Hay un abismo entre Pepe y Héctor Yunes. Pepe desafió a Andrés Manuel, votó contra el Plan B, contra la militarización y contra la extensión de la Guardia Nacional en tareas de seguridad. Héctor sólo es el que dijo: “Javier Duarte es mi jefe político”.
Mira, pues, que no son iguales.
Pepe Yunes lideró una revuelta en la Cámara de Diputados, una intifada en la fracción tricolor, exigiendo congruencia frente a la contrarreforma eléctrica, aduciendo que aprobarla significaría una regresión. Y así, con su voz, generó el consenso hasta hacerla abortar.
Morena requería 14 votos priistas. Pepe Yunes se movió, alertando, esgrimiendo, documentando por qué la reforma de 2013 fue mejor, por qué tendría resultados a futuro, bajando costos, garantizando la calidad a partir del uso de energías alternativas. Y su discurso prendió.
De los 71 diputados federales del PRI, sólo uno, Carlos Miguel Aysa Damas, dio el bandazo, hincado ante Morena, arrastrado para no frustrar la embajada de su padre, Carlos Armando Aysa González, ex gobernador de Campeche, en República Dominicana.
No son iguales, pues.
José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla rechazó la línea, la cargada, el voto a ciegas que le diera a la Guardia Nacional cuatro años más en las calles, en tareas de seguridad, propuesta de Morena, del presidente López Obrador, que reafirma que la militarización sigue ahí.
Sólo Pepe y la diputada priista del Estado de México, Sue Ellen Bernal, refrendaron su condición de oposición real a Andrés Manuel. Y Pepe lo vivió. Y lo sintió. Y lo escuchó cuando su nombre fue coreado por las fracciones parlamentarias del PAN y PRD.
Pepe y Héctor no son iguales. Por supuesto que no.
Héctor Yunes Landa es producto duartista, antes instrumento de Fidel Herrera. Siendo líder del Congreso de Veracruz, operó reformas, aprobación de créditos, triquiñuelas y caprichos. Sirviendo al de Nopaltepec, fue un peón del que andaba en “la plenitud del pinche poder”.
En 2018, Héctor fue a las puertas de palacio de Gobierno. Tocó y volvió a tocar. Y de tanto joder las tuvieron que abrir.
Ofreció a Cuitláhuac García colaborar para bien de Veracruz. Las mejores ideas, la mejor intención. Mala memoria. Seguro habrá olvidado cuando en la campaña de 2016 sacudió a medio mundo revelando que el gobernador saliente, Javier Duarte, priista, le estaba poniendo recursos al proyecto de Morena.
Cuitláhuac, en cambio, no olvidó. Un apretón de manos, una foto y no lo volvieron a pelar.
Es ese Héctor Yunes, el de la frase que lo marcó para la eternidad: “Javier Duarte es mi jefe político”.
Por eso Pepe Yunes y Héctor Yunes no son iguales.
Uno es de una pieza; el otro es mil caras intentando engañar.
Tres encuestas ubican a Pepe Yunes en la cúspide del priismo hacia el gobierno de Veracruz y a Héctor Yunes Landa entre el montón.
La de Gobernarte Veracruz, correspondiente a septiembre, coloca al diputado federal oriundo de Perote con 26 por ciento de aprobación ciudadana; le sigue Juan Manuel Diez Francos, alcalde de Orizaba, con 18 puntos; Cirilo Vázquez Parissi, ex alcalde de Cosoleacaque, 13; Héctor Yunes en cuarta posición con 8 puntos, casi empatado con Lorena Piñón, 7, y en el fondo la diputada local Anilú Ingram Vallines, 2 por ciento.
La medición de Gobernarte sitúa a Yunes Zorrilla por encima de los panistas Julen Rementería, senador por Veracruz, con 25 por ciento; el ex alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, 23; ex alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, 16; actual presidenta municipal de Veracruz, Patricia Lobeira Rodríguez, 13; diputada federal, Maryjose Gamboa Torales, 4, y senadora Indira Rosales San Román, 2.
En el top 10, Pepe Yunes Zorrilla es quien mayor pelea le da a la morenista Rocío Nahle García. Pepe con una preferencia ciudadana de 26 por ciento contra 30 puntos de la zacatecana.
A nivel de alianzas, la de Morena-Partido del Trabajo-Partido Verde Ecologista de México aventaja con 44 por ciento; PRI-PAN-PRD, 33; Movimiento Ciudadano, 4: otro, 9 por ciento, y por ninguna opción, 10 por ciento.
Otra encuesta, Destino 24 Veracruz, de CE Research, correspondiente a agosto, le da ventaja a Pepe Yunes sobre otros priistas.
En la medición alcanza 32 por ciento; Héctor Yunes, 14; Cirilo Vázquez Parissi, 12; Juan Manuel Diez Francos, 11; Lorena Piñón, 6, y Anilú Ingram Vallines, 5.
