Gersaín Hidalgo

Gersaín Hidalgo también quería ser diputado y lo amenazaron

* Violencia electoral en Coatzacoalcos  * Dos precandidatos se retiran  * “Sigues tú”  * Amenazan a la periodista Verónica Huerta  * El alcalde de Medellín se esconde  * ¿Le teme al fiscal o le teme al crimen organizado?  * 17 notarios vinculados a la escritura de la Sucesión Bringas  * Tortura policíaca en Las Choapas

Gersaín Hidalgo Cruz no tuvo una buena mañana. Lo despertó una amenaza. Le dijeron que era la diputación federal o su familia. “Tú eliges, Gers”, decía la leyenda. Y no lo pensó. Dimitió, dejó a un lado su aspiración de ser diputado federal.

Turbulenta, la mañana del domingo 1 de febrero lo sacudió. Sobre la cortina de acero que sirve de acceso a las instalaciones del Partido Nueva Alianza se leía la amenaza: “Diputasión o tu familia. Tú eliges” (sic).

Se percataron los vecinos. Llegó la policía. Se integró el reporte y trascendió. Minutos más tarde corría en las redes sociales la amenaza al regidor doceavo de Coatzacoalcos, líder además del sindicato de empleados municipales y para entonces hombre fuerte del PANAL.

Horas después, Gersaín Hidalgo externaba el impacto de la advertencia. Se abría de la contienda interna privilegiando la seguridad de su familia.

“A mí me amenazaron por teléfono y no le tomé importancia. Pero creo que ya son muchos detalles que están dejando mucho qué pensar y no voy a exponerme. Yo no creo participar, ya no le voy a entrar”, dijo a la agencia Imagen del Golfo.

Era la segunda amenaza. La primera fue vía telefónica, sin que la hubiera tomado en cuenta. Pero la del domingo lo sacudió. Fue pública y ponía en la mira a su familia.

Gersaín Hidalgo había construido su candidatura. Pactaba y acordaba. Sostenía compromisos y desechaba promesas. Tejía fino para ser factor político en las filas del partido de Elba Esther Gordillo.

Pudo ser regidor por el voto de los empleados que lo sacralizan. No todos, pues un sector de la burocracia municipal ni lo pasa ni lo traga. Contó con el voto de un ala del magisterio, y con la operación electoral de Alianza por Coatzacoalcos.

Así entró al ayuntamiento de Coatzacoalcos, como regidor plurinominal, sin candidato propio, aliado al PRI, promoviéndole votos al hoy alcalde, Joaquín Caballero Rosiñol.

Gersaín Hidalgo no es marcelista, ni joaquinista, ni duartista. Es chagrista, vinculado estrechamente al ex director de Carreteras del fidelismo, Roberto Chagra Nacif, y más, mucho más, a su hermana Mily, de quien fue hombre de confianza, el encargado de sus obsequios, el responsable de sus mensajes.

Con José Antonio Chagra Nacif, Alejandra Theurel Cotero y Noriel Prot Álvarez, integra el voto fidelista en el cabildo de Coatzacoalcos, negociador con el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol así le haya fallado el edil y le negara, a pesar de la promesa del gobernador Javier Duarte, la Secretaría de Medio Ambiente, el control de la limpia pública, el futuro relleno sanitario y todo lo que implica el negocio del tratamiento de la basura.

Aún así, Gersaín Hidalgo pretendió ser candidato del PANAL a diputado federal por Coatzacoalcos. Se amarró políticamente. Salvaguardó la regiduría entre los suyos, sabedor que su separación al cargo debía ser definitiva. Mantuvo intacto su feudo, la dirigencia del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Municipio de Coatzacoalcos.

Proyectar al PANAL lo llevó a desarrollar una intensa campaña de promoción, vía anuncios espectaculares, calcomanías y microperforados en automóviles, carteles, una fuerte inversión.

Caminó así. Sentía suya la candidatura a diputado. Era suya, también, la inminente derrota. No ganaría la elección, polarizada como está la contienda entre el PRI y el PAN.

