Javier Duarte: desafiar al presidente

* La carta de los alcaldes  * ¿Firmaron o no firmaron?  * Diputados federales también retan a EPN  * Se tiene que ir y se resiste  * En riesgo, las alcaldías  * Héctor y Duarte como La Tomata y La Perejila  * Amado Cruz, líder de Morena en el Congreso de Veracruz  * Guerra subterránea entre morenistas  * El líder y su amor de verano

Peligran las alcaldías, crece Morena, crece más el repudio al PRI, detestan a los Yunes rojos, porque Héctor agrava el caos, obsesionado con ser el interino, y Javier Duarte no se quiere ir. Desafía a Peña Nieto, reta al presidente, ignora su poder.

Lee mal su realidad el gobernador de Veracruz, devastado por el misil de Los Pinos contra su coraza de impunidad, sus leyes y fiscales, sus magistrados anticorrupción, que el Congreso estatal avaló y en un acto circense, obligado a recular, dejó sin materia, al garete Javier Duarte, a merced de la justicia.

No capta el mensaje. No escuchó a la entonces lideresa nacional del PRI, Carolina Monroy del Mazo, cuando le expresó que “en el partido no habremos de respaldar un solo acto, un solo dicho, un solo hecho que contravenga el Estado de Derecho”, como si los priistas no actuaran así. Y advertía que el paquete “anticorrupción” puede ser jurídicamente correcto pero carecer de sustento ético y moral, como finalmente fue.

No oyó a Don Beltrone, a César Camacho, a Ramírez Marín, a Joaquín Hendricks, a Beatriz Pagés, al unísono fustigando su desgobierno, el atropello, convertido en un lastre para el PRI, que de por sí arrastra desprestigio y repudio.

Reacio a ceder, maniobró para imponer fiscal anticorrupción, magistrados anticorrupción, volver inamovible al fiscal general, al contralor y pretendió que Gabriel Deantes Ramos, corruptazo ente los corruptos, controlara el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información. Quiso mucho y logró una miseria. Fuera de “Culín”, alias el fiscal, alias Luis Ángel Bravo Contreras, nada logró.

Desafía hoy a Peña Nieto. Se crece ante la embestida de Los Pinos, vía la Procuraduría General de la República, que emprende acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el paquete de impunidad con el que Javier Duarte fraguaba evadir cualquier acción legal tras concluir su gestión de gobernador.

Por la mañana, el lunes 11, sintió la frialdad de Peña Nieto, descalificado el operativo con el que el gobernador y su Congreso cómplice pretendieron blindarlo del amago de cárcel que le promete su sucesor, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, una vez que asuma la gubernatura.

Jurídicamente, su burbuja de impunidad es una aberración. Creó figuras como la Fiscalía Anticorrupción y la Sala Anticorrupción antes que EPN promulgara y publicara la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción y la Ley General de Responsabilidades Administrativas.

O sea, violentó el espíritu del Sistema Nacional Anticorrupción, creando entes a modo con funcionarios y magistrados que habían sido parte de su mafia.

No entendió el mensaje. O lo entendió y lo ignoró. Por el tono de la embestida, por la dimensión del golpe, Javier Duarte debe irse, dejar el gobierno, matizar el descrédito, alejarse del PRI y evitar que el caos se prolongue hasta impactar en la elección de alcaldes en 2017.

Horas después del misil peñista, Javier Duarte sigue igual. No se arredra. No se va.

Suma a su desenfreno mental a la bancada priista-verde en la Cámara de Diputados. Los hace solidarios con su desastroso gobierno. Los hace hablar en su favor.

“Los diputados federales del PRI y del PVEM de Veracruz que integramos la LVIII Legislatura del H. Congreso de la Unión apoyamos de manera incondicional al Gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien ha sido el gobernante con la mayor cantidad de sufragios a su favor en la historia de nuestro estado, con casi un millón cuatrocientos mil, lo que le da su irrefutable legitimidad”. No dicen que fueron votos malhabidos, comprados, objetos de coacción, usados los programas sociales —el operativo G-5 de Fidel Herrera— como fuerza electoral.

“Los legisladores veracruzanos —agrega la carta— que hemos aprobado el Sistema Nacional Anticorrupción, estamos a favor de la legalidad, la transparencia y la rendición de cuentas, en estricto apego a la ley, sin distorsiones ni venganzas derivadas de cálculos políticos.

“Tal como lo expresó el día de hoy el Vocero de la Presidencia de la República coincidimos como hoy lo ha hecho el Gobernador Duarte en que debemos de ser coherentes con el Sistema Nacional Anticorrupción y con sus leyes secundarias.