El panista mejor situado es Miguel Ángel Yunes Márquez, 24 por ciento; Julen Rementería, 21; Fernando Yunes Márquez, 19; Patricia Lobeira Rodríguez, 7; Maryjose Gamboa Torales, 5, y el diputado local, Enrique Cambranis Torres, 4.
Para el bloque obradorista la percepción favorable es de 44 por ciento; alianza PRI-PAN-PRD, 31, y Movimiento Ciudadano, 4; el resto son indecisos.
Tercera encuesta: Rubrum. 18 de septiembre. Pepe Yunes, 34 por ciento; Cirilo Vázquez, 18; Héctor Yunes, 17, y Lorena Piñón, 10.
Sólo el panista Julen Rementería le da batería al de Perote. Julen tiene una percepción ciudadana de 32 por ciento; Fernando Yunes, 24.5; Patricia Lobeira, 16.8; Joaquín Guzmán Avilés, 9.2, y Maryjose Gamboa, 9.
Frente a frente, el bloque Morena-PT-Partido Verde supera a la alianza PRI-PAN-PRD. Para el obradorismo hay una percepción favorable del 48.3 por ciento, mientras que para el Frente Amplio, 30.9, y para Movimiento Ciudadano, 4.5. Así, llanamente, 18 puntos de ventaja a ocho meses de la elección.
Aún con la estridencia, el rechazo entre el morenismo, mantas en los puentes y descalificaciones, auténtico fuego amigo Rocío Nahle García, secretaria de Energía, concentra la mayor intención de voto con 39.9 por ciento. Y su mayor contrincante es Pepe Yunes Zorrilla.
Y fuera de los azules, del senador Rementería y Fernando y Miguel Ángel Yunes Márquez, los números, que son fríos y contundentes, reflejan una tendencia hacia el diputado Pepe Yunes.
El otro Yunes rojo, Héctor, es sólo alharaca de Tiktok, bravatas de quinta en las que increpa a Cuitláhuac García, zarandajas que el gobernador no escucha, aspavientos que el gober no ve.
O figura decorativa en anuncios espectaculares que nadie voltea a ver, así inunde con su rostro y sus frases trilladas, sabidas y sobadas todo Veracruz.
No son iguales. Pepe Yunes tuvo los cojones para alzar la voz en el Congreso, encabezar la intifada, la revuelta en el seno de su fracción, repudiar la contrarreforma eléctrica, rechazar la extensión de la Guardia Nacional en las calles por cuatro años más, y el Plan B electoral.
A Héctor Yunes sólo se le recordará por decir que “Javier Duarte es mi jefe político” y por intentar ponerse a las órdenes del bailarín de salsa, Cuitláhuac, el bohemio que con el hígado desgobierna a Veracruz.
Hay, pues, un abismo entre los dos.
Archivo muerto
Welcome, señora Nahle; Xalapa la desprecia. Welcome al infierno de Morena. Amanece y las mantas cuelgan en los puentes, y en las paredes hay condenas, y rechazo y repudio a la zacatecana que intenta asaltar el gobierno de Veracruz. “No a la zacatecana. Fuera Nahle”, dice una. “Veracruz para los veracruzanos”, reza una pinta en una barda. Y así el show de los que transforman la quietud en estridencia y la bonanza en fango. Welcome, señora Nahle. El infierno político de Morena apenas se enciende. Y horas después, la noche del jueves 28, la secretaria de Energía usa el puño. Se atasca los votos de los consejeros morenistas, los que controla Cuitláhuac García, los que le allega al truhán del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarín, los de los fieles, porque Nahle huele a hueso político y la recua la sigue, y la piara intuye quién les dará de comer. Avasalla Norma Rocío Nahle García en la elección de los aspirantes a coordinador de los comités de la cuarta putrefacción, o sea de la candidatura a gobernador de Veracruz. Se lleva 123 votos; Zenyazen Escobar, el striper, 96; Eric Cisneros, el rufián, 67; la diputada por Xalapa, Claudia Tello, 56; Manuel Huerta, ex delegado de Bienestar, 19; Sergio Gutiérrez Luna, el diputado OVNI, 1, y al fondo de la tabla, extraviada en la realidad, Mónica Robles Barajas, emisaria del Clan de la Succión, con un sólo voto, que así habrá de entender que no es lo mismo ganarse una candidatura con votos que con arreglos en las sombras y en la oscuridad. Ha noqueado la señora Nahle a los suyos. Los ha humillado. Se llevó los votos, los sueños, las ilusiones, los delirios y hasta las alucinaciones. No les ha pegado con clase. Se valió de la maquinaria oficial, la broza, los piojos y las pulgas, los zorros y los mapaches que ven en la oriunda de Río Grande, Zacatecas, el hueso que hay que roer. Desechó a Manuel Huerta, su ex operador, que trae a los Siervos de la Nación y los programas sociales. Desechó a Sergio Gutierritos Luna, el diputado alien, que trae pacto con los petroleros y nada más. Desechó a Mónica Robles, su antigua comadre, que no trae nada