De Maryjose Gamboa a Yunes: protector de mafias

* Veta la reforma a la Ley de Tránsito  * “No la leyó”, dice la diputada  * ¿Quién la libró de la cárcel?  * Estalla conflicto en el Itesco  * Ricardo Orozco y los “aviadores”  * Tony Macías: pago con tierra  * Theurel y Chagra, a espaldas del cabildo  * Aylín hartó a Caballero  * 30 lotes para ganar votos

Sucumben al poder todos. Una de ellas Maryjose Gamboa, la diputada, la periodista, que tilda de protector de mafias al gober azul, Miguel Ángel Yunes Linares, con el que llegó al Congreso, el que, tiempo atrás, la rescató de la cárcel.

Ruda, muy ruda, lo increpa y enfrenta, indignada por el veto a la reforma a la Ley de Tránsito y Transporte Estatal, que impulsara la legisladora del PAN.

Aduce Yunes Linares que no la va a promulgar, que primero reordena el caos y luego ajusta la ley. Hará observaciones y la devolverá al Congreso de Veracruz.

“Haré observaciones —dice Miyuli—, en los términos del artículo 36 de la Constitución que me faculta, a la reforma que aprobó el Congreso y devolveré la iniciativa al Congreso. No la voy a promulgar”.

Será antes del 15 de febrero. Lanzará el programa de regularización de transporte público. Así, se sabrá quiénes cumplen con los requisitos, quiénes tienen derecho a dar el servicio y quiénes lo hacen de manera irregular.

Es, dicho por Yunes Linares, un desastre el transporte público de Veracruz, atestado de concesiones, sin control alguno, negocio de políticos, al mejor postor.

Y toca el sesgo explosivo del tema:

“Adicionalmente —agrega— hemos detectado que la delincuencia organizada controla parte de este servicio público y lo vimos por ejemplo los días 4, 5 y 6 de enero con los problemas que hubo de vandalismo en Veracruz, que se usaban taxis para cometer actos vandálicos, lo hemos visto en secuestros y asaltos”.

Si procede la reforma, el proyecto Maryjose, “se estaría contribuyendo a generar desorden en el sector”, apunta Yunes con su dosis de inquina.

Y puntualiza:

“Aplicará el derecho de veto, pero nadie se debe de asustar. Son los tiempos que vive Veracruz en donde el Congreso no está de rodillas frente al gobernador como lo estaba. El Congreso puede no estar de acuerdo con el Gobernador y viceversa”.

Y nadie se asustó. Maryjose Gamboa se irritó. Y cómo no, si para cuajar la reforma pudo lograr consensos imposibles, el respaldo de propios y extraños, venciendo inercias y tocando una fibra sensible, la del servicio de mototaxis que operan en la zona rural, que sirven a sectores de la sociedad donde el taxi no entra, que alivia las penurias de la gente del campo.

Presuntamente ahí se generó el conflicto. Maryjose Gambia Torales con su visión de los mototaxis como solución y Yunes Linares viéndolo como pudrición.

Advierte el gobernador que el transporte público de Veracruz no solo es ineficiente y de baja calidad, sino negocio de grupos, de políticos, y en buena medida en manos del crimen organizado.

Le refuta la periodista metida a diputada, autora de Al Aire, su columna, que publica el periódico Notiver:

“El gobernador está protegiendo a las mafias transportistas. No está protegiendo el derecho de millones, de 2.7 millones de personas, que no tienen manera de moverse”.

Yunes, que fue subsecretario de Seguridad en el gobierno foxista, que maneja los sistemas de inteligencia como pocos, tiene un pecado: está mal informado.

Se lo reclama Maryjose Gamboa. “Está mal informado”, asegura. Y lo cuestiona: “una persona inválida, un viejito, una niña de una comunidad rural, ¿cómo sale a una escuela en caminos vecinales donde no hay ni taxis, ni camiones?”.

Vuelve a la carga la legisladora:

“Creo que no la ha leído bien, creo que no leyó el transitorio que dice que entra en vigor después de que se regularice el servicio de transporte público”.

Luego argumenta: las “mafias” de taxistas y camioneros son los que no se verían beneficiados pues no podrían seguir haciendo negocios en su comunidad.

“Hay fidelistas y duartistas —dice Maryjose— que tienen miles de concesiones de taxis mixtos rurales, que son los únicos que pudieran entrar, pero un taxi o diez mil para 27 mil 500 comunidades rurales, no resuelve el problema”.

Aduce Yunes Linares que se haría daño a Veracruz aprobando la reforma y por eso la vetó. Porque “muchos mototaxistas están coludidos con la delincuencia organizada”.

Lo vuelve a increpar Maryjose Gamboa: si él tiene pruebas, lo conducente es presentarlas ante la autoridad ministerial y que se finque responsabilidad.

