* Se agitan las bases * Acusan democracia de dientes hacia afuera * Rocío Nahle en el centro del huracán * “Envilece la política en Morena” * Presupuesto y fiscal * En el yunismo el sexo manda * Los nenes con los nenes * PAN: los priistas no tendrán regidurías * Moisés: a dos años de muerte
Como Rey Midas al revés, Rocío Nahle transforma en nada a Morena. Irrita a las bases, diluye el sueño democrático, acusada de violentar estatutos y excluir militantes, de negarles su derecho a dirigir al partido o a ser candidatos.
Brillante en el Congreso, contundente en su materia —el petróleo, la petroquímica, la energía—, habla y argumenta, calla a quien sea, pero en la suma de resultados pierde. Como siempre, la izquierda gana todas discusiones y fracasa en las votaciones.
Ser lideresa del Movimiento de Regeneración Nacional en el Congreso federal no le llena. Conduce a sus diputados y gobierna a sus militantes. O eso cree.
Sus días en el perredismo fueron similares. Quiso ser todo y no tuvo nada. Aspiraba a una diputación federal que sólo se le dio cuando dejó el PRD y contendió por Morena, en 2015, por el rechazo a Peña Nieto, por la crisis económica, por el conflicto magisterial, porque el sur de Veracruz siempre ha castigado al PRI.
Enferma de poder, Norma Rocío Nahle García —ex dirigente en la disidencia petrolera, ex asesora de Dolores Padierna en el Senado— cree en la dualidad de los genios y en la omnipresencia de los dioses. Y ella es genio y ella es Dios. Tácitamente es la dueña de Morena en Veracruz, el partido que apagará el fuego provocado y atizado por la mancuerna PRI-PAN-PRD, según la Biblia del pejismo.
Su feudo, Coatzacoalcos, sin embargo, es un caos. Pregona su cercanía con Andrés Manuel López Obrador, que es real, y en su nombre y para todo se asume el dogma de la infalibilidad.
No le cuaja cuando los morenistas escuchan que la candidata a la alcaldía será Mónica Robles de Hillman, priista encubierta, ex diputada local, que llegara al Congreso de Veracruz de la mano de Marcelo Montiel, hoy acusado de malversación de recursos en la Sedesol estatal, pagando a empresas fantasma, implicado en otras tres denuncias por pecados que vienen de la Sedesol federal, donde hizo de la delegación estatal un tesoro.
Mónica Robles de Hillman le aplaudió todo a Javier Duarte, los presupuestos, los créditos bancarios, la deuda. Y así quiere ser alcaldesa de Coatzacoalcos.
Y si no va Mónica Robles por el repudio de los morenistas, y de todo Coatzacoalcos, mueve Rocío Nahle a un militante sin suficiente exposición pública, Víctor Manuel Carranza. Para la señora de Hillman se reserva una senaduría plurinominal.
Suplanta Rocío Nahle al comité municipal de Morena y decide más allá de sus atribuciones. Opera e impone y va gestando el repudio a la imposición dentro y fuera de Coatzacoalcos.
Atiza el hervidero, sacude el avispero, ataja aspiraciones de quienes pretenden dirigir a Morena y frustra a los que intentan ser candidatos.
Le replica Leonel Ordaz —catedrático universitario, contador— sus trampas legales y su desdén a la democracia; hijo de don Camilo, hombre recto, honesto, baluarte de los derechos de los petroleros a quienes defendió del atropello; hermano de Víctor Paulino, también petrolero, célebres sus columnas y sus libros; de Camilo, su otro hermano, que muriera en el avionazo en el Cerro del Mesón, en Poza Rica, siendo delegado del IEPES, hoy Fundación Colosio, en aquel accidente que cobrara la vida de 14 periodistas que cubrían la campaña presidencial de Luis Echeverría.
Quiso Leonel Ordaz ser líder de Morena y tomó la ruta que era. Creyó en la democracia y le hicieron ver que con la diputada Rocío Nahle no era así.
Fue fundador del partido de Andrés López Obrador en Coatzacoalcos y aspiró a ser dirigente, pero Rocío Nahle lo excluyó.
