Patricia Peña: ¿diputada o aviadora?

*  Cero trabajo legislativo  * Aceptó la suplencia por si Joaquín “se muere”  * Otras narcofosas  * Romero Deschamps, desechable  * Aprobará PRD leyes energéticas  * Lozada requiere bufones  * Federico Lagunes, la porrista  * Enlodar a Noé Zavaleta  * Robarle el auto a Nacho Carvajal  * Los zapatos italianos de la pastora

Patricia Peña Recio aceptó ser suplente de Joaquín Caballero Rosiñol “por si se muere”. Sólo por eso. Lo decía, lo pregonaba, se justificaba. Con sorna, refería que sólo porque así lo acordó su guía, mentor y consentidor Juan Nicolás Callejas Arroyo, había aceptado ser diputada federal suplente.

Caballero no murió. Asumió la diputación federal. Legisló unos meses y solicitó licencia. Ahora es alcalde de Coatzacoalcos. Dejó en la curul a su detractora, una mujer que lo aborrece, que sólo quiso ser suplente “por si él se muere”.

Nulidad de pies a cabeza, diputada de rebote, a Patricia Guadalupe Peña Recio no se le da San Lázaro, su dinámica legislativa, el afán protagónico de muchos, los reflectores que obsequia la Cámara baja, menos la creación de leyes, la elaboración de iniciativas o reformas, el trajín del poder federal.

Es, tácitamente, un cero a la izquierda.

“Legisla” desde Coatzacoalcos, entre foto y foto, en eventos políticos y reseñas de sociales, en cortes de listón, visitas de funcionarios estatales y federales, arranques de obra, anuncios de programas municipales, ahí, junto al alcalde Caballero, del que acepto ser diputada suplente “por si se muere”.

Su paso por el Palacio Legislativo de San Lázaro es verdaderamente patético. Su página oficial la masacra, la exhibe, la desnuda políticamente.

Su formación se reduce a dos míseros cargos, uno público y otro de partido. Fue directora de Educación en el ayuntamiento que presidiera Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— y la Secretaría General del PRI local, que es lo más cercano a un adorno tricolor. Y todo de 2011 a la fecha. Una bisoña usada por los hombres de poder.

Nacida un 28 de diciembre, Patricia Guadalupe Peña Recio ni es santa ni es inocente. En su gremio, el de los maestros, es cordialmente repudiada. Se le acusa de ser arribista, audaz y maniobrera, granjearse los favores de los líderes sindicales y sacar alta rentabilidad en lo político y también en lo económico.

Tiene encantado al dirigente “moral” del magisterio oficial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, su mentor, su paño de lágrimas, su almohada, cegado a tal punto que no ve la escasez de méritos de la diputada Peña Recio y el nivel de repudio que suscita entre los maestros de la zona sur de Veracruz, pues sin trabajo sindical y menos político, rebasó a todos.

Fallida funcionaria municipal, en sus días de directora de Educación del ayuntamiento de Coatzacoalcos fue la comidilla del pueblo por su incapacidad para organizar el Desfile de la Primavera, los niños marchando en carros alegóricos o a pie sobre el malecón costero. Toda una odisea que le complicó la vida a la señora Peña Recio. Qué difícil faena.

Hecha para cualquier otra empresa pero no para legislar, el récord de Patricia Peña en el portal de la Cámara de Diputados es deplorable. En año y medio no ha presentado ni una iniciativa de ley, de reforma o adición, que hayan salido de su minúscula imaginación.

De las 16 iniciativas promovidas por el PRI, en 15 aparece Patricia Peña como adherente. Son las que elaboran otros diputados y se presentan de manera colectiva. Basta pues una firma para sumarse al proyecto.

Sólo en una figura el nombre de Patricia Peña. Y es de risa. Es “proponente” pero a nombre del diputado Luis Armando Córdoba Díaz. Realizada el 16 de octubre de 2013, proponía inscribir con Letras de Oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro, el nombre de “Octavio Paz Lozano”. El 3 de diciembre de ese año fue desechada.

Al 27 de junio de 2014, la diputada por Coatzacoalcos no había realizado ni una proposición con punto de acuerdo, según se puede leer en el portal de la Cámara Baja.