Movimiento Ciudadano, con Renato Tronco, acusado de la autoría intelectual del crimen del regidor de Las Choapas, Alfredo Pérez Juárez; Rocío Nahle García, ex candidata del PRD, hoy de Morena, rémora de Andrés Manuel López Obrador y del Clan de la Succión, que lo mismo le chupan al PRI que le chupan a la izquierda o al PAN, y el mismo Gersaín Hidalgo, no van por un triunfo sino por diluir los votos de la oposición, fragmentar al electorado y garantizar que el PRI, con su voto duro, pese a lo devaluado de su candidato, Rafael García Bringas, pueda vencer el repudio que provoca su candidatura.

Gersaín Hidalgo sabía para qué sería candidato. No era para ganar sino para fragmentar a la oposición.

Y así siguió hasta que el miércoles 28 de enero el PANAL cambió el rumbo: su candidato será Adán Escobedo Morales, ex presidente del Consejo Electoral Municipal, en 2010, en la elección en que fue impuesto Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— como alcalde; ex asesor jurídico en el ayuntamiento theurelista como premio por sus oficios, y ex director de Comercio en el gobierno de Iván Hillman Chapoy.

Entendió Gersaín Hidalgo que debía retirarse. Fue advertido la mañana del domingo 1. “Diputasión o la familia. Tú eliges” (sic). Y prefirió claudicar.

“No hay democracia —refiere a Imagen del Golfo—. Así está cabrón. En otros periódicos dicen que esto es un show. Y a poco creen que uno puede hacer un show con su familia. Ya tomé mi decisión y la mía es no participar. Quizá no es mi momento”.

Un graffiti. Una amenaza. El lenguaje intrínseco de la advertencia. “Diputasión o la familia. Tú eliges”, con letras rojas, color del PRI, como las pintas de 2012, durante la elección federal, en la catedral de Coatzacoalcos en color amarillo para vincular el aviso al PRD y lograr la condena de la iglesia católica.

Con Gersaín Hidalgo son dos candidatos a diputados que salen corriendo. El primero, Armando Rotter Maldonado, del Partido del Trabajo, quien el jueves 22 recibió un aviso final: tres individuos armados intentaron ingresar a su domicilio. Su esposa e hijos se hallaban en el garaje. Iban al colegio. Era poco menos de las 7 de la mañana. Los individuos ordenaban a la señora que bajara el portón automático, pero no lo hizo. En cuanto terminó de subir, arrancó, tomó el malecón y al ver una primera patrulla de policía la alertó.

Horas después, Rotter anunció que desistía de participar en la contienda por la diputación federal.

Reveló que antes había recibido llamadas telefónicas, al igual que su hijo, conminándolo a renunciar. En cuanto se metieron con su familia, se fue de Coatzacoalcos.

El modus operandi es similar. A Gersaín Hidalgo lo abrieron de la contienda. Primero le llamaron por teléfono; lo amenazaron. Después le estamparon el mensaje en la fachada de las oficinas del PANAL tocando a su familia.

Son signos de la violencia electoral. Ahuyentan a los candidatos. Amedrentan a los electores. Inhiben el voto. Nadie sale a votar. Gana el candidato de los malosos. Resulta que donde ocurre eso, gana el PRI. Se valen del voto duro, del voto que se canjea por la ayuda económica de los programas sociales. Es el “oro molido” al que se refería Salvador Manzur, uno de los ladrones de elecciones. Así lo hicieron en Michoacán.

Rotter se fue. Gersaín Hidalgo renuncia. Van dos. El miedo comienza a ser factor.

