Un detalle, sólo un detalle, hace pensar que Luis Ángel Bravo Contreras no está en lo que debe estar. Anda volando, apretujado entre la PGR y Artículo 19, entre Carmen Aristegui y la prensa crítica local. Se fragmenta entre la figura de Moisés Sánchez Cerezo, al que dio por muerto, y una prueba de ADN que debió realizar antes de armar su show luctuoso.
“ENERO 2014”. La frase se lee en tres diapositivas con que sustentó el fiscal veracruzano el relato leído ante la prensa, la noche del domingo 25 para decir que el periodista está muerto. Las imágenes son del paraje de Jamapa, municipio de Manlio Fabio Altamirano. Es de noche. Se puede observar la carretera y el campo, los agentes buscando al periodista de Medellín de Bravo.