“Estos mototaxis lo que han hecho hasta hoy es ser extorsionados por Tránsito. No los inventé yo, ya existen. Yo lo que estoy pidiendo es que se regularicen y que se resuelva el problema de seguridad dentro de caminos vecinales”, agregó.

Cita el portal Versiones la sentencia final Maryjose: como Miguel Ángel Yunes anunció el veto por la vía mediática, más que buscar conversar con él para explicarle los alcances de la reforma, lo que hará la diputada panista es responderle a través de los medios de comunicación.

Mueve el poder a sus peones. Maryjose Gamboa enfrenta al gobernador, lo exhibe, lo tilda de protector de mafias, de no leer, de no entender que primero se reordenará el transporte y luego se hará efectivo el contenido de la modificación a la ley.

Y Yunes le veta la reforma, la sacude, le destroza el éxito. Yunes balconea a Maryjose: si no conoce la infiltración del crimen organizado en el transporte público, no conoce nada. La tiene en jaque.

¿Es ese el móvil del conflicto? Quizá no.

Hay otros fuegos entre el gobernador y la periodista: “Culín”, el ex fiscal, impune; Jorge Winckler, el fiscal yunista, de plácemes; la CEAPP, torpedeada a diario por la diputada; el duartismo y el fidelismo en el gobierno de Yunes; Astroboy, el niño fiscal, Luis Eduardo Gamboa, que no movió un dedo al verla golpeada en prisión, hoy es el buscador de desaparecidos.

Tiene razones de sobra Maryjose Gamboa para indignarse, y con ella muchos, miles, pero su reclamo es torpe. Golpear desde la tribuna del Congreso, pegar en los medios, usada su ira por la prensa duartista y hasta a la que no lo es, activa al Yunes rijoso.

Destroza Yunes Linares la beligerancia de Maryjose Gamboa, su soberbia y protagonismo. Destruye la altivez de la diputada que golpea a diario la decisión del gobernador de Veracruz por reencauzar la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, que vapulea al secretario ejecutivo, Jorge Morales; que defiende a los enclaves de Namiko Matsumoto, de Gina Domínguez, de Benita González; que reitera una y otra vez que la CEAPP debe desaparecer mientras el gobernador impulsa la reforma que la hará autónoma, desligado el mandatario, dejando la elección de los comisionados al gremio.

Yunes lanza el contragolpe. Sacude a Maryjose Gamboa, la periodista que reclama el pacto con el ex fiscal Bravo Contreras, el que con tretas legaloides la mantuvo en la cárcel tras el accidente en que José Luis Burela López cruzó el bulevar Alemán, provocó el atropellamiento y murió. “Culín” se ensañó. “Culín” le negó su derecho a un juicio en libertad por ser imprudencial. “Culín” se volvió impune, a salvo de la justicia, por las propiedades robadas por Javier Duarte que finalmente entregó.

Maryjose increpa a Jorge Winckler, el abogado que llevó su caso, que la defendió, que la sacó de prisión. Le agradece como abogado pero le reclama como fiscal. Todo en la mayor indiscreción.

Así es el poder. Nada igual a cuando Yunes Linares movía cielo y tierra, él y sus hijos, sacando todos, el hoy fiscal Jorge Winckler también, a Maryjose de prisión.

Y el poder los confronta, Maryjose con una ley, Yunes con un veto, Maryjose tildando a Yunes de protector de mafias.

Qué desmemoria.