“Los Diputados Federales compartimos el interés del Presidente de la República y del Gobernador Javier Duarte en la creación de instituciones sólidas que castiguen los actos de corrupción y combatan la impunidad.

“Las 20 Diputadas y Diputados Federales acompañaremos al Gobernador Javier Duarte de Ochoa hasta la conclusión de su encargo constitucional el 30 de noviembre de 2016”.

Qué cinismo. Pillan a Javier Duarte y a su Congreso estatal cómplice violando los principios del Sistema Nacional Anticorrupción, lo obligan a retirar propuesta de fiscal y magistrados, y exaltan los diputados federales su apego a la legalidad.

Martes 12. Ahora son los alcaldes de Veracruz quienes se ven sumados al tropel duartista, desafiantes con sutileza, supuestamente firmando una carta que muchos de ellos, quizá todos, aseguran no haber conocido su contenido.

Reza la carta dirigida a Peña Nieto y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que el gordobés es una maravilla, que no les retiene recursos federales y que ha logrado la paz social. Ajá.

Peña Nieto quiere a Javier Duarte fuera del poder, pero los alcaldes lo retan, confrontando al gobernador electo, Yunes azul, instando a que le bajen la temperatura, conminando a que no apresure los tiempos de la transición.

“Las Presidentas y los Presidentes Municipales que suscribimos, expresamos nuestro absoluto respaldo al Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, por todo el apoyo brindado a las administraciones locales, que se ha reflejado no solo en obras y acciones de beneficio colectivo, sino también en la paz social que hoy disfrutan los habitantes de nuestros municipios.

“Con respeto y compromiso institucional, solicitamos a ustedes su intervención decidida para que el Gobernador Electo de Veracruz, calme sus ansias y asuma su responsabilidad de respetar cabalmente los tiempos establecidos en la Constitución, para dar paso a un proceso de relevo gubernamental en nuestra entidad, de manera ordenada, legal y eficaz.

“La administración del Gobernador Javier Duarte de Ochoa concluye el 30 de noviembre del año en curso, periodo durante el cual seguiremos trabajando de manera cercana y coordinada. De igual forma, continuaremos impulsando los mecanismos de colaboración con el Gobierno de la República, para seguir promoviendo beneficios a favor de los ciudadanos.

“El próximo Gobernador de Veracruz iniciará su mandato, como lo establece nuestra Constitución Local, cuando realice su protesta al cargo ante el Congreso del Estado, el 1 de diciembre de 2016 y concluirá el 30 de noviembre de 2018.

“Reafirmamos nuestro respaldo solidario e incondicional al Gobernador Javier Duarte de Ochoa, con el reiterado compromiso de caminar a su lado hasta el último día de su gestión como Titular del Poder Ejecutivo de Veracruz”.

Qué show. Es la mejor mascarada del sexenio. Si alguien le robó las participaciones federales a los municipios fue Javier Duarte. Si alguien provocó el peor baño de sangre, Veracruz en manos del crimen organizado, fue Javier Duarte. Su frase “aquí sólo roban Frutsis y Gansitos en los Oxxo” fue un agravio a miles de familiares de víctimas, desaparecidas, asesinadas, secuestradas, los malosos cogobernando, operando para el Cártel de Duarte.

No aparece ahí la firma de Américo Zuniga, alcalde de Xalapa, pero sí la de Joaquín Caballero Rosiñol, presidente municipal de Coatzacoalcos, quien la niega en corto, en su círculo rojo, como todos los ediles que acusan al gobernador de usarlos para enfrentar al presidente Peña y evitar su separación del cargo.

Políticamente está liquidado, confrontado con el poder central, desatada la ira de Peña Nieto por el daño que Javier Duarte le causó al PRI en Veracruz.

Peligran las alcaldías, mientras Morena crece y amaga con llegar en plenitud al proceso electoral 2018, a la disputa por la Presidencia de México. Peligra Peña Nieto y sus mecenas, los Salinas, los Atlacomulco, el Grupo Hidalgo, si desde Veracruz y la Ciudad de México —dos de las tres mayores reservas electorales del país— Morena construye su plataforma para contender y arrebatar, ahora sí, el poder presidencial.

Trabaja en ello Yunes Linares, como cuando descuajó a López Obrador en 2006, operando con los gobernadores priistas que viendo a Roberto Madrazo en el fondo, sin brío, sin alcanzar a nadie, lanzaron voto cruzado: por Felipe Calderón para presidente y por sus candidatos a diputados federales. Y ganó el PAN y tuvieron sus bancadas en el Congreso federal.

