La zacatecana ahora se hace la discriminada

Ya no sabe si invocar a los dioses o a los astros, a la magia o a los chamanes. Ya no sabe qué inventar Rocío Nahle para aspirar a gobernar Veracruz sin ser VERACRUZANA NATIVA como exige la ley. Ahora se hace la discriminada.

Va de pueblo en pueblo, de plaza en plaza, pregonando que la discriminación política no tiene cabida en Veracruz.

Toma los micrófonos y avisa que la Transformación de Cuarta no permitirá la discriminación por origen o género, ni el fuego amigo, ni las divisiones internas, ni las amenazas, aludiendo a sus otrora aliados, sus rivales en Morena.

Habla y bufa la zacatecana, nacida en el mero Río Grande, con el sonsonete de la “discriminación o de la misoginia o groserías” con que la tratan los propios morenistas.

Y así el quejumbre de la ex secretaria de Energía, la favorita de Andrés Manuel López Obrador, que va conformando el argumento legal, la estrategia para enfrentar la judicialización de su candidatura, que no para de decir y vociferar que negarle el derecho a ser gobernadora de Veracruz es un acto de discriminación.

Y aunque nadie la discrimina, en ese corcel se monta para enfrentar a los propios y a los extraños, a los Eric Cisneros, los Gutiérrez Luna, los Zenyazen Escobar, que visten la misma túnica guinda, el color Morena, pero que sueltan a su jauría en las redes sociales y atizan que la ingeniero Nahle no puede ser candidata al gobierno de Veracruz por incumplir el requisito de ser nativa o hija de padre o madre veracruzanos. Y en eso todos tienen razón.

Discriminación le llama la zacatecana a su falta de oriundez, pues puede tener 10, 20, 30 o 50 años viviendo en Coatzacoalcos, votando en Coatzacoalcos, siendo diputada federal por Coatzacoalcos, senadora por Veracruz, pero para ser gobernadora se requiere ajustarse al artículo 11 constitucional y cumplir con el requisito de “SER VERACRUZANA”. Y Nahle no lo es.

“Las cosas siempre se ponen en su lugar. Hay que dejar que el agua corra y llegue a su nivel. Es lamentable que denostaciones de discriminación, o misoginia o groserías, que se pretenda censurar o señalar a alguien. En mi caso no, en mi caso es todo el respeto para todos”, dijo la paisana de Ricardo Monreal en Xalapa.

Y se dolió de la andanada, los obuses y misiles de su gente, otrora su gente, la broza que desgobierna Veracruz, con Cuitláhuac García a la cabeza; o el malviviente de Eric Cisneros operando por cinco años los embates de Morena contra el pueblo, encarcelando inocentes y sus alianzas con el crimen organizado, y Nahle solapándolo; o Juan Javier Gómez Cazarín sometiendo alcaldes desde el seno del Congreso de Veracruz, del que es líder, y usando el poder para armar negocios o encubrir a sus cómplices, amistades non sanctas, de las que se cuentan historias de sangre y se escriben epitafios de dolor.

“Si uno quiere o tiene aspiración —cuenta Nahle, la cuentera— para llegar a ser un dirigente o un coordinador pues tienes que iniciar con respeto y unidad, no al contrario. Entonces, yo esas manifestaciones o esa guerra sucia la veo como tal, la veo como guerra sucia pero no me voy a detener”.

Guerra sucia, fuego amigo, denuestos, groserías. Rocío Nahle retrata así la lucha intestina, a los aliados que se volvieron adversarios; Eric Cisneros, al que sostuvo como secretario de Gobierno por cinco años, hoy provocándola, desafiándola, blandiendo el puñal.

Guerra sucia, quizá de la autoría de Eric Cisneros, cuando se ven decenas o ya centenas de mantas en los puentes de las principales ciudades repudiando la candidatura de la zacatecana.

Fuego amigo en las granjas de bots obradoristas y en los grupos de Whatsapp, que repiten hora tras hora que Rocío Nahle es zacatecana y no cumple con el requisito legal, el artículo 11 de la Constitución de Veracruz, lo que es verdad. Y el mensaje golpea y se multiplica.

Nahle sabe que cada vez hay más veracruzanos convencidos que es una impostora, abusiva, proclive a violar la ley con tal de salirse con la suya.

Hubo otra, más de casa, más de su pasado político, de los días en que era un cero a la izquierda, cuando acudió a Coatzacoalcos y se aventó un rollo fenomenal.

Rocío Nahle se describió como mujer de izquierda, de kilometraje amplio, de trabajo con retos, de respeto a los demás. Ajá.

“Yo tengo muchos años en la izquierda —presume Nahle—, demasiados, muchos, muchos años, y estamos acostumbrados a enfrentar de todo pero siempre con trabajo y respeto se construyen las cosas. Esa es mi filosofía y hasta la fecha a mí me ha resultado. Yo respeto a todo mundo, a todos, a todos y lo demás ya se pondrá en su lugar a su debido tiempo”.