Eso sí, cobra puntualmente su dieta de 74 mil pesos al mes, su apoyo para asistencia legislativa de 45 mil 786 pesos mensuales, y el de atención ciudadana por 28 mil 772 pesos.

Tiene derecho a las prebendas descomunales que otorga la Cámara de Diputados: más de 40 mil pesos para transporte en avión; tarjeta IAVE para no pagar en las casetas de peaje de las autopistas federales; 2 mil 780 pesos para despensa mediante bonos Sí Vale, o sea 33 mil 360 pesos anuales; aguinaldo de 198 mil 187 pesos; seguro de gastos médicos mayores en el hospital Médica Sur con un costo de 110 mil 610 pesos; seguro de vida institucional, 55 mil 690 pesos; seguro de separación individualizado, 197 mil 262 pesos.

Le sale cara al país la diputada por Coatzacoalcos, cero trabajo legislativo, cero iniciativas, cero proposiciones con punto de acuerdo, cero subidas a tribuna que hayan producido algo medianamente digno. Su cobro, puntual en la cuenta bancaria que la administración de la Cámara le abre a los diputados.

Vegeta en San Lázaro Patricia Peña Recio. Usa la curul como beca federal. Disfruta del privilegio. No genera un solo beneficio para el distrito que representa, pero se pasea con cargo al erario, su salario y sus prebendas aportadas con el impuesto de los mexicanos.

Atropellada su vida política, la pupila de Juan Nicolás Callejas sólo se ha distinguido por dos episodios: su respaldo a la reforma educativa y su apoyo a la reforma energética.

Disciplinada, Patricia Peña levantó su dedito para respaldar las iniciativas constitucionales planteadas por el Presidente Enrique Peña Nieto. Una conculca los derechos laborales de los maestros, sus compañeros de gremio, y la otra provocará despido de personal y desplazamiento en una zona petrolera, el distrito de Coatzacoalcos, al que ella representa.

Nada podía hacer Patricia Peña. Como muñeca de trapo fue puesta ahí para convalidar el atraco a la nación. Apuñala al magisterio, su origen, y luego acude a eventos públicos a cortar listón e inaugurar eventos. La foto, siempre la foto. Así de fresca su vida pública.

Fue suplente de Joaquín Caballero por un acuerdo entre Marcelo Montiel Montiel, actual delegado de la Secretaría de Desarrollo Social federal en Veracruz, y el líder magisterial Juan Nicolás Callejas Arroyo. Impedían así que la compañera de fórmula fuera Guadalupe Félix Porras, alias Lu-pilla, esposa del ex alcalde Marcos Theurel, la pieza que el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán pretendía jugar para tener presencia en el Congreso.

Le dijeron que sería suplente. Patricia Peña dijo que sí, que sólo por si Joaquín “se muere”.

 

Archivo muerto

 

