* Otra vez los excesos de la Fuerza Civil * Protestan y los reprimen * Agreden policías a periodistas * Y Eric los criminaliza * Homenaje a Gadafi, el perro policía * “La Paloma Negra” en nómina de CAEV * Y operando para Mijangos * Bulmaro: destruir al Itesco * Víctor Rodríguez: el fantasma de Encinas * La tanga de Olaf * Carlos no será candidato
Bajo fuego, Isla ve a sus nativos golpeados y vejados, inermes ante la Fuerza Civil que los entrega a malosos que los torturan y violan, reprimidos los que protestan, apaleados los periodistas que informan y finalmente criminalizados desde la estupidez del poder.
Isla, célebre por la desaparición de mujeres que el maestro Luis Velázquez retrató como nadie más, refleja el laberinto de violencia del que el gobernador Cuitláhuac García no sabe y no puede salir. Como el primer día, el grupo policíaco de élite, la Fuerza Civil, ataca y agrede, enfrenta y es rebasado, apela al clamor de las balas y a las ráfagas de los fusiles.
Isla, zona piñera, frontera con Oaxaca, tierra de nadie donde el cacique rural come en el plato del líder narco, y bebe sus tequilas y disfruta sus mujeres, donde el productor cede a cambio sus parcelas para el trasiego ilegal o la trata de migrantes, hoy confronta las acciones y los excesos de los que debiendo garantizar el orden representan el terror: la Fuerza Civil.
Martes 11. Apostados a unos metros de la base de la Policía Federal, decenas de habitantes, motivados o no por el narco, demandaban la salida de la Fuerza Civil, acusados de abusar del poder, de atacar civiles, de ponerlos en manos de células de la delincuencia organizada, como ocurría en los tiempos de Javier Duarte, como sucedió con los cinco jóvenes que al pasar por Tierra Blanca los entregaron a malosos y nunca se les volvió a ver.
Irritados, según consta en videos, pobladores bloquearon la carretera que va de Isla a Santiago Tuxtla y exigían poner en libertad a familiares detenidos. Rebasados, jefes policíacos intentaban dialogar. A lo lejos se observaba el humo negro provocado por el incendio de una patrulla de la Fuerza Civil. Y de pronto el tableteo de las armas. Y el pánico. Y la represión.
Al fondo la columna de humo y en primer plano la gente que corre buscando un refugio para librar las balas, el despliegue de los elementos policíacos, vestidos de negro, su rostro embozado, empuñando sus armas, disparando unos al aire, otros a ras de piso, intentando así aplicar la disuasión, dispersando a los que protestan, reprimiendo a mansalva.
De ese caos, una imagen atizó el infierno del gobernador: Juan Alberto Carmona Contreras, reportero de El Piñero de la Cuenca, golpeado por los elementos de la Fuerza Civil de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz.
Sin dejar de grabar, transmitiendo en vivo, Betillo Carmona captó la salida de una patrulla de la base policíaca. Luego el andar de los efectivos. Se escuchan los disparos. Se observan los impactos de balas en una pared, a punto de alcanzar a uno de los pobladores. Y luego la seña para que Betillo y otros más se replegaran.
Carmona Contreras continuó grabando. “Soy prensa, jefe”, dijo. Varios policías caminaron hacia él y se observa el golpe que le asesta uno de los elementos. Luego se percibe el forcejeo y el teléfono celular vuela y cae al piso.
Otro video, a por lo menos unos 10 metros de distancia, capta como Betillo Carmona es llevado por la fuerza. En el trayecto lo patean. Es tirado al piso y levantado. Sigue la felpa mientras quienes graban se asombran de la forma en que es reprimido.
Lo que sigue es la síntesis del caos. Hugo Gutiérrez Maldonado, secretario de Seguridad, trepado en su camioneta de lujo, grabando un video en que describe a la Fuerza Civil como víctima de un ataque de la población; la detención de 12 personas; el aseguramiento de armas.
Eric Cisneros suelta una más de sus zarandajas sin sentido, la criminalización del reportero que evidenció el nivel de brutalidad de la Fuerza Civil. Esa prensa, dijo el secretario de Gobierno, fue reclutada por el crimen organizado para difundir los hechos violentos.
Acusa que la delincuencia “estuvo reclutando algunos comunicadores de las regiones cercanas para llevarlos a filmar, a grabar y hacer una serie de cosas a la hora que tenían planeado realizar ese ‘evento’ ”.
En el reino de los imbéciles, el secretario de Gobierno es rey.
Cuitláhuac García, ya en esa dinámica cobarde y de cinismo puro, cuestionado por un reportero, reacciona fuera de sí. Según el gobernador, Betillo Carmona “¿qué hacía ahí?”. La respuesta de quien lo cuestionó, lo deja mudo: “su trabajo”.