No a todos engaña la zacatecana. A la vieja guardia del Partido de la Revolución Democrática, no. A los colonos de Coatzacoalcos, no. A todos aquellos que la conocieron cuando apenas se arrimaba al PRD, no. A ninguno de ellos los puede engañar.

Rocío Nahle sí discrimina. En sus pininos en la “izquierda”, era soez. Al perredista de a pie lo ninguneaba. Y alardeaba de la supremacía de los petroleros sobre las tribus del PRD.

Hay que situarse en el tiempo. 2003, Coatzacoalcos. Felipe de Jesús Díaz González, líder de la Unión de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera (UNTCIP), fue el primer y único petrolero postulado por el PRD a la diputación federal en el distrito de Coatzacoalcos. Su coordinadora de campaña fue Rocío Nahle.

Desde 1994 el PRD no perdía una diputación federal. Tres victorias sobre el PRI. Fue gobierno municipal de 1998 a 2000 con Armando Rotter, y Gloria Rasgado Corsi fue la primera y única diputada local perredista en el distrito local de Coatzacoalcos, en 1998… hasta que llegó Nahle y todo lo echó a perder.

Mal conducida la campaña, desligada de las tribus perredistas, terminó en un fracaso. Gonzalo Guízar Valladares, priista, ganó la elección aunque se judicializó su victoria por no tener credencial de elector vigente; el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la Sala Superior, le obsequió la diputación.

Armando Rotter, ex alcalde perredista, logró la segunda mejor votación. Felipe de Jesús Díaz, un hombre íntegro, querido en su gremio y respetado por la sociedad, cayó al tercer sitio. Primera derrota del PRD en una década. Y Nahle estaba ahí. Y Nahle lo provocó.

Sus palabras calaban. Su soberbia ofendía. Una y otra vez ninguneaba al perredismo de Coatzacoalcos. Les restregaba en el rostro que los petroleros tenían preparación, estudios y, sobre todo, eran honestos. Y la flota se la iba a cobrar.

Cuando designó a los representantes generales, se prendieron las alarmas. Les entregó la operación de la jornada electoral. Y la elección fue un fracaso. Las tribus perredistas sacaron las manos. Dejaron a Rocío Nahle demostrar que sus petroleros podían ganar.

La discriminación de Nahle al perredismo de colonias tuvo un costo. Y fue la clave de la derrota. Por primera vez en una década, el PRD perdió. El bastión del cuauhtemismo, luego del obradorismo, había caído. Las verdaderas izquierdas lo saben bien.

El intelecto de Rocío Nahle es minúsculo. Su memoria también. Discriminar entonces significó un rosario de descalabros. Rompió la inercia victoriosa del PRD. Siendo perredista, Nahle nunca logró una victoria. Es más, fue una traidora. En 2009, operó la candidatura de Antonio Williams a la diputación federal bajo las siglas de Convergencia por la Democracia, hoy Movimiento Ciudadano. Y en 2015, ya en Morena, ganó la diputación federal con el voto del priismo, tras su pacto con el ex alcalde Marcelo Montiel.

Hoy repite que la Transformación de Cuarta no permitirá la discriminación por origen o género. Hoy se victimiza. Hoy, oculta cómo discriminaba a la gente del PRD.

La zacatecana no termina de aprender.