Nueva versión del Veracruz sangriento: hallan ocho cadáveres en fosas clandestinas en Cosamaloapan, la tierra de Fidel Herrera Beltrán, el ex gobernador. Ocurre en Paso del Novillero, la madrugada del miércoles 2, y no sólo hallan los cuerpos sino también una patrulla clonada, la seguridad oficial suplantada por el crimen organizado y la delincuencia común. Se entera la sociedad por la prensa, no por el gobierno de Javier Duarte, pues este viernes el procurado Luis Ángel Bravo Contreras se negó a confirmar el hecho. Dos semanas antes, el 16 de junio, otro hallazgo cimbró a Veracruz: en el rancho El Diamante, en Nopaltepec, ubicado entre Cosamaloapan y Tres Valles, yacían 31 cuerpos en 23 fosas clandestinas. Nada dijo el gobierno estatal. Calló el gobernador Javier Duarte; calló el procurador Luis Ángel Bravo Contreras; calló todo el aparato de poder. ¿Qué pretendían ocultar y por qué? Son ahora 39 cadáveres y los que se han de acumular. Hace tres años dijo el sacerdote Alejandro Solalinde que son miles que están sepultados en fosas clandestinas en suelo veracruzano… Días contados, fin de ciclo, para Carlos Romero Deschamps. Se irá el líder del sindicato petrolero como moneda de cambio entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y el Partido de la Revolución Democrática, cansados todos de su entronización, más de 20 años al frente del STPRM, su derroche, sus locuras, las locuras y el dispendio de sus hijos, y la soberbia de gangster que le caracteriza. A cambio, el PRD volverá a la mesa de la reforma energética. Aprobarán sus legisladores los cambios a las leyes secundarias y la creación de nuevos instrumentos legales. Y obviamente recibirán los Chuchos, los dueños del PRD, un demonial de dinero de origen público, contratos, sus empresas beneficiadas. Ya se busca sucesor. Suenan dos nombres: Ricardo Aldana Prieto, su hombre de confianza, su ex tesorero, presidente de la Comisión de Vigilancia, y Miguel Limón Hernández, de Agua Dulce, por muchos años secretario del Interior de la cúpula sindical. Ambos implicados en el Pemexgate —la triangulación de dinero de origen público para la campaña presidencial del PRI en el año 2000— seguirían con su negocio petrolero. O sea, la misma gata nomás que revolcada… Ivanista, marcelista, ivanista, marcelista, Leonardo Lozada Parra pasa por el futbol, el golf, la renta de estadios y el trapecio político para estar, donde sea pero hay que estar. Requiere ahora de bufones sin prestigio, aduladores sin moral, para simular que ha dejado su alma mater y a su mecenas y protector, Iván Hillman Chapoy, para pasarse a la filas del joaquinismo. Su nueva porrista es Federico Lagunes Peña, quien en el periódico del Clan de la Succión, cueva de los Robles-Hillman, festina que Lozada Parra haya dejado a Iván El Terrible. ¿Habrá algún imbécil que se trague semejante patraña con la que se pretende encubrir cómo se infiltra el ivanismo en el ánimo del alcalde marcelista, Joaquín Caballero Rosiñol? Con pompones en las manos, minifalda, tenis y tines, Federica Lagunes danza, salta y vocifera que Leo Lozada formalizó el divorcio político. Lozada es bueno para esas tretas. Recuérdese cuando se tuvo que adjudicar una novia que no era suya, Mónica ahí, de sorpresa, en el departamento de Cuernavaca donde vivía Iván y halló a despampanante chica cómodamente instalada. “Es de Leo, te lo juro que es de Leo”, decía Iván con ganas de convencer a la furibunda mujer. Por servicios prestados a la patria, Lozada llegó a ser a la postre regidor ivanista… Presión y represión al periodismo incómodo. Noé Zavaleta, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, embestido por Laura Bozzo por difundir las reacciones adversas a una supuesta visita que haría la conductora del deplorable programa Laura de América a San Juan Evangelista, en el sur de la entidad, para tratar la serie de suicidios de niños que se viene registrando. A su estilo, vulgarmente moldeada, Laura Bozzo anunció que demandaría a Noé Zavaleta, uno de los mejores periodistas veracruzanos, quien sacude a diario al gobernador Javier Duarte con sus agudas informaciones. Obvio suponer quién está detrás de la visceralidad de Laura Bozzo, Laura Chambasucia. El otro caso tiene que ver con los periodistas Ignacio Carvajal y Daniel Jesús Torres Licona, quienes habían dado a conocer evidencias de brujería y Santa Muerte halladas en el rancho El Diamante, donde fue encontrada una veintena de fosas clandestinas y en ellas 31 cadáveres, en Nopaltepec. Cuando se disponían a realizar un segundo reportaje, les fue robado el vehículo del periódico Liberal del Sur, placas YEB 2969, un auto viejo, maltratado, que no ofrecía mayor atractivo. Con el auto se fue parte del equipo fotográfico de Daniel Torres. De su segundo intento de obtener datos reveladores, pocos sabían. Se infiere que les interceptaron sus comunicaciones, seguidos sus pasos, espiados, amenazada su labor periodística. Hay un común denominador: Javier Duarte es blanco de críticas tanto de Noé Zavaleta como de Nacho Carvajal. Por lo pronto, la organización Artículo 19 ya alzó la voz por ellos, por lo que pueda ocurrir, por el riesgo en que se encuentran… ¿Quién es esa pastora evangélica cuya compulsión a comprar la tiene al borde de la quiebra y en el umbral de un nuevo escándalo? Una pista: ostenta zapatos italianos, adquiridos allá, en el Viejo Continente, con valor cada par de 15 mil pesos. Y son 20 pares. Lo que es la presunción: 300 mil pesos a ras de piso…

 

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