Dice el maestro Ordaz:
“Recibí con sorpresa una nota en el periódico DIARIO DEL ISTMO de Coatzacoalcos Veracruz que decía ‘ABRE MORENA PUERTAS A IP Y MUJERES PARA ALCALDÍAS’. Bueno, para mí es una magnifica noticia porque da la impresión que la democracia en MORENA va en serio, pero eso lo creería si por ejemplo en mi ciudad dejaran los diputados Norma Rocío Nahle García, Cuitláhuac García y Huerta Ladrón de Guevara de meter mano en las decisiones que sólo competen sólo al comité municipal, de acuerdo a los estatutos de MORENA que ellos están violando flagrantemente y permanentemente, inclusive se rumora que dichos comités ya los van a desaparecer para volverlos formar a modo con gente manejable a sus arbitrios y antojos.
“Para que en Morena hubiera una verdadera democracia y justicia, como dice AMLO, también debería dejar que personajes como maestros, ambientalistas, abogados, periodistas, académicos escritores, historiadores, empresarios, profesionistas, tuvieran en MORENA oportunidad de competir con AMLO por ser candidato de MORENA a la Presidencia de la República. Eso sería lo ideal porque hay gente muy valiosa que haría un magnífico papel como mandatario”.
Unos lo aplaudieron, los pejezombies lo denostaron.
En otros textos puntualiza en su aspiración de ser líder municipal. En unos es incisivo en la violación a los estatutos internos, la antidemocracia o la democracia del dedazo.
Otra voz crítica es Samuel Pérez García, ex perredista, líder natural en Cosoleacaque.
El 16 de noviembre de 2016, bajo el título “La crisis de Morena”, retomó un texto difundido un año atrás:
“En todo lo que va del 2015 ha habido muchos diputados, presidentes municipales, y algunos regidores que han renunciado a Morena. Cada uno con sus razones específicas. Algunos argumentar que el 50% del descuento aplicado es demasiado. Otros la escasa autonomía que les dejan en sus funciones.
“A algunos los han expulsado por votar en contra de los matrimonios de orientación diversa, otros por acordar en solitario con algún partido opositor, en fin. En estricto sentido, cada uno de ellos tendrá sus razones contundentes para obrar como lo han hecho.
“Lo que aquí quiero señalar es que lo acontece debe tener una causal que lo explique. Todavía no puedo decidir cuál sea, pero conjeturo que todo organismo que crece desorbitadamente en su preferencia electoral, de igual modo tiende a achicarse, porque en ese crecimiento desordenado, no hubo el cuidado de decidir por verdaderos cuadros que supieran sostener y apuntalar el crecimiento.
“Pero también, pudiera ser, a una errática dirección, no sólo en la conducción del partido, sino al modo cómo se deciden las candidaturas, pues lo que se siente en el ambiente político es que en Morena está sucediendo dos cosas que vislumbro: Don Andrés Manuel no está fungiendo como presidente del Partido, y no está interviniendo para resolver los problemas cotidianos que suceden en cada estado y municipio, sino que al andar de gira política por todo el país, se ha olvidado de los pequeños problemas caseros. Así, en lugar de resolver directamente los conflictos, le ha dado manga ancha, por ejemplo, aquí en el sur de Veracruz, al Presidente del Comité Ejecutivo Estatal, Manuel Huerta y a Rocío Nahle García, quienes con poca sensibilidad y ambición de por medio, han operado casi clandestinamente para decidir en solitario, quienes serán los próximos candidatos a las municipales, como de igual modo operaron para los candidatos a diputados locales. Frente a esos acontecimientos, la militancia en sus municipios respectivos ha enviado oficios tras oficios denunciando los casos, pero no hay intervención. A lo sumo lo que se recoge son regaños de Andrés Manuel al decir que Morena no es de unos cuantos, sino del pueblo, que no hay caciquismo en Morena, pero lo que es cierto es que sí hay caciquismo, o por lo menos eso se evidencia por el modo de obrar de los ya citados dirigentes. Creo, a mi parecer, lo que está ocurriendo con expulsiones, renuncias de aquellos que llegaron al cargo, es una enfermedad a la cual hay que ponerle atención y medicina. Y no se trata con expulsar a los supuestos ‘enfermos de cargo’, sino buscar la causa que está originando la desbandada, o el silencio de quienes han llegado a cargos, y una vez en él, renuncian a ser de Morena. Reconocer los errores y reencauzar el camino hablaría de una dirección humana y por lo mismo falible, pero humilde. Pero es todo lo contrario. El silencio, el desplante altanero al tipo Salinas: ni los veo, ni los oigo. Oficios van y vienen, y nadie ni de la dirección nacional ni de la estatal, se digna a escuchar los reclamos de la militancia.