 

Archivo muerto

 

“Después del Moisés sigues tú perra, te estamos checando”. La voz fue registrada en la grabadora del teléfono. Es una amenaza que cimbra, que aturde y que inquieta. Su destinataria, Verónica Huerta Aburto, reportera de AVC Noticias y Radio Fórmula, en Xalapa. La hicieron desde un número desconocido. Era la tercera vez, pero esta vez es directa. “Sigues tú”, le expresó la voz siniestra, el domingo 1. Verónica Huerta no quiere hacer show mediático y así lo ha expresado. Tuvo que interponer su denuncia pues de otra forma no habrían acciones de la Fiscalía General de Veracruz ni de la Secretaría de Seguridad Púbica; no se podría pedir a un juez que ordene la intervención telefónica para dar con el origen de la llamada. Acudió a la Agencia del MP Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión y a la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas. Es la segunda comunicadora que recibe una amenaza este año. Antes fue Patricia Morales, de imagen de Veracruz y Órale Veracruz. Es parte de la escalada contra la prensa en el Veracruz Próspero de Javier Duarte, en el que pasa todo y no pasa nada… Día 32. ¿A qué le teme el alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes: al fiscal Luis Ángel Bravo Contreras o al crimen organizado, que pudiera estar detrás del “levantón”, tortura y asesinato del periodista Moisés Sánchez Cerezo? Omar Cruz se halla escondido. Dice el abogado Sergio Vaca Betancourt que está “en un lugar seguro”. Espera ser llamado al juicio de procedencia en el Congreso de Veracruz para determinar si se le retira el fuero constitucional y encara la acusación de ser el autor intelectual del crimen del director del semanario “La Unión”. Trasciende que la ejecución no tiene que ver con el alcalde. Se refuerza la hipótesis planteada por Reporteros Sin Fronteras, por la Procuraduría General de la República y por un sector de la prensa crítica de Veracruz: fue el crimen organizado. Queda saber por qué. ¿Teme el alcalde de Medellín que lo silencien?… Por lo menos 17 notarios de Coatzacoalcos y Minatitlán han usado la escritura Bringas Burelo para diversas operaciones de compraventa, cesión de derechos o simplemente la inscripción en el Registro Público de la Propiedad. Cuestionada por muchos de ellos, combatida en juicios, fallidos aquellos que pretendieron lograr su nulidad en tribunales civiles, la escritura de la Sucesión Bringas Burelo fue instrumento del que se valieron los fedatarios para bien o para mal, para afectar incluso al gobierno de Veracruz que siempre le ha negado validez. Apellidos como Lara, Montes de Oca, Hillman, Aguilar Urcelay, Salas, Dávila, Cañas, De la Fuente, Tiburcio, Errasquín, Carrión, Casarín, Rodríguez, Bravo y Brito, elaboraron escrituras y validaron operaciones de compra-venta con el título de la Sucesión Bringas, hoy extinta. Quien inscribió el título fue Nuki del Carmen Aguilar Olivera, la cual en 2011 lo insertó en el Registro Público de la Propiedad de Minatitlán, lo que acabó con la farsa del gobierno de Veracruz de que era inexistente y carente de validez. La Sucesión se extinguió meses después, a fines de 2011, pero los actos realizados previamente gozan de validez, aunque le provoque urticaria al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y a su títere, Javier Duarte, quienes negando la validez del título se apoderaron de más de 6 millones de metros cuadros de terreno que no pertenecen a la reserva territorial de Coatzacoalcos… No a todos le matan un reo en la cárcel. A Marco Antonio Estrada Montiel sí. Su policía encarceló a Gonzalo Hernández Esteban, un policía rural que escandalizaba el 15 de enero en el poblado Nueva Ixtacomitán, en el municipio de Las Choapas. Lo tundieron a golpes. De ahí salió sólo a morir. Presentaba estallamiento de vísceras. Desde entonces, el alcalde Marco Antonio Estrada da palos de ciego: encubre a los policías agresores, deja que se ausenten, que no laboren, que su director de policía, Eugenio Palma Arjona, dirija la corporación vía telefónica. Es un caso de agresión y tortura policíaca, semejante a lo que en su momento distinguió a Renato Tronco cuando mal gobernó a los choapenses. O sea que salieron de un represor y se encontraron con que otro represor también hace de las suyas. Y a todo esto, ¿el Congreso de Veracruz qué dice?…

 

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