuánto del esfuerzo y de los recursos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Veracruz se destina a espiar y preparar fichas para saber dónde estamos y qué hacemos los veracruzanos?

¿Por qué la Secretaría de Seguridad Pública oferta fichas para hacer “amarres políticos”?

¿Esa es su función?

No denunciaron porque el actual Secretario formaba parte de la estructura gubernamental que –encabezada por Fidel Herrera- abrió las puertas, respaldó y operó conjuntamente con la delincuencia organizada.

El  Secretario era el Coordinador del C4, desde donde se grabó todo lo que el presentó a los alcaldes electos.

Supo, tuvo la evidencia, pero se quedó callado.

Hoy quieren lavarse las manos, pero lo que tienen es más que lodo, es pintura indeleble.

Y en efecto, la función del C4 y de diversas áreas de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Estado de Veracruz es espiar a los veracruzanos de bien y preparar fichas para saber lo que hacen y dónde están, en lugar de preparar fichas de los delincuentes y perseguirlos con eficiencia.

Más que decir que ha hecho las cosas bien en materia de seguridad pública, Duarte debió en su informe pedir perdón a todos los veracruzanos, y en particular a los cientos de miles que han sido víctimas de la delincuencia y a sus familias. Una expresión de solidaridad que todos hubiéramos aplaudido.

EMPLEO Y DESOCUPACIÓN

En materia de empleo Duarte textualmente afirmó que “¡en lo que va de mi gobierno se han generado más de 250 mil empleos de calidad!”.

“Se fortalece así el circulo virtuoso del desarrollo y los buenos salarios”, afirmó.

“¡Somos el Estado con menor tasa de desempleo a nivel nacional!”, señaló sin rubor el informante.

El INEGI lo desmiente. Entre septiembre de 2012 y septiembre de 2013 el desempleo en Veracruz creció de un 3.67% a 4.19%.

La Secretaría del Trabajo del Gobierno Federal también lo desmiente, al precisar en su “evolución de indicadores laborales” que la población ocupada al inicio del gobierno de Duarte era de 2 millones 950 mil y en el tercer trimestre de 2013 es de 3 millones 50 mil, es decir 100 mil empleos en tres años, no 250 mil.

No tenemos tampoco la menor tasa de desempleo a nivel nacional, nos superan Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Yucatán y San Luis Potosí, de acuerdo al documento citado en el párrafo anterior.

En cuanto a los “buenos salarios”, la misma Secretaría ubica a los trabajadores veracruzanos en el lugar 20 de 32 en cuanto a su ingreso promedio, mismo que no llega a 4 mil 500 pesos.

¿Ese es un buen salario?

POBREZA Y MARGINACIÓN

En lo relativo al combate a la pobreza Duarte se atribuye como acción propia la disminución del índice de pobreza, cuando esto obedeció a los programas federales que se implementaron desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y se continuaron en los tres gobiernos siguientes.

Pero lo que es realmente dramático es que cita a Mixtla de Altamirano como ”¡un caso de éxito!”. Es obvio que no conoce el municipio.

EDUCACIÓN Y SALUD

El triunfalismo de Duarte lo lleva a afirmar que en educación y salud los servicios son de la mayor calidad.

En ambos temas la Auditoría Superior de la Federación opina lo contrario.

En la Auditoria que practicó al ejercicio de los recursos federales en materia de salud, ese órgano constitucional autónomo concluyó que: “El Gobierno del Estado de Veracruz no cumplió de manera adecuada con los objetivos de la política de estado en materia de salud, que de manera coordinada desarrollan el Gobierno Federal y los gobiernos estatales, a fin de atender una de las necesidades prioritarias de los mexicanos, que es el cuidado de la salud”.

Pero la mejor opinión sobre la calidad de los servicios de salud la tienen los pacientes y sus familiares. Basta con pasar por cualquier hospital público para advertir el abandono, el descuido, la carencia de recursos, la falta de abasto.

En materia educativa la conclusión de la auditoría fue la siguiente: “La aplicación indebida de recursos representó el 22.6% del total de los recursos ejercidos del fondo, lo que aunado a otras deficiencias observadas como el incremento de la deserción y reprobación, los resultados elementales y poco satisfactorios de la prueba enlace, las condiciones físicas de las escuelas, las instalaciones y equipamiento insuficientes para impartir clases, la dispersión poblacional, han afectado el cumplimiento de los objetivos y metas del fondo, impactando de manera directa en la prestación de los servicios que el estado brinda a la población estudiantil en los niveles de educación básica y normal”.

Por cierto, por esta desviación de recursos federales que debían haber sido destinados a la educación y que supera los 3 mil millones de pesos sólo en el año 2011, se presentó una denuncia en la Procuraduría General de la República y se integró una averiguación previa, misma que se encuentra en desarrollo.

CONCLUSIONES

Considero que estos son los temas más relevantes –si así se les puede denominar- contenidos en el Tercer Informe de Gobierno de Javier Duarte.

Mi conclusión es que este documento no refleja la realidad que vive Veracruz, que es omiso en cuanto a reconocer los graves problemas que vivimos y asumir el reto de resolverlos.

Considero que es urgente un cambio de estrategia.

Los tres primeros años de este gobierno no reportan beneficio alguno a los veracruzanos y el malestar se extiende.

Duarte puede todavía enderezar el rumbo y aprovechar las mejores condiciones económicas y políticas que podrán generarse a partir de las reformas que conjuntamente impulsan varios partidos en el Congreso de la Unión.

A sus aduladores debiera verlos como enemigos y no al contrario.

“Los aduladores tienen apariencia de amigos, como los lobos tienen apariencia de perros” dijo hace 500 años George Chapman.

Todos queremos que le vaya bien a Veracruz, pero la responsabilidad de su conducción está hoy en manos de Javier Duarte, él debe responder.

Estoy seguro de que todavía es tiempo de enderezar la nave.

Espero que dentro de un año cuando nos veamos aquí el análisis indique avances importantes en todos los órdenes. Nada me daría  más gusto.

Termino repitiendo una frase central en el discurso de Duarte que pareciera un deslinde de su antecesor y con un pequeño fragmento de su discurso de toma de posesión que contradice totalmente lo dicho en su informe.

“Hace tres años, nos enfrentábamos con grandes carencias e insuficiencias, que nos obligaban a preguntarnos cómo un estado con tanta riqueza, podía tener tan bajas expectativas”.

“Veracruz estaba inmerso en una situación económica complicada, políticamente confrontada y con un grave problema de inseguridad. Había incertidumbre y gran preocupación”.

“No era posible seguir pretendiendo que aquí no pasaba nada, que aquí todo iba bien”.

Ahora escuchemos lo que dijo al tomar posesión. (Video)

¿Mintió al tomar posesión o mintió al rendir su tercer informe de gobierno?

Concluyo esta intervención con una frase de Thomas Mann: “Con el tiempo es mejor una verdad dolorosa que una mentira útil”.

Gracias por su asistencia.

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