“Así, con esa forma de conducir al partido, no creo que lleguemos más lejos de lo que hemos llegado. Y si llegamos, será por suerte, pero no porque haya una estrategia bien planteada. Por eso urge evaluar lo que está sucediendo en el partido”.
Esa y otras reclama Samuel Pérez García, maestro de muchos, poeta, talentoso como pocos, con brío para enfrentar la suplantación y el caciquismo, el desdén y los oídos sordos.
Acusa imposiciones, el afán de Rocío Nahle por construir el camino del periodista Lázaro Rodríguez Pérez, ex jefe de prensa del diputado priista José Luis Sáenz Soto, la mala leche de imputarle que por 100 mil pesos lo patrocinan los neocaciques de Cosoleacaque, Cirilo y Ponciano Vázquez Parisi, acayuqueños, hijos del extinto Cirilo Vázquez Lagunes, para desgastar a Morena.
Responde Samuel Pérez García con evidencia pura: una fotografía en que Lázaro Rodríguez acompaña a Cirilo Vázquez Parisi, actual diputado federal.
Una cuenta de Facebook, denominada Morena Cosoleacaque, donde se difunde la voz de Samuel Pérez García, publica el “Manifiesto de la Esperanza”, dirigido a López Obrador, exhibiendo a Rocío Nahle y Manuel Huerta.
“La imposición de candidatos —dice en una de sus partes— en los municipios del sur de Veracruz por parte de Rocío Nahle y Manuel Huerta, envilece la política en Morena, pues recoge la práctica más repudiada por el pueblo de México: el clásico dedazo que antes era la forma más natural de actuación del PRI. Esa vieja práctica es la que se está imponiendo en Morena”.
Lo suscriben integrantes de los comités municipales de Cosoleacaque, Agua Dulce, Coatzacoalcos, Minatitlán y Nanchital.
Minatitlán igual. Ahí las estructuras las armó Luis Reyes Luna, o una parte de ellas, con egresados del perredismo, sus compañeros de otras luchas.
Cuando advirtió la cerrazón, el afán de imponer candidatos emigró. Y con las estructuras de Morena en Uxpanapa e Hidalgotitlán.
Nanchital es caso aparte. Por imponer a Esmeralda Mora Zamudio, su suplente en la diputación federal, provocó una crisis en el comité municipal de Morena y la renuncia de Yolanda Carrasco Linares, quien emigró con sus estructuras políticas.
Ocurre igual en San Andrés Tuxtla, donde repudian a priistas y expriistas que son llevados a la dirigencia municipal de Morena o enfilados a candidaturas.
Abundan los textos de rechazo a Rocío Nahle, a la violación sistemática de los estatutos. Algunos de ellos los expone Rogelio Martínez Hernández, quien fuera su representante en los órganos electorales, instando a la militancia a defender sus derechos en la vía legal.
Así es Rocío Nahle. Tiene magia. Destruye lo que con tanto esfuerzo se concretó. Usa, en exceso, el nombre de López Obrador, con su venia o sin ella, hasta provocar el hartazgo de los morenistas que optan por una sacudida hoy y no un naufragio en la elección municipal.
Rocío Nahle es como el Rey Midas al revés.
