* De Morena al Veracruz azul * Las burlas y los reclamos * MAYL dejó ir a Fisculín * “Negocia con sus verdugos” * Y July se toma la selfie con el gobernador * La musa de Edel. * Calle Mirador: hay drenaje pero no lo conectaron * Futuro vocero municipal, ligado a Quintanilla * Winckler quiere mover a la fiscal Callejas * Alcalde electo libera embargos
Al mejor postor, July Sheridan adula a Yunes, se apega al proyecto del Veracruz azul, asesta el golpe traidor y, como si el pasado fuera etéreo, rafaguea a Morena, su cuna, y al Dios Peje, su otrora inspiración, enlistada ya en las filas del gobernador. Finge olvidar que un día lo llamó “porro”.
Deserta del pejepartido en el Congreso de Veracruz y en un instante ignora ataques y denuestos, la burla en sus labios, el reclamo en la piel, el discurso que increpa porque Miguel Ángel Yunes Linares era en aquellos días cómplice del gobierno federal, rapaz con Morena, taimado con los veracruzanos.
Con sorna, decía la diputada local por Minatitlán que Yunes prometió “no olvido, no perdón, no amnistía” y dejó ir al ex fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, el brazo ejecutor de Javier Duarte.
Y que por la mano de Yunes se había desatado una campaña de desprestigio, intimidación, hostigamiento y señalamientos dolosos contra Morena por representar el 26 por ciento de la votación, ser la segunda fuerza política en el Congreso de Veracruz, su obsesión, la palanca de Andrés Manuel López Obrador para acceder al poder presidencial.
Así incendiaba July Sheridan el Congreso, al ritmo de Amado Cruz Malpica, Rocío Pérez, Eva Cadena, Zenyanzen Escobar, Rocío Nahle y Cuitláhuac García, con filo y contundencia.
Uno de sus discursos lo pronunció el 8 de diciembre de 2016, a una semana de que Yunes Linares tomara posesión del gobierno de Veracruz. Lo increpaba por la seguridad montada en el recinto legislativo, orquestada, decía, desde Boca del Río, donde manda aún el alcalde Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del gobernador.
“Sin embargo, estas señales que parecían el reflejo de nuevos tiempos, de aires de cambio y de esperanza, simple y sencillamente se desvanecieron, dejando al descubierto acuerdos entre un poder federal, que fue cómplice y testigo mudo de la tragedia del caso Veracruz, y del nuevo gobierno.
“Un recinto tomado por la seguridad al que no pudieron asistir ni sus trabajadores habituales. Un espacio de pluralidad y de democracia en donde no se pudieron acreditar los medios de comunicación para cubrir ese momento esperado por miles de veracruzanos que votaron por lo que creyeron una opción más democrática. Una organización orquestada, no desde el Congreso local, sino desde Boca del Río. Una tribuna que parecería un adelanto en lo que veremos en el 2018”.
Y luego lo embestía con los dineros arrancados a la pandilla duartista y la noticia bomba que sacudiría al país:
“Todavía hoy, 8 de diciembre, nos preguntamos cuál era esa noticia que cimbraría México. Pareciera que el silencio fue sellado por los 1,200 millones de pesos que el hoy gobernador, antes de serlo, recuperó para las arcas del Estado. La prensa habla de subastas y nos surgen varias interrogantes.
“¿Es éste el mecanismo para recuperar el verdadero valor de los mismos? ¿Puede ser calculado o sólo saliente a las cifras para la nota periodística? ¿El Congreso estará informado? ¿Cuál será el destino de estos recursos? ¿Quién designará qué hacer con dicho dinero? ¿Pasará a ser parte del presupuesto?
Echaba en cara la mano suave de Yunes con el ex fiscal Luis Ángel Bravo, la llegada de Jorge Winckler a la Fiscalía General, el olvido, el perdón, la amnistía informal pero al fin amnistía.
“El gobernador —señaló— en su discurso de toma de protesta toma como bandera el ‘no olvido, no perdono, no amnistía’. Es discutible la veracidad de la misma cuando unos días antes el fiscal general del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, designó como fiscal visitador a Jorge Winckler y un día antes renunció sin que hasta ahora supiéramos nada de él. ¿Es ése el olvido? ¿Es su ‘no perdón’?”.