Archivo muerto

Que Anilú Ingram no amenace. Si se quiere ir del PRI, ahora es cuando. Se irá bien pagada y re pagada, con dos diputaciones locales y una federal, la presidencia de la mesa directiva del Congreso de Veracruz y la delegación de Sedesol federal en el peñanietismo, de la que salió señalada por malos manejos con los recursos de las estancias infantiles. La duartista cobró la factura con creces. Hoy, la rabieta tiene su origen en que a su contlapache de cabecera, Fernando Kuri Kuri, el PRI le negó la presidencia del comité estatal. Kuri y Anilú son más duartistas que el propio Adolfo Ramírez Arana, líder priista en Veracruz. Kuri es incluso un morenista encubierto. Llegado Cuitláhuac García al gobierno estatal, a Fernando Kuri le encargaron el despacho del ISSSTE aunque se quedó con las ganas de ser delegado formal. Hoy, la revuelta de Anilú, Kuri, Renato Alarcón, refleja la ambición sin límite del grupo que supone que el PRI es suyo y de nadie más. Anilú Ingram expresó que reflexiona sobre si permanece en el PRI o no, y también deja abierta la posibilidad de contender por la candidatura al gobierno de Veracruz. ¿Por qué partido: por el PRI, del que amaga con renunciar o por el PAN, PRD, Movimiento Ciudadano porque en Morena  jamás le darán entrada. La ambición supina de Anilú fue enfrentada por la dirigente estatal de las mujeres priistas, Yolanda Lagunes: “Es incomprensible y desconcertante que ocupando cargos de relevancia como Coordinadora de la Bancada Legislativa Local, se haya atrevido a exhibir su escandaloso titubeo de continuar su militancia en el PRI, y que esta indecisión se contextualice durante la etapa de un cambio legal en la dirigencia estatal. Este pronunciamiento está alejado de la prudencia política que en otras ocasiones ha exhibido”, señala Yolanda Lagunes en un documento. “Hacemos un llamado a que defina su rumbo de manera definitiva. Si decide abandonar el PRI, que lo haga con la integridad y claridad que nuestra militancia merece, dejando los cargos que le corresponden al Partido, no es un asunto de capricho, sino de principios y lealtad partidista”, agrega. Seguro, nadie extrañará a Anilú, ni sus maromas políticas para estar siempre enchufada a la ubre presupuestal. La renuncia no puede esperar… Según el Clan Robles, Federico Lagunes tiene “deficiencia inmunológica”. Otrora cómplices, se han enfrascado en una reyerta política, nada informativa, emergiendo la falta de ética en lo que unos y otros se imputan. Pulgoso Lagunes, como se le conoce en el bajo mundo, autor de la columna Municipiossur, lanzó un dardo contra Mónica Robles Barajas, hija del propietario de Diario del Istmo, Imagen de Veracruz e Imagen del Golfo, chayoteros de quien esté en el poder. Lagunes habló de su aspiración fallida al gobierno de Veracruz; al intento que hará por ser candidata de Morena a la Senaduría; a la mala relación de Mónica Robles con la dirigencia nacional de Morena donde la vetaron. La respuesta llegó el 24 de octubre. Bajo el título “Compañerismo periodístico”, suscrito por “Los Reporteros”, el Clan Robles señala que Federico Lagunes padece inmunodeficiencia y es contagioso. “Varios compañeros del sur de la entidad se han dirigido al dirigente estatal de la CEAPP, Silverio Quevedo, por la preocupación que tienen sobre los síntomas que presenta el amigo Federico Lagunes por el síndrome de deficiencia inmunológica que posiblemente por falta de recursos no ha podido hacerse los estudios para conocer si es positivo, por lo que solicitan su intervención para ayudarlo. Preocupa los colegas por ser esta enfermedad muy contagiosa que ha alarmado a la comunidad local LGBT”. Y sigue con un raspón a la ex secretaria de Energía, Rocío Nahle García: “Federico Lagunes sin tener estudios académicos universitarios es el eficaz vocero en la zona de la ex secretaria de Energía, Rocío Nahle, y es quien critica duramente a los aspirantes morenistas que se oponen a su candidatura por no ser originaria de la entidad”. Concluye: “Sus principales objetivos son el ex delegado de Bienestar, Manuel Huerta; el diputado Sergio Gutiérrez; el ex secretario de Educación, Zenyazen Escobar, y la compañera Citlalli Navarro, los cuales al estar enterados de su enfermedad están prestos para apoyarlo mostrando su solidaridad al compañero en donde no importa que se meta con ellos”. Así el nivel de los Robles. Hablar de “deficiencia inmunológica”, de enfermedad muy contagiosa” y de la “comunidad local LGBT”, es una alusión al sida. Federico “Pulgoso” Lagunes es un impresentable, difamador, insolente, con denuncias encima y un historial deplorable. Pero esta vez, la trifulca revela algo más. El mensaje de Rocío Nahle, vía Federico Lagunes, irritó a José Pablo Robles, padre de Mónica. La respuesta es una toma de posición. Te pego, Federico, para que te duela, Rocío. Hay fuego en aquellos parajes. Mónica Robles se la jugó con Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández, como aquí se apuntó hace semanas, y desdeñó a Claudia Sheinbaum. Al final lo pagó. Si a Rocío Nahle le pidieron opinión, se ve que la dio, y a Mónica la echaron del proceso de sucesión… A la jueza laboral Claudia Bolaños, que agravió con una sentencia a una mujer, le dieron doble premio. Primero, un reconocimiento del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz, el 16 de octubre, y días después fue cambiada de adscripción, ahora como jueza en una plaza mucho más redituable. Contra Claudia Bolaños fue radicada una queja-denuncia por emitir una sentencia en la que ignoró los derechos de una mujer, María Guadalupe Rincón Reyes, al no juzgar con perspectiva de género, imponerle la carga de la prueba en una relación laboral y ser tratada como prostituta por parte del abogado del patrón, Juan Zamora Lemus. En la Fiscalía Especializada de Delitos Sexuales y Contra la Familia de Coatzacoalcos existe una denuncia y carpeta de investigación en contra del patrón, Juan Ángel Méndez Guarneros. La queja, con número de folio 17844, fue interpuesta el 9 de octubre. Una semana después, Claudia Bolaños recibió el reconocimiento en una ceremonia en la que estuvo presente el gobernador Cuitláhuac García. Una semana más tarde, fue designada como jueza en el puerto de Veracruz. El influyentismo corroe al Poder Judicial de Veracruz. Claudia Bolaños podrá hacer eso y más. Tiene la protección, y encubrimiento, faltaba más de la presidenta del máximo tribunal, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, lo peorcito que ha habido en el sistema judicial…

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Foto: MIMORELIA