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Archivo muerto
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Baila Miguel Ángel Yunes con la más fea. Habrá de ejercer el presupuesto que le hereda el duartismo, el que concibió y propuso Flavino Ríos Alvarado al Congreso, con su boquete de 20 mil millones de pesos, el mayor déficit que haya enfrentado el gobierno de Veracruz. Será de 101 mil 998 millones 714 mil 76 pesos y el panista tendrá la facultad de contratar líneas de crédito hasta por 6 mil 600 millones sin anuencia del Congreso. Podrá Yunes azul realizar adecuaciones y ajustes al presupuesto en un plazo de 90 días. Nuevamente habrá impuesto al hospedaje. No se cobrará tenencia vehicular aunque sólo a quienes estén al corriente en el pago de impuestos. Lo aprobaron 38 legisladores, incluidos los priistas, los independientes y los priistas de Juntos por Veracruz, disfrazados en la fracción bisagra. Hubo 12 votos en contra, los de Movimiento de Regeneración Nacional. Casi en su totalidad, los recursos para Veracruz provienen de la Federación: 36.6 por ciento por participaciones federales; el 6.8, convenios federales, el 8.7, Ingresos de Gestión, y 43.4 por ciento por Aportaciones federales. El desglose es así: Oficina del gobernador, 120 millones de pesos; Sedarpa, 814 millones 700 mil pesos; Secretaría de Salud, 6 mil millones 847 mil; Educación, 40 mil 903 millones; Sedesol, 553 millones 405 mil; Sedecop, 77 millones 700 mil, Secretaría de Gobierno, 493 millones 40 mil; Sefiplan, mil 105 millones; Comunicación Social, 73 millones 400 mil, Contraloría General, 143 millones 900 mil, Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, 468 millones 800 mil pesos y Programa de Gobierno 36 millones 800 mil pesos… Una buena y varias malas para el priismo que ya se mece en la hamaca del PAN: se pueden sumar, apuntalar al priista que con toda seguridad será candidato a la alcaldía, llámese Jesús Moreno, Lu-pilla Félix de Theurel o Juan Manuel Rodríguez, y soñar que seguirán aferrados a la ubre presupuestal —mamadores, según Fidel Herrera Beltrán—. Entre las malas se cuenta que para ellos, si es que los panistas los dejan pasar, no habrá espacio en la planilla del PAN, ni sindicatura ni regidurías; ni las principales carteras del próximo ayuntamiento de Coatzacoalcos. Habrá trabajo intenso y salarios recortados. Es su mejor escenario. En Morena no hay cabida para el marcelismo y el chagrismo. Lo hay para el ivanismo, vía Mónica Robles, vía su mami, Roselia Barajas, vía Rocío Nahle, así se irriten los morenistas que suponen que algún día los van a escuchar… Como en los tiempos de Fidel, como en los días de Duarte, en el yunismo el sexo también manda. Hay reinitas de palacio que encantan con sus facciones pasadas por el bisturí, cuerpos logrados a mano, trapos y zapatos de alto costo y perfumes para gusto refinado. Y en esa pluralidad, los open mind también entran. Diría el filósofo Chico-Ché, los nene con los nene y las nena con las nena. Uno de ellos, panista de altos vuelos, tiene al amigo en la cúspide y a la esposa en el piso de abajo, mandona y arbitraria la tipa, sedienta de dinero, menos mesurada que el peor de los priistas. ¿El cambio? Sí, de color. Se fueron los rojos y llegaron los azules. Se quedaron las mañas, la ambición, el cinismo. Un nene que apadrina a su nene y la esposa que usa la relación para detentar poder. Aguas con repetir la historia… Son ya dos años. Hoy, el 2 de enero de 2015, fue levantado Moisés Sánchez Cerezo, director del semanario La Unión, editado en Medellín de Bravo, en la conurbación con Veracruz. Un comando llegó a su hogar, en El Tejar, y ese día lo ultimó. Tenía 49 años y ejercía su derecho a hablar, a denunciar, a exhibir a un alcalde que no tuvo palabra, que no le cumplió a la sociedad que lo llevó a la presidencia municipal. Ese conflicto le sirvió al desgobernador Javier Duarte para desviar la investigación. Le negó su condición de periodista, pues se agenciaba recursos económicos trabajando en un taxi. Lo tildó de activista social porque a lo que escribía sumaba la protesta pública. Pretendió mantener su caso empantanado, empeñados Javier Duarte y su “Culín”, el entonces fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, en que sus restos no aparecieran. Preferible que fuera un periodista desaparecido a que fuera hallado muerto. La presión de los medios, la prensa crítica, las redes sociales, llamaron la atención de la prensa nacional e internacional, de los embajadores extranjeros acreditados en México, de Carmen Aristegui que le dio voz a Jorge Sánchez, hijo de Moisés. Y 23 días después su cuerpo fue hallado. Apareció mutilado. Así pasó a ser Moisés Sánchez Cerezo el periodista número 11 en ser asesinado en el régimen duartista. Nadie purga condena alguna. Todos los implicados, según las novelas de “Culín” la han librado con amparos. Dos años después, la impunidad sigue…
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Foto: Origen Noticias