Y July Sheridan tildaba a Yunes de político mediático:
“Veracruz no quiere más discursos cuidados y matizados. Veracruz ya no quiere políticos mediáticos. Veracruz ya no quiere más ilusiones. Veracruz ya no quiere más promesas. Veracruz ya no quiere funcionarios de aparador. Veracruz no quiere más impunidad y acuerdos en lo oscurito. Veracruz no quiere más mafias del poder. Veracruz clama justicia. Veracruz quiere verdades. Veracruz quiere soluciones. Veracruz quiere políticos sensibles, señores y señoras”.
Otro día —10 de enero de 2017— lo destazó por la toma de la presa Yuribia, enclavada en Tatahuicapan de Juárez, el cierre de válvulas y las imputaciones del gobernador a la diputada de Morena por Cosoleacaque, Rocío Pérez Pérez, de ser la orquestadora del sabotaje que dejó sin agua a medio millón de habitantes de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
July Sheridan arremetió:
“En el caso de la presa Yuribia, ubicado en Tatahuicapan de Juárez, surge la noticia de que pobladores de ese lugar cerrarían válvulas, y con esta medida, afectarían a medio millón de habitantes de los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque.
“Para este asunto en particular, nuestra postura en Morena es hacer respetar el estado de Derecho, que prevalezca el diálogo y la buena disposición de llegar a tomar… la toma de acuerdos, una serie de acusaciones y señalamientos culpando de todo a militantes de Morena. Las evasivas del gobernador, no abonan en nada a la solución del problema.
“Que tenemos diferencias con el PRI… con el PAN… pues si, sí las tenemos, y diferencias de fondo, porque nosotros buscamos libertad, justicia y progreso para todos.
“Por lo anterior, es preocupante e irresponsable que el Gobernador del Estado acuse y señale a militantes de Morena de todo el desorden que se presentó en Veracruz la semana pasada. Morena lo advirtió, se venían tiempos difíciles, y ese día ya llegó y la advertencia se cumplió.
“Desde hoy lo anunciamos nuevamente, que esta campaña de desprestigio, de intimidación, de hostigamiento y de señalamientos dolosos contra el Partido de Morena va a continuar. La razón: Morena en Veracruz representa el 26% de la votación, aquí mismo en el Congreso, somos la segunda fuerza política; y este año… habrá elecciones en los 212 municipios, en donde seguramente el pueblo sabrá decidir correctamente”.
Y lo tildó de porro:
“Nosotros como diputados, debemos de dedicarnos a legislar, y el Ejecutivo del Estado que se dedique a gobernar, y que deje de andar de porro. El hoy gobernador del Estado, dijo que el primero de diciembre de 2016, haría cimbrar a México, y seguimos esperando esa noticia ‘bomba’ de la que tanto habló.
“Dijo también que metería a la cárcel a Javier Duarte y a su pandilla… ¡y a Javier todavía ni lo encuentra! y hoy nos vemos cómo Yunes Linares… como hace negociaciones, con los que en el pasado eran sus verdugos, y todo porque la consigna es cerrarle el paso a Morena para cualquier posibilidad de hacer un verdadero cambio.
“Éste es el inicio de lo que se vivirá en el 2018. Por eso era importante no dejar pasar por alto las acusaciones infundadas que el gobernador del Estado le hizo a integrantes de Morena.
“Nosotros subrayamos que nuestra lucha es pacífica, pero tampoco nos vamos a quedar callados, y mucho menos nos vamos a dejar, porque somos la esperanza de Veracruz”.
Fue su esperanza.
Al final se volvió azul.
Deja la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso, alineada ya ya ya con Yunes, sirviendo de ariete contra el pejepartido y exhibiendo sus lacras, que no son pocas: que ahí no hay agenda social sino agenda política, que los recursos para las universidades del Dios Peje se desvían, que nadie la oye, que nadie la atiende, que la cerrazón es total.
Y ha de suponer que su antiyunismo se perdió en el olvido.
Que Yunes “deje de andar de porro”, le soltó hará un año.
