Captó el uso de una ambulancia del DIF en el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum y se le fueron encima
Iracundas, empleadas del ayuntamiento de Miahuatlán arremetieron contra la periodista Verónica Huerta.
Captaba con su teléfono celular una ambulancia del DIF de aquel municipio cuando ocurrió la agresión.
Verónica Huerta, reportera de la agencia AVC y corresponsal de Acir, una notable periodista, fue increpada por hacer su trabajo. Cubría el cierre de campaña de Claudia Sheinbaum, la corcholata favorita de Andrés Manuel López Obrador, en Xalapa, el 27 de agosto.
Olió la nota. Una ambulancia del DIF de Miahuatlán, municipio morenista, en el evento de Morena. Mínimo, peculado electoral.
De la unidad descendieron cinco o seis mujeres. Una de las agresoras reclamó por qué la grababa; otra fue directo sobre el celular. Y luego las vesánicas atacaron a Verónica Huerta.
Recibió golpes y jalones. Le arrebataron el teléfono en el que había captado la agresión, los rostros, los gestos descompuestos, pero un varón intervino y recuperó el celular.
Instantes después, volvió a ser atacada. Verónica Huerta gritaba a seis agentes de Tránsito, dependencia de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, que la ayudaran; no intervinieron.
“Gritaba en medio del tumulto de mujeres —relató Verónica Huerta— que por favor alguien llamara a la Guardia Nacional, que me ayudaran y ninguno de los agentes de Tránsito u otras autoridades que ahí estaban presentes me ayudaron. Fueron ciudadanos y ciudadanas presentes los que intervinieron y literalmente me defendieron y les quitaron mi teléfono”.
Minutos después, recibió una llamada. Una mujer se identificó como Verónica Suárez; el alcalde morenista de Miahuatlán se llama Héctor Óscar Suárez Sánchez.
La llamada llegó desde el número 2282859599 “para cuestionarme, intimidarme, coaccionarme y se ofreció a pagar mi día de salario a cambio de que yo callara la agresión. La respuesta de ella fue minimizar y decir que sus compañeras del Ayuntamiento de Miahuatlán cometieron ‘un error’ al agredirme”.
Es el clima de linchamiento en que se desarrolla la prensa en Veracruz, el infierno creado por Cuitláhuac García Jiménez, que se significa por increpar reporteras, cuestionarlas, denostarlas. Vacía las tripas contra ellas porque son mujeres y porque son periodistas.
Las furibundas, sin embargo, han tenido su mérito: unificaron al gremio periodístico en su contra. Se exige castigo. Se reclama por la alevosía y ventaja, dos agravantes de ley. Se condena que les aflore la ira sólo porque las pillaron con el vehículo oficial en el cierre de la pre-precampaña de la corcholata Sheinbaum, a las afueras del Velódromo de Xalapa.
Verónica Huerta no está sola. El gremio alza su voz. Los organismos por la defensa de los periodistas ya trabajan en su protección.
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