Contundentes, las imágenes evidenciaron un ataque artero, perpetrado por la policía de Veracruz. Pero Cuitláhuac apela a la mentira: “No fuimos nosotros, le pegó un grupo criminal”.
La felpa que le espera es fenomenal. El gobierno represor, vulgarmente agresor de pobladores y prensa, se gana los principales espacios informativos de la televisión nacional e internacional.
En un rasgo de solidaridad con Alberto Carmona, centenares de periodistas condenan la agresión. La Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas de Veracruz reprueba el ataque policíaco y exige una investigación que deslinde responsabilidades. Artículo 19, organización que vigila el respeto a la libertad de expresión y la integridad de los periodistas, difunde un comunicado en que condena a los hechos.
“Dichas agresiones —señaló Artículo 19— se realizan en un contexto donde Veracruz sigue siendo una de las entidades más violentas contra la prensa a nivel nacional y constituyen serios abusos de autoridad por parte de los elementos policiales, un uso indiscriminado de la fuerza pública contra las y los manifestantes así como contra contra la prensa, quienes pretendían informar un hecho de interés público relacionado con violaciones graves a derechos humanos cometidos por elementos de la Fuerza Civil.
“Asimismo, preocupan las declaraciones vertidas el día de hoy por el Secretario de Gobierno, Erick Patrocinio Cisneros Burgos, quien afirma que las y los periodistas fueron ‘reclutados’ por los manifestantes para cubrir la actuación de la policía. Esto genera un clima de permisividad de las violaciones a derechos humanos previamente denunciadas por parte de los cuerpos policiacos en contra de periodistas y de quienes ejercen su derecho a la protesta social.
“En ese sentido ARTICLE 19 exige al Secretario de Gobierno abstenerse de realizar dichas declaraciones que criminalizan la protesta y la labor periodística.”
Cuitláhuac es altanero y soez, un mediocre sin formación política, torpe y necio, con desplantes de gran señor, el truhán de taberna al que lo bebido le atrofió la razón.
Cisneros es peor: ignorante y deslenguado Su visión de la justicia es un galimatías que sólo sus dos neuronas pueden entender. El trabajo y la crítica periodística equivale, según dice, al patrocinio de grupos criminales.
Fuera de control, el conflicto define que el gobierno de Veracruz no existe. El gobernador es un ente que habla y parlotea, que justifica la represión, que acusa al inocente y exonera al culpable.
Isla es un caos. La violencia escala. Si la protesta es reclamo del pueblo, es preocupante. Si el narco movió los hilos y generó la quema de la patrulla de Fuerza Civil, es grave. Cuitláhuac esta rebasado, suplantado por el poder narco.
Un año va y hay un hecho innegable: la Fuerza Civil continúa con el sello de la represión y el atropello. En Actopan detuvo, torturó, le sembró armas a una familia, mexicanos con residencia en Estados Unidos, uno de ellos con nacionalidad estadunidense. Una vez que intervino la embajada de aquel país, el conflicto escaló y tuvieron que librar a los inocentes. Nunca, sin embargo, presentó la SSP ante la Fiscalía General a los responsables del abuso de autoridad.
Un año hace que el Cártel Jalisco persiguió a una patrulla de la Fuerza Civil, tomó carreteras, quemó tráileres, rafagueó la base de Jáltipan en el sur de Veracruz. Obligó así a Cuitláhuac García a mover a su fuerza policíaca de ciudades clave.
Isla es hoy un infierno. Deja ver signos ominosos: una Fuerza Civil que dispersa manifestaciones a punta de bala, provoca el caos y golpea a un periodista que sólo cumple con su labor de informar.
Es el infierno de Cuitláhuac.