De ahí los rencores lopezobradoristas contra Yunes azul, de pasado priista ambos, AMLO y el gobernador electo, hoy en el PAN. Una presidencia, la de 2006, duele. Una gubernatura, la de 2016, también. Desata la revancha de López Obrador.

Yunes Linares urge la salida de Javier Duarte. Yunes Landa, el derrotado candidato del PRI al microgobierno de Veracruz, igual. Miyuli porque lleva a Veracruz a la quiebra, sus desatinos abonando la parcela de Morena con el hartazgo social. Héctor con su frustración y el discurso de que ya dañó demasiado al PRI.

No se abre y Morena crece, convertida en opción de una sociedad dolida y agraviada, robada y en manos de los violentos.

Por eso, según Los Pinos, Javier Duarte se debe ir. Pero él dice que no.

Sólo le faltaba desafiar a Peña Nieto y ya lo hizo.

Archivo muerto

La Tomata y la Perejila, comparados con ellos, son socialité. Sube el tono, baja el estilo, se tunden Javier Duarte y Héctor Yunes, tras el alarde oportunista de candidato perdedor al gobierno de Veracruz que ahora, copiando a su primo Miguel Ángel, exige que el aún gobernador dimita. “Por dignidad”, dice Héctor, como si él la tuviera, arrastrando la cobija, sin digerir su fracaso electoral, instando a Javier Duarte a solicitar licencia tras el golpe lanzado desde Los Pinos, harto el presidente Enrique Peña Nieto de la desobediencia del gordobés a desistir del proyecto de impunidad para evitar enfrentar a la justicia. Le responde Javier Duarte con un recordatorio: “Héctor: Yo gané contra el mismo adversario, en tu campaña respeté tu estrategia no esperes un resultado distinto si sigues haciendo lo mismo”. Respetó la estrategia hectorista en campaña, el lodo que alcanzó a Miyuli, hijos y esposa. Se mete Joel Arcos Roldán, ex diputado, ex subsecretario de Desarrollo Social, fidelista, y sostiene que en 2010 ganó Fidel Herrera y el PRI. Irrumpe Andrea Yunes Yunes, hija de Héctor, y refrenda: “No ganaste tú. Ganó el PRI en 2010, en esta ocasión perdimos por ti. Fue un voto de castigo contra ti. Recuérdalo”. Y el Gato Morris, quizá el más serio de todos, convoca: “Pelea, pelea”. De nivel el caos priista. Héctor y su hija admiten la derrota, imputándole la culpa a Javier Duarte, ella que en su momento lo tildó de cerdo y sugirió que “hay que partirle la madre”, y luego se desdijo. Héctor Yunes acude a los noticiarios y llora su desventura, que el desprestigio del gobernador lo llevó al fracaso. ¿Acaso no lo sabía? Siguió, engañó al electorado, mintió cuando expresó que había ganado, y terminó traicionando a Pepe Yunes, al que le disputa de nuevo la candidatura para la contienda de 2018. Ni el show de La Tomata y La Perejila supera esto… A contrapelo llega Amado Cruz Malpica a la coordinación de Morena en el Congreso de Veracruz. Será el diputado local por Coatzacoalcos Urbano quien pastoree a la bancada morenista, las huestes del Pejemesías López Obrador. Llega entre jaloneos y suspicacias, los de Manuel Huerta contra los de Rocío Nahle, los diputados con méritos en campaña, con amplio trabajo social y sólida estructura electoral. Es el caso de Daniela Griego, en Xalapa Urbano, distrito que ganó de calle, con su gestión al frente de movimientos sociales y luego como consejera electoral, crítica su voz, inflexible ante las embestidas del fraude priista. O el caso de Eva Cadena Sandoval, diputada por el distrito Coatzacoalcos Rural, el distrito de Las Choapas, donde impresionó desde que conformó su estructura, pese a quienes pretendían dejarla sin el instrumento con el que podía promover y cuidar el voto. Amado Cruz Malpica, de incuestionable prestigio, honesto, respetable, será un baluarte para Morena, aún con la sombra de Rocío Nahle, los conflictos que siembra, la renuncia de parte del morenismo en Minatitlán, el conflicto en Cosoleacaque, distritos que ganó Morena porque cachó el hartazgo social y el repudio a Javier Duarte pero que dejó profundas heridas entre quienes suponían que en el partido de Andres Manuel López Obrador no se repetirían los vicios que son costumbrismo en el PRI, PAN, PRD, Verde y anexas… ¿Quién es ese líder político que ya ni pela a su señora, atrapado en el amor el verano que vive con su jefa de prensa, agraciada joven de atractivos ojos, cuyo rosario de conquistas no distingue entre la izquierda, la derecha, el centro y pa’ dentro? Sin pistas…

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Foto: Plumas Libres

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