Que negocia con sus verdugos.
Que la noticia bomba de Yunes no termina de estallar.
Que Yunes sí olvida, sí perdona y sí concede amnistía.
Y hoy July Sheridan viaja con Yunes, se exhibe, finge que la historia se puede olvidar.
Todo al mejor postor.
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Archivo muerto
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Luisa Samaniego es algo así como una musa judicial. Sí, la musa de Edel. Algo como la otra voz en el Tribunal Superior de Justicia de Veracruz. Pasa de ser asistente del presidente del Poder Judicial, Edel Álvarez Peña, a proyectista, juez interina, una especie de todóloga con suerte. Qué no se sabe de Luisa Samaniego Ramírez, sus pifias en juzgados, sus denuncias, el agandalle de los espacios que otros jueces venían desempeñando para luego ser trasladados a las zonas serranas, y sigue ahí. Y todo por traer la bendición de Edel, el magistrado Cara de Muela. Aberrante, pues, el escenario del Poder Judicial, donde ya se cocina el nombramiento del fiscal anticorrupción. Y en ese esquema pinta ya Luisa Samaniego para ser el auténtico poder, llegue quien llegue, el auténtico poder. Ser musa tiene lo suyo… Que sí hay drenaje en la calle Mirador, pero no fue conectado. Y las aguas negras de los vecinos del lugar, en la colonia Playa de Oro, no tienen salida al cárcamo de bombeo aledaño al estacionamiento de la Mega Comercial. Una fuente de Obras Públicas del ayuntamiento confirma que debajo del pavimento se halla la tubería de drenaje. Falta colocar los “disparos” hacia las viviendas. Habrá que realizar cortes al concreto, incluidos tramos de banqueta, a lo largo de 250 metros, y conectar los “disparos” con la tubería principal. Cita Obras Públicas que el costo corresponde a los vecinos y la mano de obra a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento —o CAEV— Coatzacoalcos. Y lógico, no faltarán los que se pregunten qué caso tenía inaugurar la calle Mirador si habían aún trabajos por ejecutar… Y todo apunta a que Jaime Quintanilla Hayek, vía un tercero, tendrá el control de la relación prensa-ayuntamiento de Coatzacoalcos. Inodado en clonación de sentencias judiciales, el empresario vendelotes manejará las relaciones entre el futuro alcalde Víctor Manuel Carranza Ronaldo —¿“cómo se llama” mi hija?— y los medios de comunicación. De la cuadra de Iván Hillman, el ex alcalde que se chutó 2 mil millones de pesos sin una obra medianamente digna, pieza de Mónica Robles de Hillman, diputada duartista por la alianza Partido Verde-PRI, Quintanilla es más lastre que hombre de prestigio. Su clan enfrenta múltiples litigios, uno en Chinameca, otro en las cercanías del aeropuerto de Canticas y otro más en la obra inconclusa del Libramiento Vial. El PRI-Morena, pues, mostrando su verdadero rostro. Y los ilusos que no terminan de aceptar que los ivanistas usaron al pejepartido para regresar al poder… Sin previo aviso, María Elena Callejas se va. O mejor dicho, se iría. Determinó Winckler, el fiscal del yunismo azul, que la fiscal de lo familiar en Minatitlán se traslade a su nueva plaza en Pánuco, donde los crímenes están a la alza, donde el 27 de noviembre fue asesinada la titular, Yendi Guadalupe Torres Castellanos, frente a la Unidad Integral de Procuración de Justicia, donde Los Zetas y los Golfos sólo hablan el idioma de las balas. María Elena Callejas difícilmente se irá. Sigue en Coatzacoalcos y en breve concluirá su trámite de jubilación. Así que Jorge Winckler tendrá que buscar mejor opción, alguien más a quien enviar al infierno de Pánuco… ¿Quién es ese alcalde electo del sur de Veracruz que de buenas a primeras liberó dos embargos trabados sobre bienes inmuebles? Con recursos vastos dejó limpias sus cuentas por aquello de que le apliquen el 3 de 3. Con recursos vastos que sabrá Dios quién se los acercó…
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Foto: Sur Veracruz, Palabras Claras