Archivo muerto

Suicida y burdo, Ricardo Orozco Alor cimbra al Itesco. Cesados cuatro alfiles, subdirectores y jefes de área, a la luz los “aviadores” que cobran sin trabajar, lanza una embestida contra la nueva directora del Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos, María Inés Núñez Monreal. Todos reclaman el pago de su quincena y algunos el finiquito de terminación de contrato. Atesta de incondicionales la dirección del Itesco, la mañana del miércoles 25. Lanzan consignas. Arengan y exigen. Hay trabajadores y “aviadores”, hay también alumnos de los que hacen carrera sin ética, promoviendo el voto priista, bailando en los carnavales, convertidos en borregos de mitin político, trepados en el proyecto fallido de Ricardo Alor. Así permanecen ellos por un rato. Otros trabajadores, la broza del priista que quiso ser diputado local por Minatitlán y fracasó, se declaran en huelga de brazos caídos. Explica la directora del Itesco, María Inés Núñez Monreal, que el adeudo lo generó la administración saliente, los títeres de Ricardo Orozco. Y afirma que aún su firma como titular del plantel no está registrada. Dice, sin embargo, algo que sacude al aprendiz de cacique: muchos de los “empleados” no aparecen en el sistema. O sea, son aviadores. Unos más, como Tania Estrada, ni se para por el Itesco. Es jefa de la división de Ingeniería en Gestión Industrial, pero sólo de membrete. Su función la realiza la jefa de Gestión empresarial y Administración, Estefany Guerrero Sánchez. Sujetos a auditorías, los alfiles de Ricardo Orozco van cayendo y algunos irán a la cárcel por desvío de recursos, por peculado, por daño a la institución. La tarde del martes 24 fueron cesados Feliciano Toledo Castillejos, subdirector Administrativo; Raúl García Urbina, jefe de Departamento de Finanzas; Johana Toledo Toledo, jefa de departamento de Materiales, y Nancy Balcázar Rincón, jefa de departamento de Recursos Humanos. “Mientras Recursos humanos —refiere una fuente— asentaba la larga lista de aviadores y los pasaba a Finanzas, el subdirector administrativo también lo permitía, así como toda la fuga de recursos”. Y agrega: “Eran recursos que Johana Toledo, la jefa de Recursos Humanos, sacaba mediante facturas y proveedores pagados para Ricardo Orozco diariamente”. Grave, Ricardo Orozco, el “secretario adjunto” del sindicato del Itesco, con su cargo inexistente, golpea para negociar. Sabe que la auditoría lo enviará a la cárcel. Usó el Itesco con filo político, pagado el personal de campaña y operación política con recursos de la institución. Eso es peculado. Hay más… ¿Habrá algo que Tony Macías haga legal? No se sabe. Vil atraco lo de la reserva territorial de Coatzacoalcos y vil transa el pago del impuesto de traslación de dominio en especie. Del despojo de tierras, urdido el negocio por Fidel Herrera Beltrán, a precio de ganga, sin erogar un peso y vendidas al 10 por uno, se va a encargar el gober azul, Miguel Ángel Yunes Linares, que promete cárcel al suegro incómodo de Javier Duarte, que confecciona una denuncia que va cimbrar a Veracruz. Del pago de traslación de dominio da cuenta una escritura, la 59,069 del notario incómodo, Yohan Hillman Chapoy, en la que todo es ilegal: a nombre del ayuntamiento de Coatzacoalcos suscribe el acuerdo Roberto Chagra Nacif, síndico de Marco César Theurel Cotero —“Te rompo tu puta madre”— en agosto de 2012, sin que conste la sesión de cabildo en que se aprobó y sin el aval del Congreso de Veracruz. Y aún si lo tuviera, la operación es nula por estar viciada de origen. No contempla el Código Hacendario que el pago del impuesto de traslación de dominio se pueda realizar con tierra, en especie. En números, la operación fue por 8 millones 382 mil 699 pesos, equivalente a los 800 millones de pesos que vale esa tierra. Los “pagó” en especie, embarrados Beto Chagra y Marcos Theurel. Quizá por ello, sabedor de lo que viene, intentó Tony Macías que el cabildo actual validara operaciones que están fuera de la ley. Quien lo mandó al diablo fue la síndica actual, Alejandra Theurel Cotero, con su habitual “no”. Hay otras operaciones igual de chuecas. Una de ellas implica al ex síndico ivanista, Mariano Moreno Canepa. ¿Huele a transa fidelista? Sí. Más gasolina para el fuego de Yunes… Tirante, ríspida, la relación entre Joaquín Caballero Rosiñol y Aylín Contreras Muro finalmente tronó. No hubo química. Exasperaba a todos la altivez de la hoy depuesta directora del Instituto Municipal de la Mujer, más al alcalde que por no conflictuarse con el director de un diario del istmo tenía que aguantar. Un día, protagonista como es, tomó el micrófono y se dirigió a una multitud en el Çentro de Convenciones. Habló, habló, habló y ni Dios padre la podía parar. Hartó al alcalde de Coatzacoalcos, quien con una seña ordenó matar su desenfreno verbal. Oh sacrilegio. Estalló Aylín. Increpó a todos, retó al personal, instó a la prensa a registrar el agravio. Hoy ya no es directora del Instituto Municipal de la Mujer… ¿Quién es ese personaje, metido a político, a quien el gobierno de Veracruz —no se sabe si en el duartismo o en el yunismo— le asignó la nada despreciable cantidad de 30 lotes con la encomienda de quedarse con unos, repartir otros y ganar adeptos, convertirse en nueva opción para el electorado? Una pista: la pillada tuvo sede en el municipio de Agua Dulce… 31 días después la justicia no se aplica en Tatahuicapan. Ofreció el gober azul Miguel Ángel Yunes que los que tomaron la presa Yuribia, las huestes de Eloy González y Lino Bautista, Calixto, Gabriel, Candelaria y demás, sabrían lo que es la ley. Van 31 días y nada. Como si el gobernador de Veracruz fuera aún Javier Duarte…

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Foto: Libertad Bajo Palabra

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