como no sean los recuerdos de cuando tildó a los empleados del Congreso de autistas, el sainete con Sonia Morales tapando la cámara porque sentía que las preguntas eran violentas —otra Sheinbaum— o el día que en la Sala de Cabildos de Coatzacoalcos una protesta airada le reventó la promoción de sus reformas al Código Civil. Nahle será candidata de Morena al gobierno de Veracruz. Entonces no serán mantas. Será desprecio. Será repudio. Será reclamo por el daño causado al país. Welcome a Veracruz, señora Nahle. Welcome al infierno de Morena… No deja de arder Nanchital. Apostados en el camino de tierra, decenas de nanchitecos han de impedir el paso de los camiones con basura de Minatitlán, Coatzacoalcos y Cosoleacaque hacia el Rancho 34 o Casa Caracol, el que pretenden imponer como relleno sanitario regional. Y si les lanzan a la policía, aguantarán la represión. Y si hay que ir a la cárcel, irán a prisión. Llegó el día. Este 30 de septiembre, según la alcaldesa de Minatitlán, Carmen Medel Palma, se dejará de usar el basurero de Las Matas y comenzaría a depositarse en predio de Nanchital. Y entonces los nanchitecos bloquearon el acceso. Todo el día permanecieron sobre el camino y ya por la noche ocurrió un incidente. Impidieron a Roque Gabriel Ávalos Chao, copropietario del predio, abandonar el sitio. Y lo llenaron de improperios, gritos de traidor, mentadas y no precisamente de menta. Así la radicalización. Cuando los vieron marchar, los desdeñaron. Son 200 personas, no miles, expresó el gobernador Cuitláhuac García. Y encendió a la gente. Entonces marcharon 6 mil, y luego 10 mil, y reventaron el Grito de Independencia, y le armaron un borlote al presidente Andrés Manuel López Obrador cuando concluía su recorrido en el Tren Transístmico, a las puertas de Ferrosur, en Coatzacoalcos, el domingo 17. Hay quien dijo que el movimiento no iba a aguantar y ya se radicalizó… Xóchitl capoteando el vendaval y en Coatzacoalcos el Frente Amplio infiltrado por Morena. Priistas, panistas y perredistas, y hasta los “sin partido”, los ínclitos defensores de la democracia, según pregonan, recibiendo favores de la runfla que hoy financia a las huestes del obradorato. Xóchitl Gálvez recibiendo tunda, que si por el plagio del informe que acompañó a sus proyectos de edificio verde inteligente, que si por la Casa Roja en que habita, que si porque a Andrés Manuel López Obrador se le puso que no la dejará avanzar hacia la Presidencia de México, y acá, en Coatzacoalcos algunos de los preclaros priistas, panistas y perredistas andan de manita sudada con los aliados de Rocío Nahle y Amado Cruz Malpica, sacándole jugo a la supuesta condición de opositores. El Frente Amplio en Coatzacoalcos ya fue infiltrado y a Xóchitl Gálvez nadie le pasó el informe de lo que hacen sus huestes… Al Shory Ordaz se le va a recordar como el cronista urbano. Petrolero de toda la vida, Víctor Paulino Ordaz Hernández solía relatar, escribir y recrear la vida del Coatzacoalcos antiguo. Citaba anécdotas, historias de familia, aquello que fue dando vida a la ciudad que se convirtió el punto central de la petroquímica nacional. Shory Ordaz buscaba y hallaba espacios en la prensa regional. Nutría así la memoria histórica de Coatzacoalcos y su pueblo. Condensó sus crónicas en su columna Observatorio, en Andanzas Porteñas y en libros que sirven de punto de referencia a nuevas generaciones, y ganó el reconocimiento de todos sin que nadie le regateara el estatus de cronista urbano, aunque no haya sido el cronista oficial. Su nombre se inscribe con el don Ramón Figuerola Ruiz, don Desiderio Cadenas Granados, la inolvidable maestra Julia Chong, el doctor José Lemarroy Carrión, el inmenso Ignacio Ordóñez Rodríguez y muchos otros que se fueron pero que nunca se les dejará de recordar por haber descrito con sus crónicas y relatos los orígenes y la construcción del Coatzacoalcos de hoy. Don Víctor Paulino Ordaz Hernández fue miembro de una familia que ha dejado huella —don Camilo Ordaz Chiñas, un defensor de los derechos laborales del gremio petrolero, y sus hermanos Camilo, médico que falleciera en el avionazo de Cerro del Mesón, en Poza Rica, durante la campaña presidencial de Luis Echeverría Álvarez; Leonel, catedrático universitario en Coatzacoalcos, y Carlos, abogado laboral con gran reconocimiento en la Ciudad de México—. Fallecido este miércoles 20, Shory Ordaz será recordado por sus aportes a la historia de Coatzacoalcos…
Fotos: Formato 7, Política al día