Archivo muerto
Gadafi, el perro policía, es prioridad de Estado. Al “agente canino”, en su retiro, honores y pleitesía. La parafernalia del poder en torno a Gadafi, el reconocimiento del payasito Cuitláhuac, su fiscal carnalilla, su secretario de Gobierno, su secretario de Seguridad y los altos mandos militares, alineados en torno al animal (me refiero al pastor alemán). Veracruz arde, Veracruz se sacude por el reto del Cártel Jalisco en Ciudad Isla y el gobernador se embebe en un homenaje al perro policía que ya quisieran los hombres y mujeres policías al pasar a retiro. Veracruz impactado por la violencia y el bufón de palacio desplegando el aparato mediático que eleve a Gadafi a la categoría de héroe nacional. Sólo resta otorgarle la Medalla Ruiz Cortines. Cuitláhuac García es como Andrés Manuel. Si el presidente divierte al pueblo, ocurrente como es, deschavetado como está, el bufoncillo xalapeño no se puede quedar atrás. Y mientras, Veracruz viendo cómo los cárteles mandan y vuelven a mandar. Eso le pasa a Veracruz por entregarle el poder a un improvisado que con solo cuatro años en política le cayó la gubernatura de rebote. Si Calígula, el loco emperador romano, nombró cónsul a su caballo Incitatus, el Cuit bien podría designar a Gadafi como secretario de Gobierno. Seguro lo haría mejor que Eric Cisneros… No es fedayín pero da la pinta. No dio golpe en CAEV Coatzacoalcos pero cobraba o cobra. Inscrito en la nómina, Gerardo Hernández usó sus mañanas para operar, hablar, convencer, vender que Alberto Mijangos Martínez, ivanista y ex secretario del gobierno municipal de Morena, es “la mejor opción”. Percibía —o percibe— puntualmente, quincena a quincena, un salario que sus compañeros de trabajo (?) no ven que lo devengue. Gerardo Alfredo Hernández Aguilar, alias La Paloma Negra, categoría 5, analista administrativo especializado en el Departamento de Administración de la Comisión de Aguas del Estado de Veracruz, Oficina Coatzacoalcos, aparece en la nómina con salario de 14 mil 31.18 pesos. Esa cantidad por operar para Alberto Mijangos. Por lo menos en dos fechas fue captado en horario de trabajo realizando operación política; una en Vips del centro, el 28 de noviembre de 2019, y otra en el Italian Coffee de la avenida Zaragoza, el 9 de enero de 2020, y hay evidencia gráfica. Mijangos y Gerardo Hernández son activos en la cuadra de Iván Hillman y Mónica Robles, apéndices del Clan de la Succión… Altivo y sin brújula, Bulmaro Salazar Hernández precipita al Itesco al caos. Hoy es la protesta del Sindicato Independiente del Instituto Tecnológico Superior de Coatzacoalcos por violaciones a los derechos laborales del personal y la repulsa del estudiantado a la remoción de la jefa de la carrera de Ingeniería Química, Elizabeth Nolasco, que detonan en plena visita el secretario de Educación de Veracruz, Zenyazen Roberto Escobar García. Ayer fue la marcha de egresados a quienes por años se les ha negado el título profesional que se ganaron en las aulas y el amago del crimen organizado a detonar la violencia, levantar a uno de los alfiles del director del Itesco, Bulmaro Salazar, por temas de drogas, esparciendo volantes con texto amenazador en instalaciones de esa institución. Y la sumisión y entrega al clan de Ricardo Orozco Alor, el poder tras el trono en el sindicato oficial del Itesco, el Sutitesco, el que pervirtió al alumnado con calificaciones y hasta títulos profesionales a cambio de dejar de ser disidencia o inscribirse en el ejército del PRI. Con esa pandilla, que usa la educación para medrar, va destruyendo Bulmaro Salazar la esencia de lo que fue el Itesco, una alternativa de altísimo nivel para los jóvenes de Coatzacoalcos y el sur de Veracruz… ¿De cuánto fue la observación de la Auditoría Superior de la Federación a Marcelo Montiel en sus días de delegado de Sedesol federal en Veracruz, en 2015? La cifra de 400 mil pesos únicamente en Techos Fijos. Todo el contrato —número AD/SDS VERACRUZ 01/2015— se lo llevó Grupo MCI, S.A. de C.V., pero “autorizaron y pagaron trabajos por conceptos con características diferentes y adicionales a los conceptos originalmente pactados”. Y quien controlaba la subdelegación administrativa era Víctor Rodríguez Gallegos, hoy potentado inversionista en Quintana Roo, vinculado a Morena, con pretensiones de reventar al PRI desde adentro. Una minucia lo de los Techos Fijos. Lo de la denuncia —ya reactivada— del hoy subsecretario de Derechos Humanos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Encinas Rodríguez, esa sí pesa. Alcanza los 500 millones de pesos y suena a escándalo y huele a cárcel… Badulaque sin ética, Rafael Olaf López Blanco usa tanga sobre el uniforme de Pemex. Una fotografía muestra al ayudante del alcalde Víctor Manuel Carranza en pleno baile, la tanga con el ratoncito blanco al frente, y debajo un uniforme que merece respeto, el de Petróleos Mexicanos. Es el mismo Olaf que aparece en dos nóminas, la del ayuntamiento de Coatzacoalcos, y la de Pemex. En una tiene salario de 20 mil pesos netos; en la otra, de 27 mil 619.41 pesos. Lo suyo es ilegal, como todo lo que circunda al alcalde Carranza, el Comediante Supremo. Es ilegal cobrar salario en dos dependencias de gobierno, sea una municipal y la otra federal. Y pese a ser tema del conocimiento público, el alcalde lo solapa y encubre. Esa es la Cuarta Transformación, que pregonaba no ser igual al PRIAN… ¿Quién es ese priista al que al más alto nivel de su partido se decidió vetarle la candidatura a alcalde de Coatzacoalcos? Pista: sus iniciales son C de Carlos y V de Vasconcelos…
Fotos: El Piñero de la Cuenca, Libertad Bajo Palabra, Golfo Pacífico